La tortura de amarte

Capitulo 10. La boda, quiero más

Capitulo 10. La boda, quiero más

Al parecer será un capitulo mas para el final, espero este sea de su agrado para mi es mi favorito que lo disfruten tanto como yo goce al escribirlo

Alexandra se despertó algo adolorida se había dormido en el suelo, se puso de pie y se dirigió al baño, se ducho por largo rato necesitaba recuperarse no solo de lo mal que había pasado la noche, sino que también de los hechos que habían ocurrido la noche anterior. Salió de la regadera una hora después, fue hacia su armario y saco su famoso vestido de novia, sabía que lo mejor que podía hacer era disimular que todo marchaba bien, deseaba vengarse a su manera de Ángel así que se comportaría como la maravillosa esposa que él deseaba.

Pasado dos horas Alexandra se encontraba reluciente con su vestido de novia, cuando sintió que alguien tocaba a la puerta.

-¿Quién es?

-Soy yo, Gaspar ya es la hora

Alexandra se sobresalto comenzó a tomar aire para no ponerse nerviosa sabia qe debía disimular lo mejor posible si quería aparentar ser una flamante esposa.

Salió de la habitación y Gaspar la miro anonadado, ella lucia realmente hermosa, sabía que jamás la tendría pero solo podía conformarse con mirarla.

Salieron rumbo al jardín ya que toda la boda, ceremonia y fiesta, se realizarían en la mansión.

Ella le pidió a Gaspar que la entregara ya que nadie más de sus conocidos asistiría a su matrimonio que mas que boda parecía un ritual de película, comenzó a sonar la música y ella del brazo de Gaspar comenzó a caminar, tratando de forzar su sonrisa lo mas que pudo para que Ángel no se percatara de su dolor.

Ángel la vio entrar, al principio le molesto que viniera del brazo de Gaspar, pero luego de perderse en sus ojos olvido todo lo demás. Ella llego a su lado y le beso la frente, Alexandra sintió ganas de abofetearlo por su cinismo, se sentía asqueada al sentir su contacto hacia a ella, ya que horas atrás esos mismos labios se encontraban besando a otra.

La ceremonia tomo su curso normal, solo los votos que parecían más juramentos sacado de un libro de profecías le llamo la atención Alexandra. Ella parecía embobada a ratos no podía creer lo que estaba haciendo allí, desposándose con el peor de los hombres de las faz de la tierra, solo salió de su estado cuando el sacerdote dijo puede besar a la novia. Abrió sus ojos de par en par al verlo inclinarse hacia ella, no quería besarlo, no quería sentirlo cerca de ella, pero si no continuaba con su teatro no podría fugarse como lo tenía planeado.

La fiesta comenzó con un gran almuerzo para los novios, felicitaciones y regalos para ambos,

-No hayo las horas de que todos se vayan para que estemos solos.- Ángel le susurro al oído mientras Alexandra trataba de seguir con su papel de esposa ideal.

-Es lo que más deseo yo también queridito.- trato de sonreír para parecer lo mas natural posible

Las horas pasaban cuando comenzó a oscurecer  y Gaspar hizo pasar a todos los invitados al salón principal de baile.

Ángel tomo del brazo a Alexandra para que caminaran juntos. Ingresaron al gran salón y la música comenzó  a sonar, cuando ella vio como Jazmín contoneándose coquetamente se acercaba hacia ellos

-Si me permites querida te robare un rato al novio para poder bailar con él, más que mal tu lo tendrás toda la vida.

-La eternidad querrás decir.- le dijo Alexandra disimulando las ganas que tenia de clavarles las uñas a esa maldita mujer.