Capitulo 3

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Después de 2 hrs de viaje en coche, al fin nos detenemos en el aeropuerto, a lo lejos alcanzo a ver un enorme jet, en la parte trasera tiene escrito en cursiva "Markov". 

A partir de ahora no importa lo que digas o hagas, me perteneces, vas a vivir conmigo y seguir mis reglas. La Primera; no se te ocurra mentirme. Segunda;  vas a cumplir todo lo que yo diga al igual que cada uno de mis caprichos. Tercera y última ; no escapes, no intentes huir, por que lo sabré y te encontraré en menos de lo que canta un gallo - asentí y no dije nada, no sabía que decir, me imaginaba lo que el quería de mí, soy joven más no tonta, por la forma en la que me mira puedo notar que me deseaba.

Desde siempre fui consciente de mi aspecto, de mi "belleza", muchas mujeres me envidiaban por eso, y muchos hombres se me quedaban viendo y hacían lo imposible por llamar mi atención. Cuando iba a la iglesia ó salía a la tienda lo notaba, las miradas, aparte de mi, murmuraban de mi madre, era la niña abandonada del pueblo, nunca tuve amigas por que mi mamá era considerada "rara", ya que siempre traía la ropa sucia y siempre traía moretones en el cuerpo, todos pensaron que era una adicta y que era problemática, entonces las mamas nunca dejaban que sus hijas hablaran conmigo, si tan solo supieran que mi madre se veía así gracias a mi padre.

Decidí ignorar al hombre y me fijaba en el lujoso jet.

No voy a hacerte daño - volteé a verlo perpleja - claro, solo si te comportas, si rompes cualquiera de las reglas que acabo de decirte, sufrirás las consecuencias.

Me quedé viendo sus ojos, a simple vista se ven vacíos, pero si los vez bien, puedes darte cuenta que reflejan tristeza y enojo, a lo mejor no es la mala persona que el quiere que yo crea, pero aun así no puedo evitar sentir un poco de rencor, me está alejando de mi hogar en contra de mi voluntad, no tengo la mejor vida ahí pero yo siempre creí que el día que me fuera de esa casa iba a ser por mis propios méritos, por que ya sabía como salir adelante sin la ayuda de nadie, no quería ir a otra casa donde me iban a seguir maltratando ó que me pudieran hacer cosas peores.

Por favor, déjame ir, te lo ruego - susurré esperando que me dejara ir y acabar con ésta pesadilla.

Claro que eso nunca pasará, tu lugar ahora es junto a mí - me volteó a ver enojado

Se bajó del coche y luego abrió mi puerta, me agarró del codo y me sacó del auto. Una vez cerca de las escaleras para subir, entré en pánico, me puse a llorar, patalear y a luchar con todas mis fuerzas.

¡No! ¡Por favor! - empezó a gritar entre lágrimas - ¡Déjame ir!

Me agarró de los brazos, e intenté zafarme, de repente sentí como tomó un puñado de mi pelo y tiró de el con fuerza. 

Te dije que ibas a cumplir todo lo que yo te dijera, estás rompiendo la segunda regla y vas pagar las consecuencias - me dijo muy furioso, con una voz que me daba escalofríos.

De repente solo sentí un dolor en la mejilla izquierda, en mis ojos sentí las lágrimas queriendo salir. Ahí me di cuenta.

Me pego, me pego. Me está sacando de un infierno para meterme a otro, que por lo que veo puede ser igual ó mucho peor.

Me quedé ahí parada, congelada, no me podía mover, levanté la cabeza y lo vi. Solo sentí como todo se desvanecía a mi alrededor y caía lentamente, alguien me agarraba mientras caía. Ya no tenía fuerzas para seguir luchando, ya para qué, era inútil.


Sentimiento MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora