- ¿Vosotras también habéis sido atacadas por los mosquitos esta noche?- Preguntó Zoe mientras se untaba un poco de protector solar.
Después de comer David nos reunió para darnos el aviso de que iríamos a la piscina.
- La verdad es que si, pero contigo se han viciado ¿eh rubita?- Le contestó Sam.
- Si bueno... Dicen que van a la sangre dulce.- Dijo coqueta esta vez espantando a una mosca.
- Ya, pero las moscas van a la mier...
- ¡Sam!- Le gritó Hailey.
La pequeña rubia se enrojeció de rabia.
La verdad es que Zoe tenía un aspecto muy peculiar, era bajita, pálida, con la cara llena de pecas y grandes ojos azules, pero sobre todo era muy rubia.
Y no me refiero a esa larga mata de pelo que sobre sale de su cabeza si no, que ella realmente era rubia, era la viva imagen del cliché de niña tonta. Cada vez que hablaba con esa vocecita aguda y nasal sonriendo durante tanto tiempo que llegabas a pensar que tenía alguna deformidad.
- Chicas me encantaría seguir participando en vuestro intelectual debate sobre moscas pero muy a mí pesar voy a tomar el sol, necesito tostarme.- Dijo Lauren tumbándose sobre una toalla.
- Oye, ¿esta chica se piensa que estamos en las Maldivas?- Me susurró Sam.
- Te voy a ser sincera, no sé ni qué piensa.
- Os estoy escuchando.- Sentenció de nuevo Lauren acomodándose las gafas de sol.
Por unos instantes me tomé la libertad de mirar como Logan jugaba con sus amigos mandriles al balón.
No voy a mentir aquel chico estaba realmente bueno, su piel tenía el tono perfecto de bronceado y su espalda ¡madre mía! ¡Que espalda!
Nota mental: comprarme un babero
Logan debió notar que mi mirada estaba clavada en él porque se dio la vuelta y me dedicó una de sus más seductoras sonrisas. Sin embargo, su intento de llamar mi atención - que ya la tenía- funcionó en cuanto uno de sus amigos, Andrew creo que se llamaba, le dio una patada al balón con tan mala suerte - para él- que fue a parar en su cabeza. Solté una sonora carcajada y me giré como si nunca lo hubiese estado acosando con la mirada.
Cuando me incorporé a la conversación de mis compañeras pude divisar como Nina se acercaba a nosotras.
Atrás Satanás.
- ¡Hola chicas!- Saludó animada.- ¿Os importa si me siento?
Si.
- No, por supuesto que no.- Dije con una sonrisa forzada. Ni si quiera sé por qué pero aquella chica no me terminaba de caer bien.
- Gracias.- Dijo arrugando su pequeña nariz mientras sonreía.- Y bien... ¿algún cotilleo?
- Es el primer día.- Solté cortante casi sin pensar. Lo dicho, no me cae bien.
Pero Lauren, que pareció notar mi desgastado por aquella joven se encargó de hundir su codo en mis costillas.
Definitivamente la gimnasia rítmica es MUY comparable con cualquier otro deporte de fuerza.

ESTÁS LEYENDO
¡Prohibida la habitación 12!
Fiksi RemajaLa idea de pasar quince días rodeada de adolescentes con las hormonas alborotas y haciendo deporte no hacía más que producirle escalofríos a Eden Woods. Tras haber sido arrastrada a un campamento de verano por su mejor amiga, Eden se dejará llevar...