Capítulo 2: Pesadillas. ||Parte 1||

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-Ronnie-

Llegamos a casa a no mas tardar de las 10:30. No comimos lo que Dylan había pedido, solo me trajo a casa donde creía que debería estar. Como siempre se porto muy atento. Me envolvió en una sabana y me dejo acostada en la cama mientras el hacia un te para que me relajara. Desde mi niñez había tenido ese tipo de problema, heredar un don de la magnitud de mi abuela era alucinante. No podía ser normal y eso me frustrada, me hacia sentir menos. Dylan desde el principio en que me conoció en la universidad, no me discrimino, sino que no podía creerlo. Decía que era muy interesante ese don y por mucho que me molestara, me hacia única. Mis pensamientos se interrumpieron al escuchar sus pasos fuertes en las escaleras.

A los pocos minutos la puerta se abrió dejándome ver su rostro preocupado. En sus manos se encontraba una bandeja, había hecho algo de comida.

—Espero sepas que te consentiré toda la noche si es necesario.

Sonreí. Su cuerpo cayo en la cama con delicadeza y se acerco a mi dándome un beso. Sus manos fueron a mi nuca y me presiono.

Me aleje.

—Olvídalo, tu deberías ir a dormir, mañana trabajas.

Su risa se hizo presente.

—Lo siento... ¿que fue lo que paso en el bar? ¿Viste algo extraño? —su pregunta era demasiado, no sabia con exactitud nada, no me atrevía a contarle... se espantaría demasiado y quizá, querrá que nos mudemos en cuanto antes.

—Solo lo de siempre, personas merodeando por que no han encontrado la luz.

—Estoy completamente seguro de que me mientes, tu rostro mostraba inquietud y horror.

Suspire dándome por vencida.

Pero cuando iba a abrir mis labios, la imagen apareció en mi mente... como un recuerdo fresco. Recordaba todo.

Sentía frio. El cristal ya no estaba, levante la mano para tocarlo pero... una chica salio detrás del árbol con su cabello completamente llevado hacia al frente... mi corazón comenzó a latir y quería salir corriendo. Su traje negro estaba totalmente destrozado, sus piernas sucias y brazos también. Comenzó a caminar hacia a mi y me quede mirándola detenidamente... pero de repente, un auto paso... y la arrollo.

Mis ojos se abrieron.

—¡Maldición! —grite levantándome y saliendo a toda prisa del restaurante. Sentí unas manos detenerme y mi cabeza comenzó a dar vueltas haciéndome que cayera hacia atrás.

Mis pensamientos fueron interrumpidos nuevamente con un leve movimiento de parte de Dylan, su rostro me decía miles de cosas, entre ellas preocupación.

—Hey, ¿te encuentras bien?

Asentí.

Medianoche.

Dylan me abrazaba con cuidado, tanto así que apenas me apretó al dormirse. Mas rápido de lo que creí, quede dormida.

Mis ojos se abrieron por un ruido que nunca había escuchado en mi vida, parecían... rasguñar la puerta pero la oscuridad me impedía poder descifrar de que trataba. Permanecí durante unos leve minutos mirando la puerta.

—Ronnie... —susurro acompañaron los rasguños. Parecía una bestia destrozando la puerta. Mire el suelo debajo de mi, estaba descalza y solo usaba la bata de dormir. Tan blanca, la única que amaba, y me había regalado mi abuela antes de morir. Levante la vista para divisar la puerta al frente de mi... no sabia si abrirla o no. ¿Que me esperaba detrás de la puerta?

Ronnie. (2017)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora