Capítulo XVIII

5.5K 379 88
                                    

╔════════════════╗
Jade
╚════════════════╝

Yo me dormí también al ver que ellas dos no se despertaban, pero yo me despertaba cada dos por tres, cada vez que lo hacía veía que Vega estaba en otra posición diferente pero siempre apoyada en mí.

Menos mal que al día siguiente era sábado, así que no tocaba ir a clase. Pero después de cinco veces que me desperté, no me volví a dormir, no sabía qué me pasaba esa noche pero ya me quedé despierta.

Eran las siete de la madrugada, ya había casi amanecido y se podía ver con claridad todo, veía a Vega, que tenía su cabeza en mi estómago y sus manos abrazándome. Quiero apartarla de mí pero no sé por qué no puedo y la dejo ahí, aunque en verdad no me molesta del todo.

Veo que Cat va abriendo sus ojos y estirándose.

—Buenos días Jadey -me dice con una sonrisa.

—Qué tienen de buenos -respondo y Cat solo se levanta y se vuelve a estirar- no me llames así.

—Qué graciosa eres Jade -dice con su risita.

Ella se va hacia el baño y yo pongo mi mano en mi frente mientras doy un fuerte suspiro, la verdad es que tenía mucho sueño.

Cierro los ojos por unos segundos pero un sonido que sale de la boca de Vega hace que los vuelva a abrir. Estaba ya casi despertándose, pero solo se retorcía. Le estaba cogiendo cariño pero molestarla aún era mi hobby, así que eso hice.

—¡Vega despierta ya! -grito en su oreja.

Ella grita y da un salto haciendo que se caiga del sofá, sí, dormimos en un sofá.

—No tiene gracia -se queja al ver que yo no paraba de reírme.

—Claro que la tiene -respondo aún riéndome.

—Agh -se vuelve a quejar llevando su mano a su cabeza y levantándose del suelo.

—Oye, Vega.

—¿Qué?

—No te lo he dicho pero hoy hemos quedado con todos, Cat también lo sabía.

—Ah bien, me encanta cuando me entero de todo -responde resoplando.

—Te aguantas.

Ella me mira ofendida y se vuelve a sentar al lado mía.

—Jade.

—Qué quieres -respondo fríamente y secamente.

—¿Lo de ayer no fue un sueño?

—¿El qué? -pregunto confusa.

—Eh... -se sonroja- el beso.

—Ah, no. ¿Por qué?

—Nada, nada. Solo era curiosidad.

—Pues vaya curiosidades más estúpidas tienes.

—Cállate -dice señalándome con el dedo.

—Estoy callada.

Ella solo resopla, ¿dónde está la Vega que me enfrentaba siempre?

—¿Qué te pasa? -pregunto frunciendo un poco el ceño.

—Anda, te has preocupado.

—Deja de decir eso y respóndeme -digo poniendo una pierna encima de la otra.

—No me pasa nada.

—Sí, claro. ¿Te crees que soy tonta?

—No, no, no -responde con miedo. ¿Pero por qué ya no me enfrenta?

» No lo quiero reconocer;; JoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora