Through the dark.

One thing.

Desperté, y pude comprobar cómo Harry estaba cumpliendo su deseo, ese que mis padres no le dejaron realizar el día anterior. Estaba mirándome, medio incorporado, con la cabeza apoyada en su mano, mientras sonreía.

-¿Nunca te han dicho que estás preciosa cuando duermes?- su sonrisa iluminaba toda la habitación.

-Nunca me han dicho demasiadas cosas bonitas, al menos sintiéndolo de verdad.- dije recordando mis años de relación con Sam y anteriormente con Michael.

-Eso no volverá a ser así.- con su mano sujetó mi mentón mientras se acercaba para darme los mejores buenos días que podía imaginar.- ¿A dónde va a llevarme mi guía turística preferida?

-Yo también sé dar sorpresas.- dije mientras presionaba sus labios devolviéndole un poco del calor que acababa de darme, en medio del frío que hacía en mi habitación.

Se acercó a mi. Ambos estábamos totalmente desnudos. Presionó mi cuerpo contra el suyo y pude notar el calor que desprendía. También pude notar que se había despertado muy contento. Demasiado. Me eché a reir en cuanto me di cuenta, y él empezó a ponerse colorado. Nos levantamos, le di una toalla y se metió en la ducha. Le di dos minutos.

-¿Se puede?- dije cuando ya estaba dentro del baño.

-Claro, pasa. ¿Necesitas algo?- No contesté. Me saqué la bata de casa que me había puesto para cruzar el pasillo, por si había alguien en casa, la tiré en el suelo y abrí la mampara, totalmente desnuda. Parecía sorprendido de la forma en que estaba actuando, pero al mismo tiempo no se le veía nada disgustado.

-A ti.- Dije entrando en la ducha con él.- ¿Ahorramos agua?- Me acerqué a él hasta sentir el roce de nuestras pieles y el agua empezando a deslizarse por mi pecho.

-Claro, hay que cuidar el medio ambiente, ¿no?- Sonreía sin parar.

Empezamos a besarnos mientras sentíamos el agua correr por nuestros cuerpos. Estaba demasiado fría para mi, pero no me importaba, porque él estaba consiguiendo aumentar mi temperatura corporal con una rapidez y una facilidad increíble. Con una mano me cogió por la cadera mientras que con la otra empezó a bajar en dirección a mi pelvis, pero sin intención de introducir sus dedos en mi. Se puso a jugar con mi clítoris y yo instintivamente levanté mi pierna derecha hasta apoyarla en un bordillo que sobresalía de la pared. Empecé a gemir, y él sonreía. Apoyaba su risa en mis labios. Me aspiraba en cada beso. Empecé a arquear mi espalda hacia atrás y aprovechó ese momento de descuido para introducir dos de sus dedos en mi. Reaccioné enredando mis dedos en su pelo y acercándolo a mi para besarlo con mucha efusividad. Bajé una de mis manos para comprobar su nivel de excitación. Alto, muy alto. Rodeé su pene con mi mano y empecé a masajearlo suavemente, siguiendo el mismo ritmo que él tenía en su tarea, y luego acelerando poco a poco. La mano se me hacía pequeña para acaparar su miembro. Seguimos así unos minutos hasta que finalmente me penetró, mientras yo rodeaba su cuello con mis brazos. Un pequeño escalofrío recorrió toda mi columna vertebral. Apoyé mi cuello y mis omoplatos en la pared, quedando casi horizontal, mientras Harry seguía dándome un placer indescriptible. Noté un gran contraste entre el frio de la pared y el calor de mi cuerpo. El agua ahora me caía por el pecho y la barriga. Harry estaba sujetándome por mis caderas, pero soltó una de sus manos para poder masajear mis pechos. Se acercó y mordió suavemente uno de ellos. Di un suave golpe en la mampara con mi mano abierta y me quedé así, apoyada en la pared, en la mampara, y en Harry. Demasiada pasión en tan poco espacio. Puso su mano en mi espalda y me incorporó para empezar a besarme y a morderme el labio justo en pleno clímax, lo que hizo que disfrutase aún más el momento. Volví a arquear mi espalda hacia atrás entre gritos de placer y finalmente llegamos al orgasmo juntos.

Salimos de la ducha, entre risas y carantoñas, y fuimos a vestirnos. Bajamos a desayunar y al terminar nos montamos en el coche, pero esta vez en el mio. Arranqué, y empezó a sonar 'Over again'.