♠ Jueves - Gender Bender ♥

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Este OS está basado sobre hechos reales: originalmente quería escribir una songfic pero al final me parezco más apto para la temática de mañana. Más tarde había pasado por un tumblr y al ver un gifset de la "10 reinas más poderosas de la historia", no pude resistir. Me inspiro de Razia Sultan, O Razia Al-Din (veis? ;) ), quien según unos expertos tuvo una relación con uno de sus esclavos a pesar de las opiniones de los otros gobernantes de India. Espero que disfrutéis!

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Yuuri había corrido lo más rápido que podía por los pasillos del castillo al enterarse de las noticias. Sin hesitación sus pasos lo habían llevado hasta la habitación de la princesa de la cual estaba encargado.


Toco a la puerta, pero no recibo respuesta. Llamo otra vez igual de suave, pero esta vez utilizo el nombre de su princesa.


"Otabek..." Dijo suficientemente alto para que la oiga.


Ni siquiera había empezado su frase que la puerta se abro de repente y una mano le empujo hasta el interior del cuarto.


Vestida como un hombre, su cuerpo de mujer escondido por la túnica que la cubría desde su corona de pelo hasta sus pies. Lo único visible de ella era su cara, con las mejillas y los ojos ahora enrojecidos y mojados por las lagrimas.


"Otabek..." Susurro, se acerco a ella como si se trababa de un animal herido y salvage que intentaba ayudar.


La princesa le atraigo hasta ella, abrazándolo con fuerza como si fuera por desaparecer en un momento. "No quiero casarme con él, Yuuri! Como pueden hacerme esto!"


Yuuri suspiro contra su cuello, acaricio su espalda y devuelvo el abrazo al arragarla más contra él, un brazo


"Si, lo sé que es injusto Otabek, pero esas cosas van más lejos de lo que podemos hacer nosotros, yo en particular. Pero aun así solo soy su esclavo, su majestad, y su sirviente más leal y siempre lo seré yo.


"No lo digas así, Yuuri, cariño. Me entristece escucharte hablar de tu mismo con tanto desprecio."


"Pero al fin no es la verdad, mi reina?" La miro con una sonrisa triste.


Todo el mundo en el palacio estaba enterado de la relación peculiar que entretenían los dos desde su infancia. Muchos rumores circulan hasta fuera en el reino, por todas clases sociales. Según algunas versiones, Otabek y él eran amantes, otras fuentes simplemente los identifica como confidentes cercanos.


Más recientemente, se había escuchado que la sultana quería nombrarle para que se vuelva el Superintendente de los establos, un puesto sumamente importante para un muchacho quien había pasado su vida en la clase más baja que existía en el mundo, y quien no conocía tan bien los asuntos políticos. O eso lo creían los gobernantes que reinaban al lado de su ama. Por haber crecido y cuidado de la futura soberana desde cuando estaban ambos solos niños, siguiéndola por todas partes del mundo para que nada le ocurra, conocía mejor que nadie las leyes que dominaban el reino de los hombres y de los poderosos.


Paso un momento de silencio, antes de que la joven alzo sus ojos para mirarlo. "Salvame, Yuuri. Solo tú puedes hacerlo."


"Eh? Pero mi reina – "


"No me llames así, y ni empezar. Nunca habías utilizado mi titulo antes, y ahora no es el mejor momento para comenzar a hacerlo." Suspiro y se dirigió al exterior por la terraza, apoyando sus codos sobre el balcón y mirando por abajo la ciudad que se extendía desde las barreras del castillo hasta el horizonte. Parecía sin fin, como si el mundo entero fuera su propiedad.


"Podría hacer tantas cosas," murmuro, e Yuuri casi tuvo un infarto al enterarse de lo que implicaba la posición de la princesa sobre el balcón, "pero ni siquiera tengo el valor para armar mis planes. Aunque preferiría morir antes de casarme con el príncipe..."


Se giro para volver hasta él otra vez, tocando su mejilla con una mano y mirándolo a los ojos con todo el amor que sentía por él. "Pese a todo esto sigo mujer; soy egoísta, y no puedo verme llevar una vida sin ti, mi Yuuri."


Se sentía en conflicto con sus palabras. Su estatuto y su mentalidad de esclavo le impedían pensar en lo que decía su ama y su corazon, de tanto como había llevado una vida en la que se había acostumbrado a dejar sus propios deseos por atrás para hacer lo que convenía más para la princesa. Pero seguir pensando así seria negar todo lo que compartían, y demostrar hipocresía frente a la persona a la quien lo había dado todo, incluso la había corrompido con sus labios y sus manos sucias, marcadas por su situación precaria en este mundo. Tampoco podía imaginarse en un mundo en el cual no vivía a su lado.


"Entonces si, Otabek." Se arrodillo frente a ella, tomando su mano y besándola. "Iré contigo."

Fools in love  - *Otayuuri Week*Where stories live. Discover now