She Wolf

Cap. XXVII : ¨La Cabaña¨

Capítulo 27

  Faltan minutos para el anochecer y Eric no ha aparecido. Ni siquiera se ha presentado al colegio según me ha dicho Zierra. Con suerte se fue lejos del pueblo la noche anterior, ¿a quién engaño?, ha de estar libre y confundido.

—Hay que tener cuidado esta noche— dice Jack.

—Lo sé— suspiro.

—Te veo luego— besa mi mejilla.

  Jack se sube a su auto y se aleja conduciendo.

  Me doy vuelta para entrar a mi casa pero escucho algo, una rama romperse. Miro a mi alrededor con mis ojos de lobo y veo una silueta no muy lejos de mí.

—¿Eric?— pregunto.

  Intento no acobardarme y camino hacía la silueta, la cual estaba a unos metros de donde me encontraba de pie. Me sonrojo al darme cuenta de que se trata de un chico desnudo, Eric para ser especifica, y no lo hago porque no este acostumbrada a ver a un chico desnudo, es por el simple hecho de que se trata de él.

—Debes ayudarme— dice asustado.

—Eric, cálmate— le suplico—. Acompáñame a mi casa, solo así podré ayudarte.

  Extiendo mi brazo y Eric mira mi mano confundido. Toma mi mano y se relaja un poco. Comenzamos a caminar a la entrada de mi casa, solo unos segundos más y podemos llegar, puedo meterlo en el sótano.

  Eric cae al suelo, llevándome con él. Lo miro y noto como se mueve su columna, miro el cielo y veo que ya ha anochecido y que la luna ya ha salido. Estábamos tan cerca, no puedo creer que no lo lográramos.

—¡Ayúdame, Claire!— dice, dejándome ver el dolor en su voz.

  Intente levantarlo, lo puse en mi espalda y comencé a caminar hacía la puerta, pero cada vez comenzó a pesar más y tuve que dejarlo en el suelo. Se retorcía con tanto dolor, sus gritos eran aterradores. Eso me recordó a mi primer luna llena, los lobos de nacimiento no nos convertimos en lobos sino hasta los catorce años.

  Ya no había nada que hacer, Eric estaba entrando en la cuarta fase de un hombre lobo. Pensé en que podía hacer. Podría entrar a la casa y meterlo al sótano, pero puede acorralarme fácilmente y asesinarme. Otra opción sería correr lejos del pueblo y asegurarme de que Eric me siga, así mantendría a las personas a salvo, pero tendría que entretener a Eric toda la noche, corriendo el riesgo de que me atrape.

  Miro a Eric y se me congela la sangre al ver que esta terminando la transformación. He vivido la transformación varias veces, pero nunca había visto lo dolorosa y traumatizante que era. Eric se levanta al terminar la transformación y me mira aún con sus ojos humanos.

—Corre— dice con una voz casi inentendible.

  Sus ojos pasan de ser azules y humanos a ser amarillos y salvajes, ya no queda nada de Eric en esa criatura que tengo frente a mí. La criatura me mira con curiosidad y abre su boca para lanzar un rugido que termina en un aullido. No puedo quedarme aquí, no puedo entrar, tengo que alejarlo del pueblo.

  Entro en la tercer fase de un lobo, ojos, garras, dientes y cola. Eric se pone de cuatro patas para tomar impulso y lanzarse sobre mí, pero lo esquivo haciendo que caiga en el suelo. Sacude la cabeza y me mira furioso. La adrenalina recorre mi cuerpo y comienzo a correr hacía el bosque. Eric aúlla y escucho que comienza a correr detrás de mí, tal y como lo tenía planeado.

—Chris— digo en su mente—, encontré a Eric.

—¿Dónde?— pregunta mi hermano en mi mente.