Señora Pritzqker

Capítulo 6

    Quedo totalmente anonadado al escuchar esas palabras salir de su boca.

    ~ Aquí tiene su llave. Bienvenido, para todo lo que necesite puede llamar a recepción, aquí tiene mi número personal. Dice y sonríe mordiendose el labio. -

    — Gracias, creo. -
Me dirijo al ascensor y meto la llave para ascender hasta la planta treinta y uno, es inmenso tengo mucho espacio y solo he visto la entrada, ¿que haré solo aquí? ¿Porqué Abie querría cambiarme de hogar?. Estoy agotado y por el momento solo quiero darme una ducha y dormir.

Entro al baño principal y creo que es del porte de mi antigua casa, tiene un jacuzzi gigante y espejos por todas partes, también tiene una ducha con las paredes de vidrio, definitivamente me encanta ¿pero como podré pagarlo? Aun no recibo mi primera paga y ya tengo una planta para mi solo y un automóvil de lujo.

       Lleno de agua el jacuzzi y en la esquina de este hay burbujas de baño, le hecho un frasco y medio, me sumerjo y luego de cinco minutos estoy dormido.

Despierto de sobresalto por el sonido del agua rebalsandose. Oh dios mio, me levanto completamente desnudo y lo primero que pienso es en llamar a la recepcionista para pedirle de su ayuda.

    — Hola, soy Aaron, necesito tu ayuda. Planta treinta y uno. Es una situación mojada. -

~ Sí, voy para allá enseguida. -

Creo que pasaron 30 segundos y escucho sonar el ascensor. Tomo una toalla blanca y me cubro, no encuentro mi camisa por lo tanto tengo el torso desnudo. Abro y entra.

     ~ Uau, esto no me lo esperaba. Dice mirando mi cuerpo de pies a cabeza. Tienes un cuerpo muy marcado y formado, ¿vas al gimnasio? Si recibes así a tus visitas invitame mas seguido... no debí decir eso. En fin ¿cual es el problema?. -

     — Por favor, pasa por aquí. -

     ~ Creo que has ocupado muchas burbujas de baño, ¿no es así?. Dejame hacer mi trabajo y te llamaré cuando esté lista. -

    — ¿No necesitas ayuda?. -

    ~ Esto no es nada, pero me debes un favor. -
Cierra la puerta del baño y la oigo limpiar.

          No he tenido sexo en días y tengo muchas ganas de hacerlo, no me pondré ropa, la toalla es suficiente.

Han pasado 10 minutos y no me ha llamado, iré a ver como va.

          Abro la puerta del baño y esta en pose de perrito limpiando, tiene un trasero inmenso y unos pechos muy grandes, esta vista me excita y en cuestión de segundos tengo una erección, la toalla no la oculta muy bien.
Estoy tocandome por encima de la toalla y viendo su trasero. De golpe se levanta y yo me tapo.

    ~ Veo que tenemos otro problema por aquí. Se acerca a mi y con una mano toca mi cuerpo y con la otra toma y aprieta mi erección. Nos besamos y tocamos, le quito la ropa y me como sus pechos. Quiero cogerla ya.
Se agacha y me comienza a masturbar, derrepente se lo mete a la boca y chupa con fuerza. Su lengua me causa placer.

    — Uau nena. Donde aprendiste eso.  Harás que acabe en tu boca. Anda mas lento.-

No sirve de nada y chupa con mas fuerza. Su mirada es tan perversa y caliente que me pone a mil.

    — Diooooos! Digo en un gruñido y cierro los ojos para no correrme en ese mismo instante.
Levanto las caderas para llegar aun mas adentro, no le cabe todo mi pene en su boca, la tomo del pelo y le doy un ritmo a esta mamada.

— Oh nena eres fantastica pero ahora es mi turno, vamos a mi cama. -