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"Así que si ambos hacemos tiempo
Y no ponemos fin a esto porque aún quiero abrazarte."

| Case Closed |

-o-

Golpean a la puerta y Perrie tiene dolor de cabeza, la noche anterior decidió salir de fiesta intentando olvidarse de todo y lo logró por unas horas.

Estaba a tres días de la boda de Louis y cada vez sentía como se le acababa el aire. ¿Qué sería de su vida sin él?

Entiende que es solo su mejor amigo, pero aunque intente engañar a su corazón sabe que luego de que él acepte como esposa a Eleanor, su amistad no será viable. Nunca más.

Siguen los toques constantes y también el mal humor de Perrie va en ascenso.

-¡Ya voy! -gruñe y abre la puerta encontrándose con Louis, se aleja de la puerta y le deja entrar preocupándose solo del horrible dolor de cabeza.

-Cuando Jade dijo que habías bebido mucho, no le creí -Louis cierra la puerta detrás de él y aprovecha que la rubia me dirige la mirada para lanzarle una botella de agua, la cual no alcanza a recibir.

-¡Maldita sea! -se queja la rubia-. ¿Qué haces aquí?

-Traje tu vestido de dama de honor -lo deja sobre un sofá.

-Creí que Eleanor lo quemaría -dice Pezz cubriéndose los ojos.

-No lo hizo porque no sabía donde estaba hasta esta mañana -responde Lou y se encoge de hombros-. Por cierto, deberías ser más cuidadosa la próxima vez que vayas a abrir la puerta luego de un resaca.

-¿Por qué lo dices? -la rubia se destapa un ojo y mira a su amigo, Louis apunta su cuerpo y la rubia baja la mirada.

Está solo en ropa interior.

-¡Maldición! -se queja.

-Deja de maldecir, bebe toda el agua y cámbiate de ropa -ordena Louis-. Tenemos muchas cosas que hacer.

-No tengo nada que hacer hoy.

-Ahora sí -dice el muchacho-. Y preferiría que fuera rápido y no me obligues a llevarte a la fuerza.

-Bien -gruñe la rubia antes de beber el agua y levantarse del sofá para dirigirse a su habitación.

-Lindo trasero, Louise -se burla el ojiazul y la rubia responde con el dedo de en medio haciendo reír al muchacho.

Mientras Pezz decide tomar un baño, Louis se encarga de prepararle el desayuno con las cosas que trajo pues Perrie últimamente no tiene comida en su casa pues está soltera y casi no pasa tiempo aquí.

Louis está intentando pasar la mayor cantidad de tiempo que puede con Perrie antes de firmar ese papel que los separara debido a los celos de su prometida.

-Eso se ve delicioso -dice la rubia reapareciendo en la cocina renovada.

-Son solo huevos revueltos -el muchacho deja el plato frente a la rubia junto con una taza de café-. ¿Te sientes mejor?

-Un poco -dice sentándose lista para desayunar-. Ahora explícame como te dejaron salir tu torre.

-¿De que hablas? -Lou también se prepara un café.

-De que no te veo hace dos día, desde el concierto si es su no me equivoco y ni siquiera pudimos hablar -come un trozo de pan acompañado con el huevo a la Tomlinson-. Supuse que Calder hija te había encerrado.

-No fue eso, solo tuvimos algunas cosas que hacer -suspira el muchacho-. La boda está muy cerca...

-Y muy lejos tu libertad -interrumpe ella-. Pero es tu vida, no me importa.

-¿No te importa?

-A ti no te importa mi opinión, a mi no me importa tu vida -la rubia continúa desayunando.

-Perrie, estoy tratando de convencerme de que esto es lo correcto -Louis bebe de su café-. No me confundas.

-Como quieras -la rubia rueda sus ojos y luego vuelve a mirar a su estúpido amigo-. ¿Adónde vamos?

-Voy a la última prueba de mi traje de novio y quiero tu opinión.

-No quiero ir.

-Por favor, eres la persona en la que más confío -se acerca a ella.

-¿En serio? -la rubia pregunta con sarcasmo.

-Sabes que sí -Louis se posiciona en sus espalda y envuelve sus brazos alrededor del cuerpo de la rubia-. Por favor -suplica.

Perrie intenta resistirse, pero no puede hacerlo. No a él.

-Bien -gruñe derrotada-. Pero eso no significa que no sigo molesta contigo.
...

Perrie espera a que Louis termine de vestirse y se ríe al recordar sus constantes quejas, pero ya está impaciente.

-¡Louis, ya! -la rubia golpea la puerta del probador.

-Calma, ya voy -responde Louis mirándose una vez más en el espejo, toma un profundo respiro y sale del provador encontrándose con Perrie quien lo mira sorprendida-. ¿Cómo me veo?

La rubia no dice nada, solo mira a Louis de pies a cabeza y luego sus ojos.

-Wow -dice la rubia y sonríe a medias-. Te ves muy bien.

-¿Crees que a Eleanor le guste?

-Seguro que sí -responde la rubia-. Ella te ama.

-¿Qué hay de ti? -pregunta el castaño a la rubia-. ¿Te gusta?

-Prefiero el color rosa sobre el azul -bromea Pezz.

-Ven aquí -Louis abre sus brazos y Perrie camina para hacer lo mismo-. Te quiero mucho, eres la mejor amiga que puedo tener.

-Así es -dice Edwards al borde las lágrimas-. También te quiero.

stockholm syndrome ; lourrie edwardson ✔✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora