wings

capitulo cuatro

Desperté  tirada en un suelo desconocido, al parecer era un baño, estaba frio y mojado tenía todo el cabello en la cara y no me dejaba ver bien, me levante adolorida creo que me golpee al caer, aun no recuerdo nada ni siquiera sé por cuánto tiempo he estado aquí, es más ¿Dónde estoy? ¿Qué me paso? Me apoye en el lava mano allí había un espejo, pude verme y ver las grandes ojeras, mire a mi alrededor y reconocí donde estaba, era el baño del instituto.

“¿pero que estoy haciendo aquí?” pensé agarrándome la cabeza por el dolor.

“te lo podría decir si sales del baño, no eh entrado porque no me gusta privarte de privacidad” dijo una voz en mi cabeza, esperen no era solo una voz era la voz de Alex. Me mire en el espejo y estuve completamente convencida de que estaba loca no había explicación posible para que esto estuviera pasando.

Un golpe en la puerta me hizo reaccionar, me daba miedo salir y encontrarlo a él y darme cuenta de que era real, de que no estaba loca y él podía hacer eso, un dolor de cabeza muy fuerte hizo que me callera al piso haciendo un ruido estruendoso haciéndome recordar cómo había llegado aquí y porque había venido aquí, fue entonces que me dije a mi misma con más fuerza que eso fue un sueño, yo no le manipule la mente a nadie y de eso estaba segura las personas normales no hacen eso.

-creo que, me parece a mí que ya es mucho explicar que no eres normal- dijo Alex con exasperación.

-claro que soy normal, el que no es normal aquí eres tú, tú eres el monstruo horroroso.

-Elí, estamos claros que te gusto, no hace falta que me insultes e intentes alejarte de mí, sé que soy irresistible- su voz de petulante, engreído, tonto simpático fue la gota que derramo el vaso, me levante del suelo y abrí la puerta de un fuerte golpe para salir y enfrentarlo.

- te crees especial ¿eh?, ¿crees que puedes venir y jugar con mi mente?- en ese momento mis ojos estaban de un color fucsia intenso casi rojo, el me quedo viendo con los ojos grises abiertos como dos platos hermosos ojos grises y tenía algo más en su mirada, ¿miedo tal vez? No lo sabía, pero lo que si sabía era que estaba furiosa, me molestaba que fuera tan engreído desde el primer día fue así, en ese momento hubo un frio en todo el ambiente del pasillo se sintió una gran brisa en el aire y cuando estuve distraída completamente… me golpeo contra la pared, estaba pegada a ella no podía moverme él tenía mis brazos presos en sus grandes manos, me arrastro hacia arriba en la pared hasta que mis ojos se encontraron con los suyos, que ahora eran de un color azul intenso, eran electrizantes se veía poder correr atreves de ellos, se me levantaba la blusa negra que llevaba y se colaba el frio por allí, en mis brazos totalmente blancos se estaban dibujando la marca roja de sus dedos marcados, me dolía pero no dije nada, solo voltee el rostro no quería ver aquellos gélidos ojos verme con aquel odio y aquellas ganas de que le dijera algo, pero no le di el gusto no le dije nada, el suavizo el agarre al ver mi reacción y escuche un suave suspiro.

- ¿quieres saber que soy? Pregunto con resignación y cansancio en la voz, titubee antes de responder y verle a la cara, la cual la tenía relajada pero mirando a otra parte, tuve miedo de su repuesta pero finalmente respondí.

-sí, ¿me dirás?- me sorprendió ver que en su rostro se dibujó una sonrisa tras mi respuesta.

-sabía que no me temerías tanto- suspiro larga y tendidamente, con la mirada en otra parte y parecía que pensaba las palabras adecuadas para decir de una vez por todas lo que era, aun no soltaba mi agarre y yo aún colgaba de sus dos manos pegada a la pared a unos veinte centímetro del suelo, hay me di cuenta de lo alto que era por lo que veía le llegaba por el hombro, volteo asía mi con una mirada suplicante de por favor no me creas un monstruo y finalmente abrió la boca para decir algo pero en eso se acercaba más y más hasta que sentí su aliento muy cerca de mi rostro con cada respiración de el mi cuerpo temblaba de diversas emociones, y él sonrió al ver que cerré mis ojos en señal de espera del beso.

- ¿tan irresistible soy para ti?, ¿Qué aun en un momento en el que esperas que te revele que soy, esperas que te bese?, me impresionas eh pensé que tenías más auto control.

-estúpido- espete, fue lo único que se me ocurrió gritarle a aquel tonto que lo que hacía era jugar con mi juicio-¿sabes lo que eres? Eres un estúpido bueno para nada, engreído y tonto- le dije luchando contra su agarre, pero fue más fuerte que yo y hay me quede otra vez entre su cuerpo y la pared, el espacio que había se acortaba más y más hasta que no hubo más espacio de separación y en ese momento sin ningún aviso, de su espalda brotaron alas unas hermosa alas negras que se veían suaves, tenían plumas grandes brillante y espectacularmente hermosas, intente que mi mandíbula se quedara en su lugar pero fue inútil, abrí la boca con una expresión que le causo risa y al fin me soltó, el aún tenía los ojos azul y expresivamente hermosos sus alas brillaron de una azul tornasol por un momento, yo no sabía qué hacer si correr o quedarme hay viendo más detenidamente sus alas pero él lo único que hizo fue verme esperando una reacción, y ahí fue cuando me dijo.

-soy un ángel, un ángel caído pero no te asustes no es lo que piensas o debo decir no es lo que te hacen pensar, si me dejas te puedo explicar mejor.

-p…p... podrías explicarme creo que entenderé mejor las cosas- mi voz tembló al igual que mi cuerpo, mi mente no asimilaba todo lo que acababa de pasar él era un ángel, no no espera peor aún un ángel caído, me había enamorado de un ángel caído lo que significa que me enamore de un demonio.

-te explicare, pero aquí no podemos, debemos ir a otra parte nos pueden encontrar y no quiero que veas algo más, no sería bueno para tu mente recibir tanta información de golpe.-  me lo quede viendo con más preguntas en mi mente, aun no comprendía mucho y ahora le agregaba más, enloqueceré eso es seguro dije a mi misma.

-espera, espera un momento vamos más despacio, ¿qué es lo que no nos puede encontrar?, ¿eres malo?, ¿Qué quieres de mí, si soy una simple humana?, ¿Por qué me haces esto a mí?- mis preguntas se quedaron en el aire, el no contesto se limitó a agarrarme de la mano y arrastrarme fuera de ese pasillo, lejos a más y más pasillos me sorprendió ver más pasillos en el instituto de los que nunca había visto.

- todo es una ilusión, este instituto es en realidad más grande de lo que tú y los demás pueden ver, pero ahora como ha abierto un poco más los ojos a tus sueños ves lo que yo y los de otros mundos vemos, no todo es lo que parece linda, todo tiene su lado mágico y especial.- dijo con una sonrisa mientras me llevaba más lejos del lugar, llegamos al estacionamiento donde vi solo una camioneta vieja pero en buen estado aparada justo frente a nosotros.

- ¿la robaras?- dije con un poco de inseguridad en mi voz no estaba segura de nada en estos momentos,¿ y no me gustaba para nada la idea de robarle algo a alguien.

-no robare, esta me la presto un amigo, no robo - callo por un momento antes de seguir hablando- no robo siempre - rio después de ver mi cara de desprecio, me abrió la puerta del copiloto y entre él se sentó a mi lado y encendió la camioneta.

-iremos a un lugar donde estaremos a salvo y te podre contar todo- me miro y sonrió con sus grandes y hermosos ojos grises viéndome.