Como prometido antes, una chiquita adaptación de la escena del baile en Orgullo y Prejuicio, con nuestra hermosa parejita :D
Se acaba el Otayuuri Week y antes de nada, quería agradecer a todo el mundo que habrá tomado parte en este concurso de todas maneras posibles. Agradezco en primer lugar a @TheRealBlackWitch, gracias a quien ahora tenemos más fics de Otayuuri; agradezco a todos los autores que han escrito para el concurso y quienes han hecho obras tan hermosas en la imagen de esta pareja preciosa; agradezco a todos los que han leído y votado para esta obra, a pesar de mi pinche español y de mi falta enorme de imaginación. Me he divertido un montón durante esta semana y espero que a vosotros también les ha gustado!
Muchos besitos a todos <3 <3 <3
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
"¿Me concederá este baile, Sr. Katsuki?"
La noche de Yuuri posiblemente no podía haber sido peor. O por lo menos lo pensaba antes, dado los acontecimientos que siguieron el curso de la tarde que transcurría en la propiedad del señor Lee.
La noche había empezado llena de esperanza tanto para él que para su familia. El señor Seung-Gil había preguntado otra vez a su hermano menor, Phichit si le gustara bailar. Había perdido cuenta de las veces en las cuales habían bailado juntos, de tanto como parecería inapropiado para gente de su clase social, pero tenia por seguro que pronto Seung-Gil hablaría con su padre para que le conceda la mano de Phichit en matrimonio.
Yuuri, por su parte, solo esperaba ver otra vez el oficial Nikiforov, quien había encontrado en el pueblo durante una tarde de compras con sus hermanos. Le había encantado mucho al momento en el que sus miradas se habían cruzado, y si no se equivocaba le había gustado también al soldado. Pero al entrar en la casa y buscarlo por todas partes, se entero tras un baile con otro oficial de que había sido retenido por una misión que tuvo que completar lo más pronto posible, impidiéndole venir a la fiesta.
Yuuri había intentado no pensarlo más y disfrutar del resto de la tarde de tanto como podía, aun con su primo JJ cortejándole antes de fijarse en Isabella Yang, su mejor amiga. Podría haber sido peor como tarde.
Hasta que Otabek Altin le pida un baile.
"¿Acabo de conceder un baile al Sr. Altin?" pregunto a su amiga Isabella cuando se escondieron lejos de la multitud.
Isabella asintió con suavidad, no sin esconder la pequeña sonrisa que se dibujaba sobre so rostro. "Realmente creo que lo hiciste, Yuuri, yo lo vi con mis propios ojos."
Al ver a Yuuri que comenzaba a entrar en pánica, casi al borde de desmayarse, Isabella lo agarró por los hombros y lo sacudió. "¡Yuuri! ¡No tienes por qué preocuparte, esto es solamente un baile, como se suele hacer en la buena sociedad, y en buena compañía. A lo mejor lo encuentras encantador."
Frente a la expresión nerviosa en la cara de su amigo, toco su hombre para consolarlo. "No seas así, Yuuri. A veces la última persona en el mundo con la que quieres estar es la única persona sin la que no puedes estar. Porque al final el amor nos hace tontos a todos."
Debía de admitir que estaba exagerando cuando se trataba del kazajo. El Sr. Otabek Altin era, al fin y a cabo un verdadero gentleman, y le habría caído bien a Yuuri y al resto del pueblo si solo demostraba más humor en sus acciones y opiniones, las cuales expresaba con poca frecuencia pero siempre con muchas criticas. Desde el principio se había atrevido a decir libremente lo que pensaba de la familia de Yuuri, de su educación y de sus costumbres. Sin embargo recientemente su comportamiento parecía haber cambiado en la presencia del pelinegro. Intentaba empezar conversaciones con temas más variados, menos rígidos, y le preguntaba lo que le gustaba y lo que pensaba. Yuuri, aun con la primer impresión del señor muy seco en mente, no sabia como tomar este cambio.
Isabella le saco de sus pensamientos al llegar la hora del baile. "Vete ya, a bailar! No sea tonto, y no deja que tu capricho por Nikiforov te haga parecer antipático a los ojos de este hombre que vale diez veces más que él."
No tuvo el tiempo de contestar cuando Otabek Altin se le acercó para tomarle de la mano y guiarle hasta el centro de la habitación. Adivino el asombro de los otros bailarines al ver el kazajo invitarle a bailar, cuando siempre se había negado a bailar con otra persona que no sea Yuri Plisetsky o uno de sus familiares.
Se percato de la mirada intensa del azabache sobre él, e intento desviarla de su persona preguntándole unas cosas mientras bailaban.
"Pensaba que a usted no le gustaban los bailes. Parece que me equivocado, seguramente otra vez más a su juicio."
Otabek sacudió ligeramente la cabeza. "Quizá poco a poco me convenzo de que los bailes privados son más agradables que los públicos, por eso me acostumbro a los en los cuales no suelo tomar parte."
Yuuri frunció el cejo. "Pero eso no es un baile privado, señor Altin."
"Exactamente, señor Katsuki. Estos bailes siempre están causa por hablar, no es el caso ahora mismo? Aunque me encanta bastante conversar con usted, hay que conceder que son más preciosos los bailes privados, en los cuales no habla la pareja."
Yuuri sonrió. "Por qué le encanta tan poco bailar?"
Otabek se niego. "No tanto esto, sino que no se aprovecha el baile como debería de estar. Y tampoco podemos admirar nuestra pareja."
Yuuri se sonrojo sin querer. "Qué suerte entonces, que no tenga que admirarme!"
"Al contrario, lo hago." Su mano se quedo sobre la suya más tiempo que hubiera debido, antes de separarse cuando se acababa el baile."
"Cualquiera en su sano juicio se habría vuelto loco por usted."
YOU ARE READING
Fools in love - *Otayuuri Week*
Fanfiction"No podría decir qué momento, qué lugar, qué mirada o qué palabra sirvieron de base. Hace ya demasiado tiempo. Lo que sí sé decirte es que para cuando me di cuenta ya estaba metido hasta el cuello." Serie de one-shots para el Otayuuri Week.