Capitulo 36. Descubrimiento poco agradable

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En cuanto Lucas vio aquel hombre correr, algo lo hizo apresurarse hasta su encuentro con bárbara, y en efecto, en cuanto la vio gritar frente al puesto de periódico, corrió más rápido pero no pudo llegar a tiempo para detener su golpe al desmayarse.

Lucas: ¡BARBARA! -gritó y la tomo en sus brazos- voy al hospital, avísale a sus padres -ordenó a rose- .

La tomo en sus brazos y bajo todas las miradas de las personas a su alrededor, se dirigió lo más rápido que pudo a su coche, para encenderlo a toda prisa y acelerar hasta el hospital.
Cuando llegó, los padres de bárbara ya estaban ahí, salieron inmediatamente recibieron la llamada de rose diciendo que había pasado.

Sandra: ¿que le pasó?  -Lucas se acerco a los padres de Bárbara reflejando una notoria preocupación en su rostro.

Diego: ¿qué le hiciste?  -dio dos pasos al frente entrecerrando los puños, Lucas suspiro, no lo iba a intimidar, ahora su prioridad son bárbara y su bebé.

Lucas: no lo sé, estaba con rose en el centro comercial, cuando llegue la vi gritar y luego se desmayo, ya la están atendiendo, solo nos queda esperar.

Varios minutos después vieron salir al doctor de bárbara, los tres se acercaron a él ansiados de escuchar una respuesta

Doctor: están bien -dijo antes de escuchar la primera pregunta- el desmayo fue propio de la impresión, pero no pasó a mayores ni el golpe al caerse tampoco, en un rato se la pueden llevar, ahora está despierta y un poco inquieta, quiere ver a Lucas -miro al joven-.

Diego: qué manía tiene esa niña de dejarnos así...

Sandra: Diego, no empieces. Lucas, ve con ella, en un rato estaremos ahí.

Lucas: si claro -dijo antes de caminar tras el doctor-

Al entrar al pequeño cubículos donde se encontraba Bárbara, la vio acariciando su vientre y sonrío, jamás se hubiese perdonado que le pasara algo.

Lucas: ¿cómo estás? -preguntó llamando su atención-

Barbara: bien -está sin embargo respondió con sequedad-.

Lucas: ¿qué pasó barbi? -preguntó mientras se acercaba-.

Bárbara: ¿de verdad me quieres? ¿O es que solo estás conmigo por el bebé?

Lucas: tú muy buen sabes que querer es una palabra muy pequeña para lo que siento por ti -dijo mientras se sentaba a su lado- tú ahora eres mi vida bárbara, sin ti me volvería loco, tu y este bebé se han vuelto mi mundo –le sonrió pero Bárbara seguía con esa mirada fría que trataba de mantener.

Bárbara: leí una revista que decía que yo seré tu perdición y que seré un fracaso, y en verdad no quiero eso para ti, eres la mejor persona que he conocido y no podría vivir pensando que te he arruinado –bajo la mirada, pero las se encargo de levantarle el mentón, y encontrando su mirada volvió a sonreírle.

Lucas: solo son chismes mal intencionados cielo –acaricio su mejilla- no tienes porque hacer caso a nada de eso cuando tu mejor que nadie sabes que no son ciertas, no has arruinado mi vida, has llegado para mejorarla que es my diferente –aseguro.

Bárbara: perdón –sus ojos comenzaban a brillar, pero Lucas no permitiría que llorara.

Lucas: no pasa nada, todo va a estar bien -siseo mientras la abrazaba, Lucas la confortaba, el era la única persona que le transmitía paz y seguridad, el era su fortaleza.

Al llegar la noche bárbara y Lucas ya estaban en casa, Diego y Sandra se despidieron de ellos en cuanto cenaron en su casa, Bárbara se encargo de comer todo lo que su cuerpo necesitaba para su bebé, se había prometido a si misma hacer un esfuerzo por él.

Eres mi cielitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora