Señorita dieciocho & Señorito veinte

t r e i n t a y t r e s

James fue al apartamento donde vivía con Emma hace ya algunos años, tocó la puerta. 

Una. 

Dos. 

Tres veces. 

No había nadie. James Trainor se dio cuenta de que ella se había ido con su novio hacia la conferencia. Así que no podía leer su carta, estaba seguro de que no la volvería a perder. 

El evento empieza exactamente en dos horas y diez minutos. Podría llegar a tiempo, ya que si iba en taxi llegaría en 45 minutos. Pero, no tenía la ropa necesaria. No podía ir vestido con una camisa y un jean negro... 

Decidió llamar a Ramiro. 

-Tienes que ayudarme-dijo James con desesperación. 

-Tengo que terminarme hoy una serie-replica-Agh, James de mierda. 

-Sé que soy una mierda, no me lo recuerdes ahora. Mueve tu culo de ingeniero al apartamento de Emmi-le gritó. 

-Aún le sigues diciendo Emmi, ¿También acaso, señorita dieciocho?

-Sabes que sí, idiota. Ahora ven, estúpido. 

-Espera, me está llamando Emma. 

-¡¿Qué?!- dijo James sorprendido. Pero, su amigo no le contesta. 

Fin de la llamada. 

-Mierda, lo que me faltaba. 

-Disculpe, ¿Usted es el joven Ramiro Friar?-pregunta una señora de aspecto amable, con el cabello blanco por las canas y llaves en la mano derecha-. ¿Viene por las llaves?

James estaba por hacer algo de lo que no se arrepentiría, pero sabía que Emma iba a enojarse con él. 

-Ramiro llega en un momento, pero ¿Puede darme las llaves?-pregunta, es lo más idiota que ha hecho en el día. 

-Disculpe, joven. No puedo hacerlo, la señorita Emma me pidió un favor, solo entregarle las llaves a Ramiro Friar y usted no lo es. 

-Soy su mejor amigo... el mejor amigo de Ramiro...

-¿De dónde conoce a la señorita Emma? 

-Soy su...-Estaba a punto de decir "novio", cuando el joven Friar llegó. 

-Amigo del colegio, ya sabe... promoción. Soy Ramiro Friar, Emma me dijo que podía dar las llaves para sacar una caja y revisar su correspondencia. 

La señora le entregó las llaves a Ramiro. Los dos amigos entraron al apartamento. 

Todo era tan diferente, ya no eran las paredes blancas y azul eléctrico de antes, no eran los sofás cómodos de antes. Todo había cambiado, las repisas ahora eran de madera caoba y la decoración hueso y cereza; la alfombra no estaba en el mismo lugar y no era la misma-James se detuvo frente a la habitación que compartían de vez en cuando-tenían un par de cuadros de flores y cosas por el estilo, pero había uno en la pared que estaba al lado derecho de la cama, el lado de Emma, un violín. 

Una lágrima se deslizó por la mejilla de James. 

-No entiendo que es esto, Ram. Esto, todo esto no dice "Emma estuvo aquí". ¿Acaso cambió su color favorito? ¿Ahora es cerezo? La Emma que conocíamos era la chica azul eléctrico y verde agua, la chica desordenada y despeinada que llegaba siempre tarde. Nuestra Emma no vive aquí.

-Las personas cambian, amigo. Entiendo tu punto, pero ella cambió mucho desde que se separaron, se concentró más y mírala ahora, dando charlas por todas partes, siendo importante. No importa de que color sea el interior de su casa, tu sabes de que color es su alma. Eso nada lo cambiará.