Capítulo 4:
Eran azules, azules brillantes como si reflejara todo lo que podía observar, hasta yo lograba verme, como si fuera un espejo, de inmediato sonrió.
-Señora Susan, que gusto verla –sonrió acercándose a saludarla–. Hacia tiempo que no venía.
-Sí, he estado ocupada en la hacienda, lo sabes –dijo seria–. ¿Y mi hija?
-Ella está adentro, en la cocina.
-¿Y mi nieto? –preguntó de inmediato. ¿Que, entonces, ese no era su nieto?
-Él salió, supongo que regresará en la noche..
-Gracias –sonrió y dirigió su mirada a mí–. ¿Pasas, ______? El es Jason, un buen amigo de mi nieto. Jason, ella es la señorita de la hacienda –de inmediato que Susan dijo eso, pude notar el revoleo de los ojos del chico, como si se tratara de alguien a quien no soportara.
-Pase usted, mi madame –dijo haciendo saludo de realeza, yo solo bufé y entré tras Susan–. ¿Como le ha sido el viaje?
-Estuvo bien –me volteé a mirarle, mientras observaba con detalle la casa.
-¿Que esta casa es muy poco para usted? –dijo chocante, a lo que le miré molesta–. Lo lamento... –dijo y se sonrojó.
-Estúpidos perjuicios –dije y me acerque a Susan.
-Mi niña –dijo ella al verme llegar–. Ella es mi hija, de quien te hablé...
-Mucho gusto –me acerqué a estrechar su mano y luego abrazarla
-Es un placer, mi madre me ha hablado tanto de tí...tanto.
-¿En serio? –sonreí.
-Sí, en serio. ¿Ya conociste a Jason, el mejor amigo de Harry?
-¿Harry?
-Ese es mi nieto –respondió Susan sonriendo– Y el sobrino de Carly, mi hija -se dirigió hacia ella-
-Aah, ¿y tiene la misma edad de Jason? –pregunté mientras este entraba a la habitación.
-¿Que decían de mí? –preguntó Jason, mirándome de reojo.
-Pues, que ustedes son de la edad de _______, quizás puedan ser amigos –sonrió Susan a lo que respondimos Jason y yo nada convencidos–. Seria muy lindo.
-Claro, Susan –sonreí–. ¿Y... Harry?
-El salió –dijo Jason serio–.
-¿Cuándo regresa? –preguntó Susan.
-No lo sé, en la noche... como siempre.
-Vine a buscarlo –dijo decidida, a lo que me congelé, igual que todos los de la habitación. ¿A buscarlo?–. Irá con nosotros a la hacienda, necesito de su ayuda, y quiero que conozca como es todo allá.
-¡Que buena idea mamá! –dijo Carly con una sonrisa, a lo que Jason respondió refunfuñando–. ¿Que te parece si te llevas a Jason también?
-¿Yo? –preguntó conmocionado–. Ni loco...