Cap. XXVIII : ¨La Ruptura¨

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Capítulo 28

  Al amanecer trajimos a Eric a mi casa, lo he dejado descansando en mi cama. Mi madre me enseño las mejores plantas para utilizar en cada tipo de herida, por lo que pique algunas y las puse en las heridas de Eric. Tiene una mordida en la pantorrilla derecha, otra en el hombro y un arañazo en el brazo izquierdo.

  Chris le puso unos boxers, por lo que no esta completamente desnudo. Envuelvo la herida de la pierna con una gasa, mientras que pongo gasas y las sostengo con cinta en la herida del hombro y en la del brazo. Eric se queja ante la presión que hago en su brazo, ha despertado.

—Buenos días— le digo.

—Buenos días— sonríe—. ¿Acaso estoy en el cielo?

—Me temo que no— río.

—Lo decía porque pareces un ángel— dice sonriente.

  Me sonrojo ante su comentario.

—Me alegra saber que tu sentido del humor sigue intacto— me levanto de la cama.

—¿Qué te paso?— pregunta.

  Bajo la mirada y noto que al ser la blusa tan holgada ha permitido que se me vean los rasguños que me hizo Eric ayer en la cabaña.

—No es nada— miento.

—¿Ya te pusiste algo de eso?— señala el plato con hojas majadas.

  Niego con la cabeza.

—No— admito.

  Eric se apoya con las manos para sentarse en la cama, pues estaba acostado. Toma el plato con las hojas majadas y me mira.

—Ven acá— dice.

  Le hago caso y me siento en la cama al lado de él.

—Quítate la blusa— dice.

—¿Disculpa?— pregunto indignada.

—¿Cómo quieres que te ponga esto si la tela me tapa— enarca la ceja.

  Tiene razón, por lo que asiento. Me quito la blusa y la lanzo fuera de la cama, quedando mi sostén verde esmeralda al descubierto. Eric mira la herida con tristeza, ha de suponer que él lo hizo. Toma un poco de las plantas majadas con sus dedos y la pone sobre mi herida, por lo que me estremezco.

—Esta fría— digo.

  Eric frunce el seño mientras sigue frotándome la mezcla en mi herida.

—¿Yo te hice eso?— pregunta.

—No podía controlarte— digo—, no ha sido tu culpa.

—¿Te quedará una cicatriz?— se escucha preocupado.

—Espero que no— río.

—De verdad lo siento.

—Escúchame— pongo mi mano sobre su mejilla para que me mire—. No ha sido culpa tuya, ¿de acuerdo?

  Eric y yo escuchamos unos pasos por lo que volteamos a ver a la puerta, Sam y Logan se encontraban ahí con una caja de donas.

—Te traje algo para comer, ya que te quedaste a cuidarlo— dice Logan.

—Gracias— digo levantándome de la cama.

  Tomo las donas y las dejo en la cama.

—¿Estas bien?— pregunta Sam al ver que tengo mezcla de plantas en el pecho.

—Sí, solo fue un rasguño— digo sonriente.

—Bueno, nos vamos— dice Logan—. No queríamos interrumpir a la pareja.

—¿Qué has dicho?— pregunto furiosa.

—No finjas, vi como se miran.

—¿Sabes algo, Logan? Has lo que quieras. Si quieres creer que hay algo entre Eric y yo, bien. No es mi problema. Pero olvídate de que algo pasará entre nosotros, no pienso estar con alguien que no confía en mí.

—Bien— dice molesto—. Supongo que hasta aquí llega nuestro noviazgo. Debí imaginármelo luego de que me atacaras para evitar que lo hiriéramos.

—En cuarta fase no nos controlamos, idiota.

  Logan se voltea y comienza a bajar las escaleras molesto. Miro a Sam, quien me mira con compasión.

—Sabe que a él le gustas— señala a Eric—. Y cree que no es lo suficientemente bueno para ti, cree que lo cambiaras por alguien mejor.

—Yo nunca haría algo así— digo.

—Lo sé, pero Logan no.

—Lo amo, Sam, pero sin confianza no puede haber una relación.

—Lo sé— acaricia mi mejilla—. Te veo luego, ¿de acuerdo?

—De acuerdo— sonrío.

—Hasta luego, Eric, espero que te mejores.

—Gracias— dice Eric sonriente.

  Sam baja las escaleras y yo suspiro molesta.

  Camino hacía la cama y me siento en la orilla al lado de la caja de donas. Tomo una y le doy un gran mordisco. Noto que Eric me mira así que volteo a verlo, esta sonriendo.

—¿Y a ti que te pasa?— pregunto luego de tragar.

—Ahora que estas soltera tengo el camino libre— me guiña el ojo.

  No puedo evitar sonrojarme, odio sonrojarme por lo que él dice.

—Serás idiota— gruño.

  Se ríe.

—¿No me vas a dar una dona?— enarca la ceja.

—Toma— le doy una.

—Gracias, Claire.

  Lo miro y por la ternura en sus ojos noto que no me agradece solo por la dona, lo hace por haberlo salvado anoche y por haberme puesto a cuidarlo y a sanar sus heridas. Sonrío y le doy un mordisco a mi dona, quizá Eric no sea tan malo como parece. Después de todo solo es un chico que ha perdido a su familia.

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Con problemas en el paraíso Eric podrá estar con Mahina? La verdad no lo sé, pero estoy segura de que lo intentara.

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XOXO

-Vale Ruess

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