Había pasado un poco más de un año viviendo en un pueblo lejos del castillo cuando KyungSoo tocó a su puerta en medio de la noche.
Él, por supuesto, estaba despierto. Los primeros años fueron tan difíciles de tratar que el insomnio venía cada noche, y los días se volvían aún más largos y solitarios. Yifan estaba abriéndose camino en el reino con ayuda de Joonmyun y sólo eso sabía. Sólo eso tenía que importarle.
Eso hasta que vio a KyungSoo, parado frente a la vieja puerta de aquella casa con un bebé en brazos, su cuerpo lleno de alerta y su rostro marcado de una expresión miserable que le hizo detenerse a cualquier palabra grosera que pudiera decirle por haber irrumpido de esa manera en su solitaria vida una vez más. La última vez que lo había visto le había pedido que se marchara y no regresara más, por el príncipe. Y después de todo el caos que hubo en dos reinos, obedeció, y llegó ahí con ayuda de Joonmyun; un pueblo olvidado y lejos del palacio, donde todos vivían más miserablemente por el abandono del rey, todos luchaban cada día por conseguir poco. Igual no había mucho, pero él estaba bien con eso.
Sin embargo, al parecer todo podía complicarse un poco más.
—Veo que vives tan cómodamente, es una suerte —dijo él en voz baja mientras caminaba dentro de la vieja casa. Su mirada llena de resignación y cansancio, al igual que su tono de voz.
—Todo esto es lo que me queda. —Todo lo que soy ahora, todo lo que vive en mí. Viejo, vacío, sin valor.
—Ya veo.
Después de ese vago intercambio de palabras, un llanto interrumpió cualquier pregunta que ChanYeol tenía por decir, cosas como "¿Qué haces aquí?" "¿Cómo supiste dónde encontrarme?".... "¿Él está bien?"
Así que lo que parecía más relevante de preguntar era:
—¿De quién es el bebé?
KyungSoo meció al pequeño bultito entre sus brazos, murmurando suaves susurros al bebé mientras le miraba con calma y dulzura. Poco a poco el llanto fue calmandose hasta quedar en pequeños suspiros cuando el bebé comenzó a dormirse de nuevo.
—Está muy frío aquí, no es bueno para el bebé.
—Todavía es mayo, no debiste sacarlo así de todas formas.
—Todavía es mayo, ¿eh? —murmuró con un poco de tristeza—. Aquí, creo que deberías cargarlo.
ChanYeol inmediatamente respondió un "No", pero KyungSoo se apresuró a extenderle el bebé y soltárselo entre sus brazos con poco cuidado, casi sabiendo que de esa manera sería poco probable que se negara. ChanYeol suspiró, pero enseguida dirigió su mirada al pequeño bulto que no era más que ternura pintado en piel pálida y cabello increíblemente castaño. Sus ojos estaban cerrados, poblado de pestañas que descansaban en sus pómulos, y su nariz era tan diminuta como un botón que ChanYeol sonrió sin poder evitarlo. Quizás fue la primera sonrisa en mucho tiempo, porque sus mejillas dolieron un poco.
—Nació ayer. —dijo KyungSoo pesadamente. La mirada de ChanYeol inmediatamente se alejó del bebé y miró al más bajo con el ceño fruncido y un reclamo en la punta de la lengua cuando KyungSoo prosiguió—. Es el hijo de BaekMin.
BaekMin. Una vez más vio al pequeño bebé, como si hubiera encontrado un gran tesoro perdido. Obviamente el bebé lucía como un pequeño Byun ahora que tenía el conocimiento.
—Entonces por qué...
—También es hijo de Yifan, por lo que la Reina lo odió al instante.
ChanYeol se quedó callado. No sabía mucho que había pasado en el reino de Gyeonggi, excepto que el rey había muerto junto a la reina de Seúl. Sus ojos ardieron un poco por el recuerdo.
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ᴘʀɪɴᴄᴇsᴀ 2.0 [ ᴇxᴏ/ᴄʜᴀɴʙᴀᴇᴋ ]
Fiksi PenggemarBaekHyun finalmente decide buscar a la persona que perdió hace mucho tiempo. Finalmente ha aceptado que no puede seguir sin verle una vez más. De arreglar las cosas y poder seguir cada uno con sus vidas. Finalmente... ¤ ChanBaek. ¤ Pequeña secuela...