Little things.

525 22 6
                                    

Habían pasado 5 días desde que me habían dado el alta médica y Harry no se había separado ni un minuto de mi. Hoy no era diferente, y cuando abrí los ojos allí estaba él, sentado a mi lado en mi cama.

-Venga Becs, vamos, que tienes médico en dos horas.- dijo mientras me acariciaba suavemente la cara para despertarme.

-¡Mmm! No quiero levantarme. Hace frío, y aquí se está muy calentito.- gruñí y me di la vuelta tapándome con las mantas hasta las orejas.

-Venga, o llegaremos tarde.

-¡Quiero dormir!

-Pero Becca, es tarde. Además, si tú duermes, ¿qué hago yo?

-Harry, no seas mi padre.- abrí la cama por un lado- Métete aquí conmigo. Sólo diez minutos y nos levantamos.

Se metió conmigo en cama y me abrazó por la espalda. Me dio un beso en la cabeza y yo, en un acto reflejo, me di la vuelta para poder perderme en su mirada. Puso su brazo por debajo de mi cuello y yo posé mi cabeza en su pecho, abrazándolo con todas mis fuerzas. Me relajé. Quería dormir pero ya no era capaz. Estaba soñando despierta, ¿para qué dormirme? Me concentré en escuchar el sonido de su corazón, que iba cada vez más acelerado, y así se pasaron los diez minutos, escuchando la melodía más bonita que había oído en mi vida.

Nos levantamos, me duché y me preparé para ir al médico. Harry quiso prepararme el desayuno pero le dije que no tenía hambre.

-Tienes que comer más, Becca.- dijo con cara de pocos amigos. Creo que empezaba a sospechar algo de lo que me pasaba, y quizás lo mejor sería contárselo yo antes de que se enterase por otras personas. A lo mejor ya había llegado el momento.

Subimos a su coche y fuimos al hospital. Todo parecía ir bien, así que nos volvimos a casa. Mis padres no estaban, como de costumbre, asi que comimos con mi hermana. A pesar de que llevaba más de una semana sin separarme de Harry, seguía nerviosa cada vez que estaba con él. Se le notaba rara en su presencia. Supongo que ella seguía viéndolo como su ídolo, y yo me comportaba con normalidad porque lo conocía, lo había visto por dentro, me había desnudado su alma y sabía como era, más allá de lo que mostraban las cámaras de televisión y las revistas.

Al terminar recogimos entre los tres y mi hermana fue a prepararse porque había quedado, asi que Harry y yo fuimos a mi habitación. Estaba bien que hiciese algo de vida social, y que empezase a verse con sus amigos me reconfortaba, pues todos lo habíamos pasado muy mal con todo lo que le había pasado.

Entramos a mi cuarto. Me sentía preparada para confesarle una parte de mi vida de la que no estaba orgullosa, pero que seguía presente en mi; algo que mucha gente sabía pero que no había hablado con nadie, exceptuando Kate, y muy pocas veces. Se sentó en mi cama con las piernas cruzadas y se pasó la mano por el pelo. Me miraba sin decir nada mientras yo rebuscaba en mis cajones. Al fin encontré lo que quería y lo fui recopilando todo encima de la mesa de mi escritorio. Fotos, papeles, cartas, y una pequeña libreta decorada que hacía servicio de diario.

-Becca, me voy. Esta noche nos vemos.- dijo mi hermana desde el pasillo, mientras empezaba a bajar las escaleras.

-Está bien Kate, ¡pásalo bien!- grité para que me escuchase.

Harry seguía sin decir palabra, mirando atento cada movimiento que daba. Agradecía el silencio. Prefería dar las explicaciones todas juntas en cuanto tuviese todo preparado. Me puse a pensar en si debía hacerlo, me daba miedo su reacción. Él me tenía por una chica fuerte, y con esto sólo demostraría lo frágil que soy. Decidí dar el paso. Tenía la garganta seca y me costaba hablar, pero reuní fuerzas y empecé.

Through the dark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora