El monstruo dentro de Anna

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Anna es una niña de 11 años, vive en una pequeña ciudad al Sur del país, no en todos lados se cuenta con la tecnología de hoy en día y las creencias siguen siendo antiguas.

Ella creció con una pequeña parte de su familia, su padre, quien es carpintero los mantiene a ella y a su hermano, tiene su negocio en la ciudad en el que pasa casi todo el día, sus hijos no lo ven hasta ya en la noche, y su hermano pequeño, se llama Jasel y tiene 7 años, el  no ha ido a la escuela y mucho menos ella, su padre con el poco dinero que gana le paga a una niñera para que cuide a sus hijos. Por lo mismo a Anna le ha hecho falta una figura paterna.

Su madre murió al dar a luz a su tercer hijo, y como aún se es fiel a la Iglesia, mataron a su hermano menor al considerarlo un demonio por que creían que el pequeño engendro había succionado la vida de su madre. Ella presencio todo, su madre yacía sin vida en cama mientras las mujeres que la ayudaron sostenían a su hermano de una forma inhumana para que se lo llevarán y jamás lo volvería a ver.
Ella cree que su hermano fue llevado con gente de dinero para que su cuidado fuese mejor y creciera mejor que otros, siendo todo lo contrario. El padre, al saber la historia del niño, lo sentenció a pena de muerte considerandosele un demimonio, así que como uno, fue quemado lo las llamas del infierno y así el espíritu de aquella mujer podría ser libre del pecado.

En su casa no hay nada interesante con lo que ella pueda jugar, además de que su cuidadora no le permite hacer nada. Una ocasión en que Anna sin querer rompió una taza, su cuidadora de enojo tanto que la golpeó y la amarró a una silla con cuerda y en la boca le puso uno de sus juguetes. Desde entonces ella sólo permanece sentada en el suelo imaginando cosas que nadie más que ella sabe.