Me acurruque un poco para sentirme más cómoda, pareció no importarle a este. El observo a sus alrededores y al no notar la presencia de algún monstruo comenzó a caminar.
Llevaba unos veinte minutos caminando, para nuestra suerte ningún monstruo apareció hasta el momento, el seguía cargándome, miraba a sus alrededores; parecía buscar algo. El dolor de cabeza aumento un poco haciendo que gimiera de dolor, el solo apresuro el paso, de cierto modo parece que le preocupo.
-¡Dark Pit!-paro en seco, abrí los ojos buscando al dueño proveniente de esa voz. Era Pit, de cierto modo me sentí aliviada de la presencia de los ángeles; intentaba parar mis gemidos pero me era imposible el dolor aumentaba. Al parecer ello llamo la atención de los dos ángeles, pues estos pararon de hablar, mi cuerpo no podía aguantar más así que este dejo de batallar.
Desperté, mi cuerpo se sentía húmedo, sentía aun los brazos de alguien en mi cadera, el dolor desaparecía a medida que el tiempo pasaba. Reaccione por completo, me di cuenta que estábamos en aguas termales, mire a quien estaba agarrándome de la cadera y en efecto era el ángel oscuro-él también estaba en las termas-, rápidamente me aleje de él, pues me sentía nerviosa. El miro confundido la situación pero al ver que ya me podía mover se sintió aliviado.
El simplemente coloco una mueca de disgusto, se separó un poco de mi e inmediatamente se dio la vuelta saliendo de las aguas termales, por mi parte solo observaba el cómo se alejaba lentamente del lugar, una vez el ángel oscuro salió de mi campo de vista, vi a mis alrededores para saber en qué lugar estaba, ahora que me percataba era de noche, estábamos en un tipo de bosque al aire libre. Mire mi ropa, esta se había puesto transparente, mi piel se podía ver a través de ella. Tape con mis manos las zonas más importantes, y doble mis pies para intentar tapar la otra zona, pronto yo me ruborice, pues tarde reaccione.
A lo lejos logre divisar unas ropas, al parecer él las dejo, salí de las aguas termales, tome las ropas y me cambie, las ropas mojadas las tendí en una roca para secarla. Gire a mi alrededor en busca del ángel oscuro, este no estaba, me aleje más de las aguas termales mirando a mis alrededores, logre divisar a lo lejos una luz, me acerque rápidamente y en efectivo era el, había hecho una fogata, estaba en frente de esta tomando un poco de calor al parecer, pues en la noche hacia frio y ello ya me estaba afectando. Giro a verme, por inercia me sonroje pues recordé la escena anterior, al perecer no se inmuto pues simplemente se levantó de su lugar, se acercó lentamente a mí y apuntó a la fogata con su mano derecha y poso su vista en esta.