Revenge G!P

Capítulo 10

Camila

-Lauren...- Jadee intentando tomar un poco de aire, antes de que me volviera a atacar.

Con la respiración agitada y los ojos aun cerrados, volvió a tomar mi boca junto a la suya, en un beso lento, suave y necesitado. Buscando una mejor posición para estar cómoda, me senté a horcajadas sobre ella sintiendo como me tomaba rápidamente por la cadera y me pegaba más a ella.

Suspire sobre sus labios al sentir su lengua querer entrar en mi boca. Le permití el acceso, juntándola con mi lengua para empezar una guerra, de la cual no me importaba salir perdedora. Mis manos aún en sus hombros, las subí a su nuca para tomar su denso cabello y jalarlo con delicadeza, provocando un bajo gruñido de su parte.

-Me vas a matar, Camila.- Susurró con tono ronco, una vez que nos separamos para poder respirar.

Me mordí el labio inferior acomodándome sobre sus piernas, haciendo que sus manos tomaran con más firmeza mi cadera y me pegara a ella. Abrió sus ojos con una sonrisa –la cual correspondí- y gimió sintiendo mis cariños en su nuca. Me quedé perdida en su mirada, sus ojos eran hermosos y lo que éstos mostraban, era más bello todavía.

Suspiré viendo como empezaban a brillar y sonreí sabiendo que yo era la causa de ese brillo tan mágico que mostraban. Seguí haciéndole cariño en la nuca, hasta que sentí como su piel se convertía en pelo. Extrañada la miro fijamente aun sonriendo, haciendo que ella se encogiera de hombros, como si fuera natural.

Ignorando eso, me acerco a su boca para juntar una vez más nuestros labios, sin dejar de mirarla a los ojos. Pero cada milímetro que iba reduciendo con mi cercanía, sus ojos brillaban más que antes, llegando a un punto que si apagaba la luz, podría ser capaz de conseguirla solo por sus ojos.

Me muerdo el labio frunciendo el ceño y acaricio su cara con suma delicadeza, consiguiendo que cerrara los ojos y pegara su cara a mi palma. Peiné sus cejas y con los pulgares pasé sobre sus parpados, acaricié los lados de su nariz y cuando un mechón de cabello le cayó en la cara, lo tomé y se lo coloqué detrás de la oreja. La oscura, peluda y puntiaguda oreja.

-Lauren...- Jadee intentando comprender lo que sucedía.

Un atorrante sonido me distrajo de lo que está sucediendo frente a mí y me levanto a ver qué es lo que suena. Escucho a Lauren pararse del sofá e ir hacia el patio de mi casa. Me harto de buscar lo que está soltando tanto ruido y me dedico a perseguir a la ojiverde, extrañada por su repentino escape.

Lo que me dejó aún más confundida que antes, fue ver a un lobo negro gigante saltar la cerca que separaba el patio y la piscina, de la playa. Me quedé unos cuantos segundos mirando a la inmensa criatura correr fuera de mi vista, hasta que el sonido se iba haciendo más alto e insoportable.

Todo se volvió borroso y sentí mi respiración tornarse nerviosa, haciendo que me alzara de mi posición y volviera a abrir los ojos, intentando captar donde me encontraba. La claridad que había me molestó por un momento pero cuando pude ver bien, me relajé al reconocer mi habitación.

Solo fue un sueño. Un buen y extraño sueño.

Respirando hondo, apago la molesta alarma y me levanto para ir al baño. Hago mis necesidades y tomo una rápida ducha, sabiendo que me había levantado más tarde de lo normal porque era la última semana y daba igual a qué hora llegara. Salgo después de cepillarme los dientes y entro en mi armario para ver lo que usaría hoy.

Cogí un sujetador rosado oscuro y una braga del mismo color. Mirando entre mis faldas, me decidí por una negra que me llegaba un poco por debajo del trasero. Me puse una camisa negra con flores rosadas y algunos puntos blancos. Tomé unos converse blancos y para terminar, agarré un beanie negro. Puse mi celular, audífonos y llaves, en una pequeña cartera y salí.