♠ Domingo - Héroes y/o Villanos ♥

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Venga, ya es domingo aqui en España/Francia, asi que publico de una vez. Como dicho antes, español no es mi lengua materna, asi un millon de disculpas si no comprendéis o no les encanta mucho la manera en la que escribo yo ^^'

Queria desarrollar mas este OS al escribirlo pero con todo el trabajo que he tenido durante esa semana y los preparativos para regresar a Francia, no he consecrado tanto tiempo como quiera a este tema (lastima de verdad, como me encanta la tematica de héroes y villanos.

[Autopublicidad: si léeis en inglés también, podéis pasar por mi cuenta AO3 a leer mi historia de héroes y villanos "Believing in yourself almost as much as you doubt", es un Yuuri/Harem :D

http://archiveofourown.org/works/10407114/chapters/22981431)

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"Tehas hecho daño otra vez."


Yuuri se giro hasta su compañero sin comprender lo de que hablaba. Siguió su mirada penetrante concentrada en su espalda, antes de ver lo que había atraído su atención. En efecto, su espalda llevaba una herida no profunda, pero que se parecía a unos rasguños bastante visibles, marcando su piel con lineas rojas que se destacaban sobre su cuerpo.


No estaban las peores heridas que había heredado tras de tantas peleas, pero aun así supuso que nunca se habituaría a verlas.


"Oh!Eso... Ni siquiera lo había visto. Debe resultar de la pelea de antes. Pero no te preocupes, pasara pronto."

Pero ya sabia que era una causa perdida. A diferencia de él, Otabek se preocupaba mucho más por su salud y por heridas potenciales que lo hacía Yuuri. Y pese a su imparcialidad constante, Otabek tenia una manera muy suya de expresar preocupación hacia los demás, algo que durante los últimos meses había demostrado lo más cuando estaba a su lado. Aunque siempre mantenía una cara seria, Yuuri había aprendido a notar los pequeños signos que traicionaban sus pensamientos. Era cabezón a igual que él, y nunca dejaba ninguna cosa pasar sin revisarla.


"Yuuri..." Le suplico en voz baja, tanto que Yuuri no era seguro de si se trataba más de una solicitud o de una queja.

Yuuri suspiro, y extendió una mano en la dirección del kazajo.


"Vale. Vente por acá."


Sin ninguna hesitación Otabek se acerco a él. Manteniendo sumirada conectada a la suya, tomo su mano y se arrodillo, levantando el dorso de la mano hasta sus labios y besándolo. El estomago de Yuuri se contrajo ante las acciones de su amigo, ya sentía sus mejillas colorándose por la sangre que subía en su rostro.

Los dos se habían vuelto inseparables desde que Yuuri había salvado la vida de Otabek. Por pura casualidad, de verdad, como lo repetía a menudo el japonés, insistiendo que cualquiera persona hubiera hecho lo mismo para él. Algo que Otabek dudaba profundamente. La noche durante la cual se habían encontrado por primera vez, Otabek se había topado sin querer con un grupo de individuos de la mafia italiana mientras salia de su trabajo. Por una razón que él también ignoraba, la banda le había seguido al fin de sus horarios tras ellocal, y casi le hubieran matado si Yuuri no había intervenido a tiempo para salvarle.


Al principio le había costado mucho reconocer al hombre frente a él, quien le daba la mano para ayudarle a levantarse. Su sorpresa fuegrande cuando puso identificarlo. Yuuri Katsuki, sucompañero de trabajo en el club, quien manejaba a la vez el bar ylos bailes de tubos. Nunca se habían hablado mucho durante los pocos horarios que tenían en común, pero habían sido suficiente para que se instale entre ellos un reconocimiento mutual.

Lo resto, como lo decían los demás, era algo de historia.


Todavía se preguntaba como habían llegado hasta este punto, este intercambio de identidades cuando llegaba el atardecer. Por supuesto resultaba de sus opiniones comunes sobre la gente de la ciudad, y en particular sobre los regulares del bar en el cual trabajaban. Pero la linea entre deseos y acciones efectivas seguía muy borrosa.

Yuuri no se consideraba como perteneciente a ningún lado. En privado Otabek le calificaba de vigilante, pero sabia que al pelinegro le importaban poco títulos de este tipo. Ser un héroe implicaba demasiadas responsabilidades que todavía no se sentía capaz de soportar y cumplir; aunque podía poner los demás antes de él, su sentido del sacrificio hacia que Yuuri no valora babastante su propia vida, siempre pensando que la suya importaba muy poco frente a otras, que no pesaba nada. De toda manera, quería a lo más profundo de su ser proteger el resto de la humanidad.


Asi se definia la dualidad muy extraña que hacia de Yuuri el hombre que conocía. Alguien dulce aun imbuido con inocencia, pero capaz de cometer los peores crímenes cuando se trataba de las personas que abusaban y acosaban a los indefensos del mundo en el que vivían.


Nuncalo admitiría, pero le rompía el corazón pensar que en los ojos del mundo entero Yuuri pertenecía al lado de los villanos, mientras que los salvados por ellos pensaban que Yuuri era de esos guardianes que cuidaban de los pobres y de las victimas.


Yuuri sonrió levemente, y movió sus dedos para acariciar la mejilla del kazajo apoyada en el dorso de su mano. Otabek cierro los ojos, dejándose llevar por el contacto contra su piel.


"Que haría yo sin ti?"

Otabek encogio los hombros. "Lo que estabas haciendo antes de que llegue en tu vida, supongo."


Yuuri se puso a reír, un sonido entre diversión y amargura. A pesar del tono de broma de Otabek, ambos sabían que les quedaría poco sin la presencia del otro en su vida.


"Quizás soy yo quien necesita un héroe, en fin de todo."



Otabek le miro fijamente y, tomando sus manos en las suyas, se levanto hasta estar frente a él y pego sus frentes. "Si eso es lo que deseas, entonces lo seré yo." 

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Fools in love  - *Otayuuri Week*Where stories live. Discover now