202 - Harún

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Comprendí que había entrado en un sueño lúcido. 

—¿Te sientes cómodo? —preguntó Sabah. Estaba parado dentro de una inmensa laguna, el agua me llegaba hasta la cintura; la acaricié con las manos, estaba tibia. Podía sentir la voz de Sabah muy cerca de mí, hablándome al oído aunque no pudiera verla.

—Descríbeme el lugar donde te encuentras —dijo Sabah con voz cadenciosa, como la que usan los psicólogos en una sesión de hipnosis.

—Es de noche, hay luna llena. Estoy dentro de una laguna, que está tibia. Muy relajado. Tengo apenas unas hojas de palmera que me cubren la cintura y los muslos. Me siento parte de una tribu, o un naufrago. Aunque no tengo hambre. Diría que es un sueño agradable más bien. 

—¿Puedes nadar dentro del agua?

Tomé aire y entré en la laguna. Vi un cardumen formado por pequeños peces de color amarillo, y luego otro con peces un poco más grandes, de color azul. Pasaron varios minutos, el aire no me faltaba. Podía estar sumergido largo tiempo así. Me dio curiosidad ir más profundo, nadé largo tiempo, hasta tocar la arena del fondo. En eso, vi un pequeño pez, que se arrastraba tímidamente sobre ella. Al acercarme, contemplé su obra maestra. Formaba círculos concéntricos de una precisión asombrosa sobre la arena. Le dije eso a Sabah.

—Ese pez existe en una de las costas de Japón. Tenemos que buscarlo —me dijo.

—¿Para qué?

—El cristal debe colocarse dentro de esos círculos. Así se cargará de una energía especial que ayudará a nuestra misión. 

—Explícame cuál es la misión. Ya ha pasado bastante tiempo desde que conocí a Haruna y no entiendo nada. Tú tampoco pareces querer revelar mucho. ¡Por favor, explícame!

La laguna se quedó sin agua en cuestión de segundos. Todo el mundo marino en el que estaba inmerso desapareció y la tierra se levantó hasta convertirse en una superficie plana, hecha de otro tipo de arena: la de un desierto. Estaba boca arriba, todavía con mi vestimenta tribal hecha de hojas. El calor era agradable por su levedad. No tenía sed, una suave brisa me reconfortaba. Me puse de pie y caminé. A lo lejos divisé un oasis. 

—¿Tú estás creando estas imágenes para mí? —pregunté en mi sueño a Sabah.

—Sí, te voy a explicar algunas cosas. Es mejor hacerlo así que usando un Powerpoint. 

Llegué al oasis y me acerqué a la laguna. Allí flotaban ocho planetas Tierra en círculo, con un planeta Tierra al centro de ellos, a la manera de boyas en una piscina. 

—En el 2015, los niños X trajeron una Figura, que se creó primero en el mundo central...

La réplica flotante del mundo central era cubierta por una figura de tres dimensiones, dorada y transparente que mutaba de número de lados constantemente. Empezaba siendo un cubo, luego un octaedro, y después tomaba múltiples formas con más lados. De repente, de uno en uno, los otros planeta Tierra alrededor fueron rodeados por figuras idénticas, que mutaban de forma imitando a la figura del mundo central. Solo en uno de los mundos no apareció la Figura.

—Ese es el mundo paralelo ocho. Nuestro mundo. Y como en él no llegó la Figura, nuestro destino es la aniquilación. Vendrá la tercera guerra mundial y otras crisis más.

Sobre la arena emergieron una gran cantidad de edificios destruidos, el crujido que hacía la tierra me puso muy nervioso. Escuché gritos, vi gente corriendo con desesperación, alejándose de nuevas explosiones. Perdí de vista la laguna con los planetas Tierra flotantes.

—¿Cuándo seremos aniquilados? —dije tragando saliva, perturbado por los rostros aterrorizados de las personas.

—El 23 de septiembre de este año.

—¿Y en qué día estamos?

—12 de junio. 

—¿Para eso viniste? ¿Para ayudarnos a evitar esta catástrofe?

—No, nadie puede salvar al mundo ocho. Quedarán apenas miles de humanos vivos aquí. Ellos serán llamados "La última humanidad" o "los sobrevivientes". Yo he venido para que ellos continúen en este planeta. Para que podamos hacerlo evolucionar espiritualmente. Pero eso solo será posible si ganamos el Gran Juego.

—¿El Gran Juego? ¿Contra Haruna?

—Cuando el Fin llegue, y solo quedemos los sobrevivientes, dos civilizaciones serán parte de el Gran Juego para quedarse en el planeta Tierra. Yo represento a la humanidad, Haruna representa a otra civilización. Es un juego donde nadie sufrirá, fue creado por entidades de otra dimensión para que sea un juego pacífico. 

—¿Por qué esas entidades no intervienen para salvar al planeta de su destrucción?

—Lo hicieron creando el sistema de ocho mundos paralelos girando en un mundo central, y enviando a los niños X. Intentaron salvar al mundo central y a sus ocho mundos paralelos. Pero todas las densidades, después de la aparición de la Figura, se desplazaron al mundo paralelo 8, a nuestro mundo. Ya no es posible salvar un mundo con tanta densidad, solo queda "resetearlo". 

Abrí los ojos y Sabah me acariciaba el cabello. 

—Sé que es demasiada información para procesar —me dijo—, pero poco a poco te iré dando más datos. Ahora, descansa.

Sabah me dejó solo en la habitación. Debí haberme quedado dormido en cuestión de segundos, por lo cansado que estaba después de esas visiones. Pero no pude, estaba muy intranquilo. La confirmación de que nuestro fin estaba cerca me producía escalofríos. Prendí la televisión, escuché el noticiero. Daban las noticias de siempre, las tristes noticias de siempre a la que todos nos acostumbramos sin quererlo. Nadie podía tener la menor idea de lo que iba a pasar.

FANFICTION - La estrella de Haruna (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora