HETERO - l.s

Harry

La había cagado, y la había cagado pero bien.

No sabía por qué había dicho eso, pero cualquier cosa le parecía mejor que decirle que sí, que necesitaba su atención.

Y al final, sus intentos por no alejarlo, lo habían alejado. Aunque tal vez, Louis nunca estuvo lo suficientemente cerca como para alejarlo.

Harry pensaba una y otra vez en sus palabras. ¿Cómo había sido tan estúpido? ¿Leonor? ¿Elena?

Para su desgracia se sabía el nombre de esa arpía demasiado bien. Era una perra, pero una afortunada. El rizado no pasaba por desapercibidas las mirada de odio que la novia de Louis le daba cada vez que pasaba cerca.

Y eso, lejos de incomodar a Harry, lo alegraba en cierto modo; si estando con tremendo bombón como Louis al lado, le prestaba atención a Harry, es que mucho no querría a Louis,—también podía significar que Harry, efectivamente estaba a la altura de un tío bueno como Lou.—así que siguiendo una ley de las matemáticas que nunca dió, a Eleanor no le gustaba Louis.

También, Harry se había fijado en las formas de Louis, en lo alterado que se había puesto en cuestión de segundos por algo tan insignificante como su conversación.

¡Cualquier persona con dos dedos de frente olería la homosexualidad que Harry desprende por todos lados! Pero parecía que Louis tenía un tapón en la nariz, varios tapones más bien.

Harry arrugó la nariz, ajeno a lo que Niall hablaba y hablaba. Tal vez el chico que lo tenía loco, tenía razón y debía alejarse de una vez por todas. Tal vez él si era feliz estando con chicas y Harry simplemente era el gay rarito que lo acosaba.

Y aunque muchas veces fingía que no, le dolía muchísimo.