"Ecos de Amor"
Desperté en la oscuridad, sin dejarte de pensar ¡Ya no puedo! Ya no quiero continuar. Ya vivimos mucho cariño, y entiéndeme, yo se que esto es lo mejor. Se que era un acuerdo mutuo el que te fueras, se que así dejaríamos de hacernos daño los dos
¡Que extraño! ¿No lo crees? Porque creo que soy masoquista y prefiero el dolor a estar sin ti, pero...luego lo pensé mejor y entendí que yo solo te estoy condenando; a ti que me has dado todo, a ti que me salvaste del infierno.
Esto es lo mejor. Se que probablemente ya estés derramando lágrimas pero puedo explicarlo.
Aún recuerdo el primer día que te vi. Tu solo imagina mi sonrisa al recordar, porque se que a estas alturas nunca más me verás sonreír, y es lo mejor ¡En serio créeme!
Tu sonrisa ladina, tus ojos negros y profundos, dándome esa extraña sensación aquella noche de que había encontrado un protector ¡Ja! ¡Pero que ironía! Puesto que tu mismo siempre fuiste y serás el diablo. Se que sonreíste con esto, te conozco muy bien. Sonreíste entre lágrimas con esa dichosa sonrisa ladina que me encanta.
Tu lo diste todo por mi. Inclusive esa primera vez, a pesar de tu porte orgulloso y esa frialdad en tu sangre me protegiste de esos vagos ebrios. Con tan solo una fría mirada los dejaste helados, y no tardaron en salir corriendo. Pero eso no fue lo que más me sorprendió. Fue cuando tus ojos se posaron sobre los míos. Un negro más negro que otro que hubiera visto, chocando con azul; y me sorprendió como con tanta frialdad podía distinguir un atisbo de dolor y sentimientos inimaginables para mi, sentimientos que quería con desesperación descubrir.Esa noche no dormí. Por mi mente divagaba una pregunta: ¿Por que desgastarse en una simple bailarina?
Yo sentía que ante los ojos de todos yo solo era basura, que yo era escoria entre la escoria, pero esa noche, por primera vez me pude sentir importante.
Al siguiente día allí estabas otra vez. Corrí como una chiquilla hasta ti, te hablé, me miraste como si no me conocieras, me miraste como todos. No hizo falta más. Yo no era importante y simplemente salí corriendo de allí con lágrimas en los ojos ¿Por qué me comportaba tan infantil? Créeme que a estas alturas del partido nunca entenderé porque.
Al tercer día ahí estabas de nuevo, sentado en la misma mesa de siempre. A pesar de mi decepción del día anterior me volví a emocionar y decidí que si no era importante para ti, trataría de hacer que lo fuera.Siempre me ignoraste; todos mis intentos por acercarme eran en vano, gruñías y cuando terminaba por hartarte dejabas dinero en la mesa y te ibas. Debo confesarte que todas esas veces yo lloré, después de todo, tu eras el único que había logrado que me sintiera parte de algo.
La cuestión era que siempre me escuchabas y siempre volvías. Yo no entendía tu actitud, y si no entendía la mía misma menos la tuya.
Todo fue aun mas confuso cuando comenzabas a ponerte celoso por mi actuación en el bar. Ese día recuerdo bien que después de mi baile me jalaste fuertemente del brazo y me llevaste al callejón. Me amenazaste. Nunca en mi vida sentí tanto miedo ¡Pero de eso yo vivía! ¡Era mi trabajo! Y fue la primera vez que te desafié y te grite, la primera de muchas más que vinieron después. Aún recuerdo tu cara llena de sorpresa, a pesar de que después trataste de ocultarlo. Sin embargo, no te quedaste con los brazos cruzados; después de muchos enfrentamientos más y celos de tu parte que no querías admitir, hiciste algo que en verdad me liberó. Tuvimos que huir. No podía dejar que te encontrarán. Primero yo le robe dinero a Yamcha, ese desgraciado dueño del bar, era él el que no me dejaba irme pero tu lo solucionaste.
Aún creo que quizás nos buscamos nosotros solos lo que está pasando hoy en día ¡Pero vamos! Yo soy la que te obligue a todo, se que tu podras ser feliz.
Huimos y con el dinero que robe salimos del país. No podíamos arriesgarnos a que nos atraparan. Después de matar al desgraciado nos habíamos desecho de todo, pero no estaba de más huir.
Aún éramos desconocidos, y yo no entendía como a pesar de tu frialdad, a pesar de solo conocerme tan poco tiempo me estabas ayudando.
Yo ya estaba tan jodidamente enamorada de ti. Caí como una chiquilla a tus pies ¡Era una chiquilla! Pero en un mundo como en el que estaba tenía que comportarme más madura siempre, aunque jamás lo conseguía, pero así era.
Jamás te separaste de mi. Compramos un departamento, decidí conseguir un trabajo porque sabía que el dinero que teníamos no nos dudaría por siempre. Era mesera, y tu un guardia de seguridad. Parecíamos muy normales, parecíamos pareja, lo cual no éramos, me cuidabas como si fuera tu hermana; yo me moría por besarte pero jamás pasó, incluso viviendo juntos dormíamos en habitaciones diferentes. Eras tan cerrado.
Un día te dio por tomar. Creo que fue lo mejor que me pudo haber pasado. Me abriste tu corazón, ese enorme corazón de piedra. Me contaste lo dura que fue tu niñez, me dijiste como te habías casado pero que tu esposa embarazada había sido asesinada en un robo a un banco. Me contaste que tu me querías y me deseabas, pero no querías también perderme. Tu sentías que a todos los que amabas los perdías. No es así Vegeta, te lo juro y necesito que estés consciente de eso para que puedas continuar.
Creo que tu no recuerdas mucho de lo que pasó esa noche o de todas esas cosas que dijiste, pero por fin conseguí que me hicieras el amor. Fue hermoso. A pesar de que no estabas en tus cinco sentidos, fuiste delicado, fuiste más delicado que cuando estás sobrio debería añadir. Al siguiente día ya sabes lo que pasó. Te arrepentiste de lo que habías hecho y te fuiste sin siquiera decirme una palabra.
Un día tocaron a la puerta. Ya me había resignado a que nunca volverías. Me dije a mi misma que siempre te estaría agradecida por arriesgarte tanto por una simple bailarina pero que, habiendo pasado 6 meses ya había comprendido que no volverías y que algo entre nosotros jamás pasaría. Sin embargo, cuando abrí la puerta allí estabas tú. Yo estaba en shock, tu entraste y cerraste la puerta. Por segunda vez, y está vez estando en tus cinco sentidos me abriste tu corazón. Te hincaste y me pediste perdón; yo aún estaba en shock ¡Ja! ¡Pero eso no era nada! Lo mejor vino cuando sacaste una cajita de terciopelo negro. Si ¡Sonríe amor! Sonríe recordando junto conmigo como me pediste matrimonio. ¡Mujer! Te pido... -tu voz se frenó de golpe- ¡No!
Negaste con la cabeza. Levantaste tu rostro y esa sonrisa ladina que tanto amaba surco tu rostro- ¡Te exijo que te cases conmigo!
Yo no me negué. Vegeta te amaba tanto. Aún te sigo amando y por eso es que hago esto ¿Aun no me entiendes? Seguiré.
Nos casamos, fuimos felices, pero ambos queríamos más; yo recordé lo que me habías contado sobre tu ex-esposa. Lógicamente no quería recordarte lo, pero me atreví a preguntarte en una ocasión. No te pregunte sobre ella, pero te pregunte si querías un hijo o hija. Me sorprendió la rapidez con la que me contestaste. Y entonces comenzamos a intentarlo.
Un mes después comenzaba a tener náuseas y mareos, luego tú también tuviste náuseas. Éramos aún más felices. Comenzamos muchos preparativos. Yo notaba tan grande tu ilusión.
A los cuatro meses ya teníamos listo el cuarto. Habíamos decidido que no queríamos saber si era niño o niña, así que pintamos y decoramos el cuarto con colores y artículos neutrales. Hablamos sobre el nombre del bebé. Sería Esharotto a tu petición si era niña -aunque al principio discutimos porque yo quería que se llamara Bura- y se llamaría Trunks a mi petición si era niño.
A los 7 meses mi barriga estaba enorme. Milk una compañera de trabajo y una muy buena amiga me dijo que quería hacerme un Baby Shower. Tu no estabas tan contento ¿Lo recuerdas? Pero accediste porque me consentías demasiado.
Pero...
Si...
Ya sabes.
Tu cara se está tornando sería en este punto. Tus labios están comenzando a temblar.
Un día, a la mitad del mes que hacían los 8 meses; un dolor punzante me despertó.
Llegamos al hospital.
Usted está entrando en labor de parto -me grito el doctor. Todo lo veía borroso, me llevaban en una camilla y tu ibas a mi lado. Me sonreíste nervioso mientras me mencionabas que todo iba a estar bien.
Yo solo se que cuando desperté sentía un enorme vacío. Tu estabas a mi lado, y...llorabas.
Estabas tan débil. Yo me asusté. Toque mi vientre, estaba vacío al igual que mi alma. Tu seguías llorando y yo también comencé a llorar. No hacía falta preguntar.
Tres intentos nos robaron el alma y destrozaron nuestro corazón. El doctor nos dijo que debíamos de dejar de intentar, que sería muy riesgoso para mi si continuábamos así. Tu aceptaste pero yo...yo quería darte el hijo que tanto merecías. Me sentía inservible, no podía darle un hijo al hombre que amaba. Al hombre que tanto había dado por mi.
Las peleas comenzaron. Yo queria seguir intentando y tu te negabas rotundamente. Las discusiones iban en aumento. Gritos a todas horas. Llantos en el trabajo. Milk me consolaba, pero cuando me enteré de que ella estaba embarazada me sentí tan celosa.
La aleje de mi y ya no la volví a ver.
Todo se volvió un caos....
Un día nos sentamos a la mesa. Nos sinceramos. Me pusiste las cosas de dos formas. Ambos ya no queríamos discusiones, pero sabíamos que jamás íbamos a estar de acuerdo. Teníamos dos opciones: seguíamos juntos, sin volver a intentar tener hijos o mejor nos separábamos. Nos amábamos, pero la situación nos estaba consumiendo, y las peleas solo terminarían si lográbamos estar de acuerdo o si nos separábamos definitivamente.
Aún sigue tu huella en mi almohada. Aún veo tu rostro frente a mi. Ha pasado un largo año y siento que aún estás aquí, todo mi cuerpo te extraña.
Ya llegamos amor. Este es el fin. Ya se que todo se acabó. Todo nuestro amor, se marchito. Se desgastaron todas las palabras, lo que queda entre tu y yo, no le alcanza al corazón, y desde mi pecho, suena tu recuerdo, todo lo que fue de los dos, son ecos de amor.
Me estoy volviendo loca sin ti Vegeta. Y me carcome la culpa de saber que no pude darte lo que te merecías
¿Ahora puedes entenderme? Estoy perdiendo la razón, siento que me hablas en cualquier canción y que tu nombre está en cada palabra. Se que estás tan cerca, pero a la vez tan lejos. Esto ya no tiene arreglo. Te agradezco todo amor mío, pero hoy me voy. Todo lo que fue de los dos ya son solo ecos de amor, ecos que suenan cada vez más y más y no me puedo acostumbrar, ambos necesitamos ser libres.
Hoy antes de escribir esta carta para después hacer lo que tenía que hacer, vi a Milk en el parque. Traía a su bebé en brazos, iba junto a su esposo Gokú. Te pido que le digas que me perdone y que su bebé crezca muy sano.
En cuanto a nosotros amor mío, tal vez algún día podamos estar juntos de nuevo. Tal vez algún día reencarnemos. Hasta entonces solo puedo decirte adiós. Se libre Vegeta, se libre.
Te amo mi galante peli-flama.
Atte. Bulma.*
Vegeta estrujo la carta contra su pecho. Las piernas le fallaron y cayó de rodillas. La perdió, y esta vez era para siempre. Lo único que le quedaba de consuelo, eran sus ecos de amor.
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(Texto en cursiva) - Fragmentos de la canción «Ecos de amor» de Jesse y Joy
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Espejismos De Ti +18
FanfictionSinopsis Cuando dos corazones están destinados a estar juntos no importan las circunstancias, no importan los problemas. Nada los separará por más difícil que sea la situación; y aunque la muerte les llegue, el destino se encargará de unirlos de nue...