Over again.

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Me monto en el coche con mis padres y mi hermana. Todavía se me hace raro que vengan a buscarme a casa de Harry, a nuestra casa, y eso que ya llevo viviendo con él casi dos meses.

-Cariño, ¿cómo te han ido los exámenes? ¿Te han dado alguna nota más?- pregunta mi madre al verme.

-Bien, he sacado un 8,8 en psicología del desarrollo y ahora sólo me falta por saber una nota más, las demás ya las sabes.

-Estas muy guapa Becs.- corta mi hermana, la cual hacía mucho más que no veía a causa de mis exámenes y los suyos.

-Tú también enana.- le acaricio la cabeza al tiempo que le sonrío.

-Te lo digo en serio, el embarazo te esta sentando genial, y ahora que se te nota algo la barriguita estás más bonita aun.- me pasa la mano por la tripa y ambas sonreimos.

-Eres un amor.- nos abrazamos.

Lo que queda de camino, casi todo, nos lo pasamos calladas. Mis nervios aumentan a cada paso que damos, a cada kilómetro que recorremos.

-Mira.- me enseña el twitter abierto en su móvil y puedo ver una foto de Harry conmigo.- Sois Barry.- se rie.- ¿Recuerdas cuando éramos nosotras las que hablábamos de los romances de los chicos?

-¡Cómo olvidarlo!

-Y ahora tú formas parte de uno de ellos...- me sonríe y no puedo evitar devolverle la sonrisa.

La conversación apenas dura un minuto que me sirve para relajarme sin ni siquiera darme cuenta, aun que al terminar los nervios acuden a mi como las abejas acuden a las flores o los alcohólicos a la botella.

Llegamos, y mi estómago empieza a danzar dentro de mi al tiempo que mi padre aparca el coche. Las ganas de vomitar acuden, pero esta vez no estoy segura de si son por el embarazo o por el miedo. Otra vez ese horrible sentimiento, otra vez el terror corriendo por mis venas.

Bajamos del coche, andamos un trozo y me paro en seco, y me quedo quieta admirando el enorme edificio de estilo románico hecho en piedra en un tono gris muy claro. De pronto siento una mano que aprieta fuerte la mia. Miro hacia mi derecha y mi hermana me sonrie intentando transmitirme la tranquilidad que ni ella misma posee en este momento.

Echamos a andar pero a mi me cuesta avanzar. Otra vez vuelvo a sentir esa sensación dentro de mi que me paraliza. Consigo acortar la distancia hasta la puerta cuando veo una figura conocida.

-Kate, ¿qué haces aqui?

-¿Creías que te dejaría sola? Eso nunca, bebé.- me abraza.- ¿Cómo estás?

-Aterrada, la verdad.

-Tranquila, todo saldrá bien. ¿Y Harry?

-Trabajando. Hoy está en Alemania.- suspiro con un notable poso de tristeza en mi voz. Nadie puede ayudarme en un día como hoy, sólo él, y él no está.

-Estaba en Alemania.- susurra una voz en mi oido mientras que unas manos recorren mis brazos empezando por los hombros hasta llegar a mis manos, produciéndome un escalofrío que parte de mi columna vertebral hacia el final de cada terminación nerviosa de mi cuerpo. Me giro y lo abrazo sin ni siquiera mirarlo.

-¡Estás loco! ¿Qué haces aquí?

-No es locura, son prioridades.

Le doy un beso y vuelvo a abrazarlo todo lo fuerte que soy capaz. Necesito su paz, su tranquilidad, su positividad.

-¿Estás preparada?

-La verdad es que no.

-Vamos, tienes que ser fuerte y pronto se acabará todo esto.- me da un beso en la mejilla y tira suavemente de mi brazo de manera que echo a andar hacia una de las puertas.

Through the dark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora