Encuentros Perfectos

4- Amerkin

El soplo de un viento caluroso levanta las hebras oscuras de la joven alrededor de su rostro, se enredan y se forman nudos sin importarle en lo más mínimo mientras está sentada sobre una silla mecedora.

- ¿Cuánto tiempo más debo esperar? - Preguntó la joven a su amiga. Quien estaba sentada sobre el césped con una computadora sobre sus piernas cruzadas.

- Un poco más sis, debes esperar más. - Le contestó con un ceño fruncido, tratando de ocultar su habitual preocupación por su hermana. - Mañana empieza las tareas en la universidad, mejor concéntrate en eso si tanto quieres escribir.

La joven de pelo negro, tenías los ojos tan oscuros que casi ni se notaban sus pupilas. Bufó con fastidio y siguió jugando con una pelota de béisbol en sus manos.

- Ya sabes a que clase de escritura me refiero, Kin. - Su amiga, seguía tecleando sin apartar sus ojos chocolate de la pantalla.- Hacer tareas es aburrido.

- Todo esta bien, sis. - Le guiña un ojo fugazmente, y luego vuelve a mirar la pantalla con alegría. - Esto es genial, nada se compara a los comentarios de Naranja kun.

- ¿Por qué se llamará naranja? - Salta a su lado y se recuesta en su hombro. - ¿Tendrá algún código secreto o... motivo existencial?

- Ni puta idea, nena. - De nuevo empieza a teclear. - ¿Cómo es que tengo tantos comentarios? Es genial.

- Es que eres genial. - Le contesta la pelinegra con voz pícara. - A las personas geniales, le pasan cosas geniales.

- ¿Por eso estoy contigo? - Kin golpea su hombro con el suyo. Ambas ríen un momento, y luego una expresión pensativa se instala en sus rostros.

- A veces me pregunto, si solo les agrado por lo que hago. Y no por lo que soy... Pero cómo sabrían lo que soy en realidad, en todo caso. - sonríe irónicamente. -Nunca podremos conocer a todas nuestras lectoras... en realidad, no sé si de verdad lo quiero... ¿Qué pasa si no los agrada mi "yo" real?

- ¿Qué pasa si todo esto que hacemos es todo lo que somos? - Me pregunta Kin, con mirada melancólica. - Tal vez sí, tal vez no, pero, disfrutemos de los buenos lectores mientras dure...

- ¿Hasta cuando?

- Yo también me lo pregunto...