Capítulo 2: acompañante

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Mientras bajaba noté que estaba aun más oscuro de lo que se veía desde arriba, no podía ver más allá de donde acababa la luz que entraba por el agujero, aun así continué bajando y cuando toqué al último escalón el agujero se cerro, dejándome en una total oscuridad, subí nuevamente las escaleras y desesperado empecé a golpear el lugar donde se supone estaba el agujero por el que entre.

  —*bang* *bang* ¿qué pasó? ¿Porque me encierran? *bang* *bang* sáquenme de aquí, sáquenmeee!!!!!!!! —grité como loco pero nada pasaba.

 De la nada una luz roja comenzó a iluminar el lugar o más bien las paredes del lugar empezaron a brillar con un color rojo vino intenso, las paredes eran como las de un castillo, ya saben, pequeños ladrillos color gris, solo que esta vez brillaban todos con un color rojo, así estaba todo el lugar o por lo menos hasta donde alcanzaba mi vista. No se veía nada más que un pasillo largo brillando de rojo.

 Luego de tocar muchísimas veces y ver que no pasaba nada decidí bajar las escaleras y empezar a caminar a ver a donde me llevaba este lugar. Desde que puse los pies en el suelo el color rojo con el que brillaba esta especie de cueva comenzó a brillar muchísimo más, tanto que me cegó casi por completo, así continuó por unos segundos y luego volvió al brillo original, me gire para volver a subir las escaleras y continuar tocando hasta que me abrieran, pero al voltearme ya la escalera no estaba, la jodida escalera había desaparecido por completo.

  — ¿qué mierda?.... Donde rayos están las escaleras — dije aterrado.

  — tranquilo.., solo sigue el pasillo hasta el final — dijo la voz entraña de hace un rato

 Mire a todos lados y otra vez no había nadie, el caso es que cada vez que escuchaba esa voz la sentía tan cerca que hasta podría decir que está en mi cabeza pero no concebía la idea de que una voz que no es la mía me indicara hacer cosas que no pensé y que no sabía, como lo de seguir la arena roja.

  —"esta misma voz me ayudo a encontrar este lugar, se que podría estarme llevando hacia mi propia muerte pero no podía hacer nada, más que seguir sus indicaciones" pensé.

  —si te quisiera matar lo más fácil hubiese sido dejarte en medio de la nada bajo el imponente sol y que el haga todo el trabajo ¿no crees? — dijo la voz extraña.

  —bueno tienes raz...!!...?????. ¿¿Qué rayos?? ¿Cómo me leíste la mente? — Grité paralizado del pánico.

  —te recomiendo que empieces a caminar, las luces se pagarán y todo será negro otra vez — dijo la voz extraña.

  —"rayos tendré que caminar" pensé (la voz ni me salía, estaba en shock, algo me hablaba y me leía la mente)

  —sí, y mejor que sea corriendo — dijo la voz extraña.

  —está bien pero deja de leer mi mente por favor — dije con la voz entre cortada por el susto

 Me puse en marcha y no paso mucho tiempo cuando note que la luz se estaba apagando poco a poco, acelere el paso para poder llegar a algún lugar antes de quedar en completa oscuridad, ya estaba muy agotado, tenía mucho tiempo caminando, primero bajo el sol cuando empecé a correr como loco, luego cuando seguía el rastro de la arena roja y ahora caminando en este pasillo, estaba muy cansado y tenía mucha sed, ya me costaba mantenerme en pie.

  —"rayos, tengo que descansar"  —pensé.

  —no hay tiempo para descansar, tienes que continuar o esto se pondrá feo Jaden — dijo la voz extraña.

  —esta vez ignorare que me leíste la mente y solo te preguntare ¿cómo rayos sabes mi nombre? —dije.

  —deja de decir que te leo la mente, porque no terminas de aceptar que estoy en tu mente — dijo la voz extraña Con un tono enojado)

Las Armas SagradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora