» No lo quiero reconocer;; Jori

Capítulo XIX

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Tori
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Me levanto de mi cama y me dirijo al salón para ver si Jade estaba por ahí, solo quería comprobar que todo era real.

Solo me quedaba el baño, así que fui allí y la vi, ¡la vi! Gracias.

-¡Jade! -grito y voy corriendo a abrazarla.

-¿Pero qué haces? ¡Quita! -grita apartándome.

-No sabes lo mal que lo he pasado, soñé que todo era mentira. Hasta mis poderes.

-¿Poderes? ¿Qué poderes? -me pregunta levantando una ceja.

-¿Los de la electricidad...? -respondo en un tono confuso.

-¿Qué? Vega, creo que has dormido mal y se te ha subido a la cabeza -dice cogiendo ropa y poniéndola en el cesto de ropa sucia.

-Claro que no -digo mirando la ropa- ¿y esa ropa?

-La tuya de anoche. ¿Sudas mucho no? Es que, hija mía, estaba apestando la habitación.

Yo solté una risa leve por su comentario.

-Entonces... ¿Lo de ayer que jugamos todos es cierto? -pregunto para empezar a hacerle un interrogatorio.

-Claro.

-¿Y Harry?

-¿Sí..? -responde con un tono de cabreo.

-¿Y Justin?

-¿Justin? ¿Qué? ¿Has dicho Just... -la interrumpo ansiosa.

-¿Y que Beck y tú rompisteis por tercera vez?

-¡Sí! Pero cómo..

-¿Y nuestros besos?

-¡Que sí!

-¿Y mis poderes?

-Eso ya no -dice cruzándose de brazos- oye pero, ¿qué te pasa? ¿Por qué tantas preguntas?

-Que me parecía que todo había sido un sueño. Pero parece ser que lo único que he soñado es lo de mis poderes -digo un poco alegre después de pensar la última frase- ¡entonces te puedo tocar!

-¿Qué? -pregunta pero la interrumpo dándole otro abrazo y dándole un beso en la mejilla.

-Oye Vega, tú estás muy mal, aparta. Sabes que no me gusta que me toquen.

-Lo sé, pero bien que te dejas besar por mí.

-Eh... -dice sonrojándose un poco- cállate.

Yo me río y ella me vuelve a mirar mal, pero como siempre, eso no hace que no me siga riendo.

-Venga Jade, ¿qué te cuesta?

-¿El qué?

-Lo de dejarte tocar -digo acercándome a ella.

-Nada, joder -responde mirándome de arriba a abajo- y deja de intimidarme.

-Anda, ¿te intimido?

-Mierda -susurra pero logro oírla.

Yo sonrío juguetona y pongo mis manos en su cuello.

-Vega, tengo novio.

Maldición, es cierto.

-Tienes razón. Pero hace dos días me besaste en donde Cat y no dijiste eso -digo apuntándola con mi dedo.

-Pero mi cuerpo reaccionó solo, joder.