≈Memoria≈

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"Entonces el chico de ojos verdes suspiró con un notorio sonrojo adornando sus mejillas, el joven en la camilla me miraba con una media sonrisa. Sus ojos verdes estaban empañados por las lágrimas, el sonido de la máquina que registraba los latidos del de cabello bicolor. 

—Te amo, Midoriya.—Dijo antes de cerrar sus ojos, el pitido de la máquina se hizo constante. El joven solo pudo llorar."

—¿Izuku?— Preguntó la chica de largo cabello oscuro al entrar en la habitación del chico, su hermano menor cerró de golpe su computadora y limpio sus lágrimas. Tsuyu sonrió.—¿Qué haces?—

—Leía fanfics...Tododeku— Admitió con una voz avergonzada, el chico estaba muy cómodo acostado en su cama, no se había levantado en todo el maldito día, creía haber pescado un resfriado en aquella cita con Todoroki, donde se negó rotundamente a usar la chaqueta del mayor. —Hay fans que hacen cosas muy raras...—

—Pero aún así te emocionaste.— Se rió Tsuyu. — ¿Te sientes mal?— Le dijo al notar el rostro completamente rojo, se acercó al menor a comprobar la temperatura con su mano. —Tienes fiebre.—

—Lo note.— Murmuró, la chica lo miró un rato. Siempre había tenido la habilidad de notar cuando su hermano estaba mal.

— ¿Qué tienes? — Izuku se sorprendió. —¿Bakugo o Todoroki?—

El chico se rió en su cara, de no ser por su hermana habría olvidado que algo había sucedido con estos dos chicos, por un lado estaba Todoroki. Izuku mentiría si dijera que el chico de cabello bicolor le seguía desagradando, de hecho comenzaba a llevarse muy bien con él, además de lo que lo estaba empezando a considerar un amigo. Había visto que el mayor se cortaba, era la única cosa que mantenía a Todoroki atado a sus pensamientos, el pecoso siempre había sido muy entrometido, por lo que quería saber qué dolores pasaba el chico.

Por otro lado estaba Bakugo, quien siempre fue un buen amigo, el más cercano que tuvo alguna vez, se había comenzado a distanciar, lo sentía muy lejano. Todo el mundo hablaba de la aparente nueva pareja del rubio, y él, quien se consideraba su mejor amigo, no sabía nada. Sin contar lo del beso.

—Ninguno, Tsuyu. Solo estoy resfriado.— Le tranquilizó, pero eso no sirvió de nada, su hermana se había instalado a su lado dispuesta a escuchar lo que Izuku tuviera que decirle. —Bien... Cuando salí con Todoroki debí pescar un resfriado, ah y cuando ví a Bakugo me besó. —

La chica lo miró por unos segundos, su hermano seguía con expresión neutra, no era eso lo que le preocupaba, le preocupaba la situación de Todoroki, le preocupaba perder a su mejor amigo. Ella lo notó, pero decidió no presionarlo.

—¿Y?— Preguntó ella, una reacción idéntica a cuando el Izuku le confesó su relación con un chico. Tsuyu solo contestó un "¿Y?" Ya que ella no comprendía por qué, que su hermano menor saliera con un chico era motivo de sorpresa. —De cualquier manera no es la primera vez que te besas con Bakugo.—

— ¿Qué?— Preguntó extrañado, no conocía ningún otro momento en donde eso hubiera pasado, su hermana se levantó a toda velocidad huyendo de la ola de preguntas que saldrían de la boca de su hermano.

Izuku trato de hacer memoria, pero todo lo que se le venía a la mente era una fiesta con todo el cast de Boku no Hero Academia, donde como todos, se había pasado de copas.

