HETERO - l.s

Larry

–Niall, se está acercando.

–Lo sé Harry, tranquilo, probablemente quiera hablar conmigo, no eres tan importante.—Niall puso sus manos en sus caderas y miró sus uñas despreocupadamente.–Tranquilo, te haré un hueco en su agenda.

–Creo que voy a vomitar. Estoy muy nervioso.

Louis se acercó, y estando muy cerca de los chicos, Harry olió su perfume y se sintió desfallecer. Siempre olía genial.

–Hola Niall.—Harry dejó caer sus hombros y Louis lo miró.–Hola...—El rizado lo interrumpió, balbuceando.

–Ha..Harry, mi... Mi nombre es Harr-y.—Intentó sonreír, pero lo único que consiguió fue una mueca de incomodidad que para Louis no pasó desapercibida.

Louis aclaró su garganta y sonrió.–Lo siento si molesto. Pero tenía mucha curiosidad sobre... Eh, Harry. Y me gustaría conocerte un poco más.

Niall no puedo ocultar una sonrisa de oreja a oreja, y comenzó a toser escandalosamente.

–Ay, me voy a morir. Necesito ir a al baño urgentemente, vuelvo enseguidita.

Niall se fue prácticamente corriendo por el pasillo, dejando a Louis y Harry solos.

–Louis, yo...—Harry suspiró. De nada le servían los nervios, y luego de tanto tiempo esperando algo así no pensaba echarlo a perder.–Siento mucho lo de ayer, yo realmente nunca pensé que te pudiera inc...—Louis lo interrumpió con un movimiento de mano, dándole a entender la falta de importancia en el suceso del día anterior.

Es verdad que a Louis lo había incomodado, pero luego pensándolo en frío y después de descargar su tensión con Eleanor, le había dado pena Harry.

–Lo siento yo. Había tenido un día un tanto... Estresante. No debí pagarlo contigo.

Harry sonrió y dió un paso hacia adelante, con intención de darle un apretón de manos.

–¿Qué necesitas de mi?

El rizado paró en seco y miró al suelo.

Alzó la mirada y miró las orbes azules, que lo estaban mirando como tantas veces deseó.

Los ojos de Louis eran extraordinarios, de un azul muy bonito y claro. Los ojos deseados por mucha gente, y eso, entre muchas otras cosas, lo hacía único y especial para Harry.

El rizado siguió mirándolo sin decir nada, ambos se estaban mirando a los ojos.

Louis estaba empezando a desesperarse, más que estar ansioso estaba incómodo con la situación. Estaba nervioso por la respuesta que Harry le daría, y a la vez le incomodaba su cercanía.

Louis se aclaró la garganta y Harry parpadeó un par de veces antes de contestar.

–¿Por qué asumes que necesito algo?

Harry se golpeó la frente mentalmente. Claro que necesitaba algo, necesitaba a alguien. Y ese alguien era Louis. Anhelaba la cercanía del ojiazul que nunca tuvo, quería que lo tocara y lo hiciera sentir como tantas veces soñó.

–No sé, la verdad.–Se sentó al lado de Harry y entrelazó las manos entre sus piernas.–Como ya dije, me he dado cuenta de que me seguías. De que parece que necesitas mi atención.

Harry sintió sus mejillas arder e inmediatamente se tapó la cara con las manos y comenzó a reír.

–¡Madre mía! –Louis no cabía en su asombro, era un asunto serio, ¿Y a éste chico sólo se le ocurría reírse? Frunció el ceño, pensando en las palabras de Eleanor; tal vez el chico si estaba un poco mal de la cabeza.–Louis, Louis, lo has malinterpretado todo.

Sí antes estaba confundido, ahora no sabía ni como estaba. ¿Qué estaba malinterpretando?

–La persona de la cuál quiero atención es de tu novia. Leonor.

–¿Mi novia?

–Sí, la morena guapa, Elena.

–¿Eleanor?

–Sí, esa. Es guapísima, ¿Piensas que lo dejaréis pronto?

Louis apretó los puños, y de un salto se levantó.

¿Que coño le pasaba a éste tío?

–Estás como una puta cabra, te lo digo enserio. Hazte mirar eso que tienes. Ni tú te entiendes, Harry.

El rizado frunció el ceño.

–No me juzgues sin conocerme Louis. Las primeras impresiones pueden ser muy ma...

–¡Y una mierda! Ya he tenido suficientes impresiones tuyas, te quiero lejos de mí y de Eleanor.

Se dió media vuelta y se fue, mientras Harry se desinflaba y Niall salía de su escondite.

–¡WOW, ¿Qué fue eso chavalín?!