Capitulo 44. Revivirndo el pasado

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Lucas se quedo sorprendido ante la seriedad, la frialdad que no desaprecia de la mirada de barbara, le entristecía el hecho de que a barbara ni siquiera le importara el sufrimiento de el, de toda su familia ante su perdida, aún no media lo importante que era para todos ellos

Lucas: todo este tiempo hemos creido que eres tan fuerte como para superar cada batalla, pero ahora solo me doy cuenta lo cobarde que eres, que no eres capaz de afrontar cada una de las adversidades para al fin por ser ser feliz -dijo como un último intento de hacerla reaccionar-

Barbara: lo dices fácil porque no eres tú quien tuvo que sentir su cuerpo ya vacío, quien tuvo que vivir con la idea de que aún tú hijo permanecía ahí, lo dices fácil porque no haz sido tú que haz vivido por años con unos maldito demonios diciendo lo horrible que te vez, lo poco que vales y lo que nadie te querrá por no obtener la apariencia ideal, que aún sabiendo que no es así y queriendo vencerlos, no eres suficiente para alejar esas voces de ahí, lo dices fácil porque tú estás bien, porque tú única batalla es cargar conmigo y yo ya no quiero eso, no lo quiero y tú no lo mereces  -dijo con ojos repletos de lagrimas-

Lucas: ¿crees que para mí a sido fácil ver cómo te destruyes? Sé que no es lo mismo, pero también era mi hijo, también tenía planes para nosotros y solo lo vi desmoronarse ante mí y a eso sumándole que te amo demasiado y que con cada lágrima que derramas algo dentro de mí se rompe, tú dolor es mi dolor, tu vida es mi vida y si tú no estás simplemente ya no tendría sentido

Barbara: ¡NO ES CIERTO! Deja ya tanta cursilería estupida, si no esto ya no tendrás que ver todo eso y así como dices enamorarte de mí, podrás llegar alguien más ¡ENTIÉNDELO! Ya no le veo sentido a mi vida, no tengo fuerza ni para luchar por ti -dijo entre lágrimas-

Lucas: pues yo sí -se acercó a ella y aún en contra de su voluntad beso su frente- y no me importa luchar junto a ti con todos esos demonios y esperar toda una vida para tenerte a fin conmigo -se alejó de ella y salió de la habitación dándole un último portazo a la puerta-

Camino hasta la sala de espera y tres pares de ojos se fijaron en el al tiempo que se ponían de pie y se acercaban

Sandra: ¿como la viste?

Lucas: ¡está mal! -dijo frustrado- dijo que lo volverá a intentar hasta lograrlo

Sandra: Dios mío -dijo y abrazo a su esposo- quiero verla -dijo de inmediato

Andrea: este... ¿creen que pueda pasar yo y hablar con ella? -preguntó con timidez antes la situación, pero sabía de algo que estaba segura que la ayudaría como una vez la ayudo a ella: el amor-

Sandra: quiero verla -pidió negándose a la petición de Andrea-

Andrea se acercó y tomo las manos de Sandra y Diego y los miro con una sonrisa que los lleno de tranquilidad

Andrea: no creo que sea el momento de que la veas, menos así como ella está, estoy segura que cuando salga de ahí, barbara no tendrá los mismo pensamiento -dijo segura de lo que le diría-

Diego: ve -pidió-

Sandra: pero...

Diego: déjala qué vaya, ¿tú que le dirás que no le hayas dicho antes? Deja que Andrea vaya, amor. Ve Andrea -volvió a pedir-

Andrea ansintio con una sonrisa en su cara y se dirigió a la habicaion de barbara, al entrar la vio tratando de quitar las vendas que cubrían sus manos

Andrea: no lo hagas cielo -dijo con una sonrisa radiante que detuvo a barbara de inmediato-

Barbara: ¿que hace aquí? Váyase -dijo con frialdad-

Andrea: no lo haré hasta que me escuches

Barbara: haga lo que quiera -dijo y le dio la espalda. Andrea solo halo una silla y se sentó a su espalda-

Andrea: antes de empezar a hablar, quiero que por favor esto quede entre tú y yo, es algo que nunca le he contado a ningún particular

Barbara: yo no le estoy pidiendo que lo haga -dijo sin mirarla-

Andrea: pero estoy segura que cuando me escuches, no tendrás los mismos pensamientos rondando tu cabeza

Barbara: haga lo que quiera -dijo despectivamente-

Andrea: bueno... -suspiró profundo- yo... hace aproximadamente 19 años -empezó- yo tenía alrededor de 20 años en ese enconces, la vida perfecta, una familia perfecta que elogiaba todos mis logros, estaba terminando mi carrera a tan poca edad -dijo y barbara aún seguía sin prestarle atención- lo tenía todo, nada podría opacar la felicidad que me provocaba ver cómo mis metas se cumplían una a una, o al menos eso creía. Una noche salí de la universidad a esperar a mi hermana porque ella se había llevado mi auto, pero nunca regresó, cabe destacar que en ese entonces no teníamos una buena relación -dijo mientras sus ojos empezaban a picar- cansada de esperar decidí caminar hasta lograr encontrar un taxi que me lleve regreso a casa, pero alguien se interpuso en mi camino, no solo retrasándome en mi misión, sino también destruyendo mi vida en ese momento -sollozo al recordar ese momento- nunca había estado con nadie y ese hombre... no le importo nada, sólo cumplir su cometido, sentía su olor a alcohol y como sus manos recorrían salvajemente mi cuerpo, fue la experiencia más horrible que pude haber experimentado

Interesada y afligida por lo que Andrea le contaba, barbara finalmente dio la vuelta y pudo ver a su suegra, aquella mujer con temple de acero rota ante ella

Andrea: lo peor pasó un mes después -continuó- cuando me enteré que ese hombre había dejado una prueba del daño que me causo dentro de mi vientre -barbara impresionada se sentó en la camilla y tapo su boca-  le conté a mis padres -está vez dejo salir una risa fría- y esas mismas personas que elogiaban todo de mí y que no se cansaban de decir lo orgullos que estaban, esas mismas personas me trataron de la peor manera que podría existir, su rechazo y repuccion me dolió aún más que el acto sin piedad que ese hombre cometió conmigo, me encerraron en mi habitación por 7 meses sin darme chanse ni siquiera de salir a la estancia, recibí toda clase de insulto de mis padre, mis hermanos, su rechazo, todo... pero había alguien que me daba toda la fuerza necesaria para no cometer el mismo acto que tu, alguien crecía en mi vientre que ni siquiera sabia cómo estaba, como era su crecimiento, si era niña o niño, solo sabía que iba a ser perfecto... mi cielito -dijo y esta vez su sonrisa se vio pura, llena de amor- desde que supe que venía en mi vientre a pesar de cómo fue consevido, lo ame y daría mi vida por el

Barbara: Lucas -dijo y tapo su boca sorprendida-

Andrea: así es, el fue el resultado de esa horrible noche...

Continuará...

Eres mi cielitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora