Harry

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Harry llegó a su casa, y una vez más, se sintió fatal.

Siempre era así. Llegaba a casa y veía que no podía avanzar con Louis. No podía hablar con él, lo único que conseguía era una mirada desde la distancia, las palabras que le dedicaba a su novia, deseando que fueran para él.

Pero no podía rendirse. Tenía la esperanza de que Louis se fijara en él. ¿Quién no lo haría?

O más bien, ¿Quién no se fijaría en Louis?

Un gran modelo de lo que la sociedad quería. Guapo, inteligente, con una gran voz y un gran potencial en la música.

La mayoría lo que sentía por Louis era envidia, o las chicas en su mayoría un gran deseo. Pero Harry no podía envidiar a Louis.

Envidiaba a las chicas que habían pasado por su cama, o lo habían besado alguna vez. Deseaba y quería a Louis de tal manera que dolía. Dolía saber que las probabilidades de conseguir su atención eran escasas, agregándoles que el ojiazul parecía no querer dirigirle la palabra en lo absoluto.

Harry no quería contarle a nadie, más que a su mejor amigo, su enamoramiento con Louis, temía que se burlaran de él.

Un pobre gay, enamorado de un heterosexual con novia. ¿Se podía tener una historia tan triste?

Y lo más importante, ¿Se podría tener un final feliz?

HETERO - l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora