stockholm syndrome ; lourrie edwardson ✔✔

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"Él me hace sentir como una niña que se ha vuelto loca
Me tienes corriendo como si fuera una tonta enamorada."

| About The Boy |

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Es una de las últimas noches de Louis como soltero, está bastante nervioso por eso, sabe que ama a Eleanor, pero también sabe que el padre de Eleanor no está de acuerdo con la alianza y eso le hace temer un poco.

George Calder está bastante cerca de ser un mafioso y eso pone en peligro su vida, pero nada le importa.

—Pasaré a recogerte en un rato –dice a través del teléfono Louis a su mejor amiga. 

—Te dije que no quiero ir a esa cena, a Eleanor no le agrado ni ella a mí –admite la rubia—. No hay necesidad de incomodarnos a ambas.

—No lo hagas por ella, Pezz –suplica Tommo—. Hazlo por mí.

—Louis, podemos hacer otra cosas con los muchachos pero no hoy –dice ya fastidiada.

—Lola, no puedes hacerme esto.

—Pero no quiero hacerlo, Williberto –se ríe la rubia—. Evítale el mal humor a tu futura esposa.

—Ella lo entenderá.

—¿En serio? –se ríe con sarcasmo Perrie.

—Bueno y si no lo hace, es una lástima –dice despreocupado—. Ella me conoció contigo en mi vida, no puede apartarte y ya.

—Lou...

—Estoy afuera, te doy media hora para que estés lista.

—Pero...

—Bye.

Perrie maldijo en su interior pero también sentía algo de satisfacción al saber que a Louis le importaba mucho más su presencia en esa cena, que el humor de su prometida, pero sabía que eso solo se debía a la linda amistad que tienen y que eso no durará mucho luego de que se case con ese desagradable ser.

Se sintió una tonta por empezar a correr de un lugar a otro buscando el atuendo perfecto para la ocasión.

»Estoy tan estúpidamente enamorada de él, que parezco una chiquilla de secundaria.« se regañó a si misma.

Finalmente encontró el atuendo perfecto, últimamente su cuerpo había cambiado, sus senos y su trasero habían crecido, tal vez se debía a las grandes cantidades de helado que ha comido para llenar ese vacío que tiene en el pecho.

No el vacío que dejó Zayn, sino el vacío que Louis está a punto de dejar.

—Esto estará bien –dice mirándose en el espejo, un vestido ajustado hasta un poco más abajo de las rodillas, sandalias que combinen y un peinado elaborado, además de un maquillaje impresionante.

—Recuerda, Pezz –habla con su reflejo—. Esto no es por Louis, es por ti.

Justo cuando se le acababa el tiempo, salió al encuentro de Louis quien estaba apoyado en su auto a la salida del nuevo hogar de la rubia.

Louis no tenía palabras para describir lo bella que ella luce, solo se limitó a sonreír.

—Esa es mi chica –dice halagando a rubia—. Deberías ser así de veloz siempre.

—¿De qué hablas? –de mala gana la chica se acerca al auto y un montón de paparazzis se materializa frente a Louis y ella.

—Vamos, arriba –Louis le abre la puerta a la chica, mientras los periodistas toman fotografías y bombardean al cantante en preguntas tales como: ¿Están saliendo? ¿Lourrie es real? ¿Qué hay de tu compromiso con Eleanor Calder? ¿Es cierto que prefieres a las cantantes sobre las modelos?

—Que idiotas –se queja el ojiazul antes de entrar en el auto—. A veces olvido que carecemos de privacidad.

—¿Te das cuenta del drama que va a hacer tu novia debido a las portadas? –la rubia no puede evitar fruncir el ceño.

—Las revistas solo inventan cosas –se ríe el castaño—. ¿En qué universo tú y yo estaríamos juntos?

Perrie se siente un poco lastimada, pero no puede demostrarle que eso le ha afectado.

—No importa ni el universo, ni que las revistas mientan –Louis la observa—. Tu novia me odia y no es un secreto, no me sorprendería que me niegue el ingreso a la boda.

—No dejaré que eso pase, por ahora necesito decirte algo...

—¿Qué es? –se abrocha el cinturón de seguridad.

—Es sobre Zayn...–el corazón de la rubia se detiene un momento, si bien no estaba completamente enamorada de él, se había acostumbrado a tenerlo cerca y solo para ella—. También estará en la cena...

—Puedo soportarlo.

—...con su nueva novia.

—Maldita sea, Louis –la rubia se toma la cabeza—. ¿Por qué no me lo dijiste antes?

—Porque no querrías venir.

—Antes no quería venir para evitarte un problema con Eleanor –dice enojadísima—. Ahora no solo ella estará ahí mirándome mal, sino que también lo estará Gigi.

—Lo lamento, pero estos días te he visto bien...–dice Louis sin despegar sus ojos del camino—. Quería que él viera que no lo necesitas en tu vida.

—Que no lo necesite, no significa que haya dejado de doler.

—Si quieres puedo dejarte en otro lugar –dice ya derrotado.

—No, asistiré a esa cena sin importarme nada, ni nadie.

»Solo lo haré por ti.«

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Oh, she's so sweet.

Tengan un buen día.

—V.

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