La música a todo volumen le molestaba, por no mencionar las luces de diferentes colores que le cegaban por momentos, Izuku decidió salir por unos segundos, el frío de la madrugada le recibió, estaba con una camisa sin mangas, y no quería volver a buscar su chaqueta, así que con mucha fuerza de voluntad salió aún con el frío tocando sus brazos. El lugar era verde y tranquilo, incluso si caminaba un par de pasos podía escuchar despacio y lejana la música, aunque con el alcohol recorriendo sus venas solo pudo caminar unos cuantos pasos para sentarse en una de las mesas de la terraza, varios de sus compañeros de equipo estaban sentados ahí.

Mina fue quien le invitó a sentarse, la chica de piel bronceada y cabello teñido a rosa le recibió con una sonrisa, arrastraba las palabras por el alcohol que había ingerido hace unos minutos, Izuku estaba en las mismas condiciones, después de todo no recordaba ninguna palabra de la larga conversación que tuvo con ese grupo. Hasta un momento, parecía que el alcohol huyó de su cuerpo en ese momento ya que recordaba cada segundo de ese momento. Mina tomó una de las tantas botellas de cerveza vacías y con una sonrisa que solo alguien que ha tomado puede entregarte la puso en el centro de la mesa.

—¿Se animan?— La pregunta quedó en el aire, ya que nadie tuvo opción de contestar, ya que la chica ya había hecho girar la botella. Un grito colectivo se escuchó en el pequeño grupo de apenas siete personas.

La botella se detuvo en Sero, la chica sin una pizca de vergüenza se acercó al chico y le robó un beso, el azabache quien había tomado más del grupo simplemente se veía confundido.
Tras una cantidad de risas y bromas de Eijiro y Denki el juego continúo. El pelirrojo fue quién hizo girar la botella, la suerte la hizo detenerse frente al rubio con el mechón negro en su cabello.

—Oh Denki, permíteme besar tus labios.— Le dijo en medio de carcajadas, aún así se acercó al otro.

—Eijiro, he esperado toda mi vida este momento.— Le respondió de la misma forma, su beso fue el más largo de esa mesa, ya que todos los obligaron a repetirlo varias veces, ya que ninguno de los dos dejaba de reír.

El turno fue de Izuku, quien algo aburrido hizo girar la botella, cuatro vueltas exactas antes de detenerse frente a Bakugo. El alcohol hizo que lograra acercarse al chico sin vergüenza o miedo, ya que al día siguiente no recordaría nada, de hecho no recordó nada por un año y unas semanas. Recordaba con vergüenza haber tomado el rostro del chico en sus manos para besarle.

¿Por qué estaban jugando un juego tan infantil?  ¿Por qué estaba besando a su mejor amigo? ¿Por qué no le asqueaba el recuerdo?

Fueron varias rondas del mismo juego, en el transcurso de eso se acabaron dos cajas de cerveza. Tsuyu fue quien se lo llevó arrastras, o al menos eso recordaba. Pero era imposible que su hermana se lo hubiera podido sola, ella era más baja, y él no era precisamente delgado, trato de hacer memoria por más tiempo del que fue consciente, alguien lo había cargado hasta su casa, pero no podía recordar quién. Pero recordaba la sensación de estar en sus brazos.

El destino hizo otra vez una jugada peligrosa, la chica de largo cabello oscuro envío en mensajes que había escrito, pidiéndole por favor si podía ayudarla con la cocina, Midoriya no sabía que quien  le había cargado y cuidado de él, era el mismo que había recibido el mensaje de su hermana, bajo el contacto de 'Mitad y Mitad'

Lo siento, de verdad, pero no saben la cantidad de cosas que tuve estas semanas, y eso que yo no soy de estudiar, tuve que hacer varios trabajos, muchas pruebas, leer un libro, sin mencionar todas las pruebas y cosas que tengo está semana. Prometo subir capítulo, pero dudo que con la misma frecuencia que antes. La siguiente semana será más tranquila, quizás pueda escribir. 

De cualquier manera si leíste todo esto, Gracias por leer~

Cámaras Apagadas   [Katsudeku/Tododeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora