CRÓNICAS DE UNA EXISTENCIA EXITOSA ANUNCIADA

¡Ser Perfecta!...¿Para qué?¿Para quién?

"Me caí, me paré, caminé, me subí.
Me fui contra la corriente y también me perdí. 
Fracasé, me encontré, lo viví y aprendí.
Cuando te pegas fuerte más profundo es el beat.Sigo bailando y escribiendo mis letras.
Sigo cantando con las puertas abiertas.
Atravesando todas estas tierras.
Y no hay que viajar tanto pa' encontrar la respuesta.Y no te preocupes si no te aprueban.
Cuando te critiquen, tú solo di.
Soy yo...
Soy yo...
Soy yo...
Soy yo..."

-Bomba Estéreo. 

Estoy caminando hacia un destino finamente programado, hacia el "deber ser", a lo que una "buena mujer" requiere complementar, a las reglas establecidas y un viaje la que sé el destino: la cruel y capciosa "perfección". 

Desde que era una niña, veía como cada mujer a mi alrededor hacia gala de sus habilidades, de sus triunfos en el ámbito privado pero también de como amaban en silencio, al galán de la telenovela o de la película, al amor que no pudo ser en sus años de su juventud. 

Mujeres que se entregaron a la irresistible estabilidad y expectativas, a desbordarse en el enamoramiento por hacer sus sueños realidad y crear un mundo donde ser feliz. Se suponía que eso era parte de la vida, de aceptar los retos o de creer que la linealidad brindaba un placer totalmente diferente a un beso despreocupado como amor adolescente o ese momento de soledad para confrontarse. 

Tantas experiencias vividas a través de las historias de otras mujeres que me contaban sus desventuras y flashazos de adrenalina , ¿quién puede juzgar las infinitas fantasías de alguien que quiere ser feliz?¿Todos estamos en eso?¿no?... Pero la vida es movimiento, cada situación me permitía entender que tenía que dejar y de que desprenderme, de que podía tener respuestas y en que otras ocasiones, resolverlo con un "no sé", era obvio que muchas personas no comprenderían, obvio que otras sólo lo señalarían, por que aunque ha pasado mas de medio siglo de luchar por la liberación femenina, existen mentes ubicadas en la Edad Media. 

Un escote, una minifalda, una cerveza, casarse después de 25 años, no casarse, vivir sola, tener una pareja, tener amante o bailar desnuda de vez en cuando en la regadera, pareciera que en todos lados hay ojos y oídos, hasta por debajo de la tierra. He podido ver el rostro de una mujer que irrumpe en lo correcto y se deja enamorar por lo instintivo, he podido sentirlo en mí y he podido recordarlo al estar escribiendo esta línea. 

¡Que arte resulta ser mandar al carajo cada norma impuesta arbitrariamente que sustenta el "deber ser" de una "buena mujer"!¡Se siente tan bien ser una mujer! Cuando descubrí esto, me di cuenta que ser "mala mujer" sólo bastaba con cuestionarme más y someterme menos, con evitar ceder por el miedo a estar sola, inclusive si alguien me llamaba ¡Puta!, disfrutar del título si bien me lo había ganado ejerciendo mi libre derecho a la sexualidad responsablemente. Aprendía a desarmar a quiénes querían contagiarme la amargura por no vivir de acuerdo a lo que verdaderamente deseaban, dejé de llorar por lo que no tenía y me solté de las cadenas que sujetaba con aprecio para evitar volar a mi propia independencia. 

En ese preciso instante, comprendí que: ¡Ser perfecta!¿Para qué? si la realidad es que por más me amaran y amara, cuando ya no estuviera en este mundo, sólo yo me iría de aquí con mis recuerdos y momentos; ¿Para quién? si cada quién es dueño de sus decisiones, si las expectativas generan apariencias por la presión de mostrar que todo está en equilibrio. 

¡Me rehúso a aceptar una vida donde deje de sonreír, donde no pueda besar con toda mi adrenalina, donde caminar sea un acto valiente, donde no pueda coger con la sangre caliente, donde la rutina sea mi arma, donde los pasos estén dirigidos por la monotonía y donde la soledad sea vista como fracaso en lugar de compañera!

Me prometí no volver a caer en el juego de comodidad...

Me propuse vivir mi amor frente al espejo...

Me despedí de lo que me intoxicó durante años...

Me juré soltar lágrimas por lo que me limpiara el alma...

Me interesé en ser putamente libre...

Me asumí como una mujer chingonamente imperfecta...