Era una tarde un tanto fría de primavera y Jesús, como de costumbre, iba caminando al liceo tranquilamente. Miraba el paisaje contemplando su hermosura, viendo los detalles de las flores y asombrándose de cómo Dios había hecho tan bien todas las cosas en el universo.
Jesús aprovechando su habilidad para leer, se iba leyendo la palabra de Dios en el camino y se topó con algo que le llamó la atención, este era el versículo que él leyó: "Y Él dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo" (Efesios 4:11-13).
Jesús se quedó con el versículo rondando el lindero de su mente, de pronto el Espíritu de Dios le dice: Lo que eso significa es que cada creyente, debe desarrollar el carácter de Cristo, para que puedan llegar a la madurez espiritual.
Así estuvo pensando en aquella palabra largo rato, incluso luego de llegar a su sala de clases. Entonces Judas se le acerca, ya que veía que su atención estaba en un pensamiento interno y quería saber qué era lo que mantenía tan intensamente ocupado a su amigo.
-¿En qué piensas?- preguntó Judas interesado en la respuesta -en desarrollar el carácter de Cristo- respondió Jesús mostrándole el versículo a Judas y comentándole lo que el Espíritu Santo le había dicho, Judas también quedó pensando en que tenía que aprender a desarrollar el carácter de Cristo.
A la siguiente hora les tocaba historia y Jesús esperaba ansiosamente la nota de su prueba. Entonces, llegó el momento, el profesor entró al aula y se sentó en su silla y se puso a ver el libro de clases y se quedó ahí un buen rato. Luego de eso, pasa la lista y aún no hay señal de que quisiera entregar las pruebas. Ya después de un buen rato, saca de su bolso unas hojas y empieza a llamar a los alumnos por sus nombres.
Curiosamente, todos tenían un 6,5, excepto Jesús que tenía un 5,8. El profesor dijo ante el curso -Hay algo que me gustaría decirles, en las pruebas que tomé la clase pasada se vio una irregularidad, yo salí por unos momentos y ahora me doy cuenta que todas las pruebas eran casi iguales, las mismas notas, mismos aciertos y hasta mismos errores. Por lo tanto me doy cuenta de que hubo copia y voy a bajar un punto a todos los alumnos que copiaron, sólo les informo a ustedes para que vean la clase de compañeros que tienen, pero hubo una excepción, Jesús no copio, de hecho tuvo la calificación más baja y su prueba era diferente en sus respuestas, yo lo quiero felicitar delante del curso por su honradez y debido a que no puedo regalarle nota, le voy a bajar nota a los fraudulentos, y ahora sigan con sus cosas mientras pongo las notas-.
Al final sus compañeros quedaron con un 5,5 y Jesús con un 5,8 y con una grata sensación en su ser ya que se cumple la palabra que dice que lo alaben los demás y no él mismo.
Para qué mencionar que sus compañeros quedaron ardiendo en furia y los "copiones" se pusieron a discutir con Jesús.
Jesús creía tener la razón y ellos, por su parte, también, así que no había tregua, en ese momento Jesús recordó una enseñanza que había aprendido sobre cómo enfrentar conflictos, el primer paso es reconocer que podemos estar equivocados, que quizás nosotros estemos en un error y no el otro.
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El estudiante Jesús f5
Novela JuvenilUna obra dedicada a los estudiantes que han decidido seguir a Cristo. Espero te sea edificante. Es un libro terminado totalmente, pero lo iré actualizando semana tras semana para no poner todo de una vez. Espero les guste y les ayude. Recuerda agr...