capitulo uno

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Desperté sudada, sobresaltada por la pesadilla, la estúpida pesadilla que era tan recurrente que nunca me dejaba dormir, por eso solía tener ojeras horribles y se me notaban más aun por mi piel tan blanca, como todos los días tras mi grito mi madre viene a consolarme y darme mis pastillas, eran unas pastillas para no tener pesadillas que me había recetado mi psicóloga Jeannette, ella era mi psicóloga desde los trece desde esa fatídica noche que tuve mi primera pesadilla, esa donde un chico me decía cosas que aún no logro recordar, en realidad para algunas otras personas tal vez eso no sería una pesadilla pero para mí sí.

Eli, ¿estás bien hija?- dijo mi mama con cara de preocupada, y sus ojos con un poco de cansancio en ellos

Si mami disculpa por despertarte de nuevo ¿ qué hora es?

Son las siete, ya es hora de que te levantes para desayunar e ir al liceo

Ok mama ya bajo ¿Qué es el desayuno?-dije con pensamientos de muchas comidas a la vez, mi medre pensó un momento y con una sonrisa en la boca me dijo

Tu favorito, tostadas con frutas, claro las mayorías de las frutas son las fresas que tanto te gustan al igual que las moras, ah y un jugo de naranja no ay que olvidarlo- mi madre lo dijo con un tono divertido mientras reía y me daba un beso en la frente, se levantó de la cama y abriola puerta lentamente, bajo las escaleras y siguió con lo suyo.

Yo por otro lado, no me quería levantar la flojera me consumía, reí por un momento hasta darme cuenta de que se me hacía tarde para ir al liceo, despegue las sabanas de mi cuerpo como pude, me levante los más rápido posible para una persona con tanta flojera como la mía, me metí al baño, me duche cuando Salí me vi en el espejo tenía mi cabello corto y rojizo un poco enmarañado pero con una pasada de cepillo se arreglaba mi cabello es liso así que no hay mucho problema con peinarme, Salí busque en mi armario mi ropa, encontré mi ropa favorita limpia un jersey y unos jeans, siempre me he vestido algo sencilla, me puse una camiseta abajo y me coloque mi jersey negro mis jeans desteñidos me peine un poco y me eche solo un poco de maquillaje, no soy muy fan de ello pero mi madre no para de regalármelos así que uso un poco, solo brillo y polvo, mi madre vive diciéndome que antes no era así que me arreglaba más, que ahora me visto sencilla y que así no conseguiré novio, en realidad no quiero novio, quien los necesita nunca me han gustado alguien lo suficiente para pretender que sea mi novio.

Baje corriendo las escaleras, esas eran unas escaleras viejas pero con un tallado de decoraciones de rosas hermoso, aunque ya estaba un poco acabado por los años y la escalera sonaba como las escaleras de las películas de terror rechinaba, entre a la cocina y mi madre aun preparaba las tostadas las frutas estaban picadas, me senté a un lado en la mesa frente a la ventana, ese era el lugar de la mesa que me gustaba para ver por ella la parte trasera de la casa, ahí hay un árbol donde jugaba cuando era pequeña, tenía un columpio en el cual me divertía mucho aunque me caí mucho, se me dibujo una sonrisa al recordar esos momentos, y no me había dado cuenta de que mi madre estaba parada a mi lado, poniéndola comida la mire y me levante para ayudarla a traer el otro plato, las dos nos sentamos y comimos todo mientras hablábamos de todo un poco.

-¿qué quieres comer en la cena? Pregunto ella con un tono monótono en su voz siempre lo preguntaba

-no sé, tal vez salga con Mia y comamos algo por allá - dije llenándome la boca con un trozo de tostada

-ok, ¿pero cuando me pediste permiso?

-no te lo pedí, confió firmemente en que me dejaras ir, además solo iremos a la biblioteca a leer un rato sabe que es lo único que hago cuando salgo.

-está bien, confió en que hagas eso y no vayas a otra parte, ya sabes que Mia es muy inventora y estará planeando otras cosas.

Me rio por lo bajo y le digo a mi madre con una sonrisa que todo estará bien, recojo los platos y los friego, subo rápido a buscar las llaves de mi auto, mi auto no es un último modelo pero se mueve y eso me sirve, solo es un malibu.

wingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora