Mi Huracán

Preparando "la cita".

No sé por qué carajo Aaron actúa así de repente, ya lo ha hecho dos veces y eso está empezando a preocuparme. He estado pensado que quizás puede ser por la situación en que está su relación de amistad con su amigo Nick y la verdad me siento un tanto culpable de eso. Debo de hacer algo para ayudarlos a ambos y que su amistad regrese a la normalidad... ¡piensa! ¡piensa! ¡piensa!

Ok, lo primero que debo hacer es investigar el porqué de las cosas
—Joder y eso es lo más difícil— Es que no sé como preguntarle a Aaron sobre este tipo de cosas puesto que él es muy cerrado por lo que dudo que me responda las preguntas —resoplo— esto se está tornando una odisea pero da igual tengo que hacerlo por el bien de Aaron.

Me levanto de la cama y busco mi celular por toda la habitación. Esta habitación es bastante amplia por lo que siempre me cuesta mucho encontrar las cosas cuando no recuerdo dónde las dejo y más aún que mi madre suele cambiar las cosas de lugar —odio eso— ¡por fin! —veo que el celular está encima de un pequeño estante color fucsia en el cual están todos mis libros; tomo mi celular y marco el número  de Aaron—

— Su su Suusan, que raaro tu llamandome y más aún cuando es sábado por la mañana —dice Aaron medio tartamudeando— se supone que deberías estar babeando toda la cama —suelta una carcajada y hago lo mismo—

— Te despertaste muy bromista hoy, me alegra mucho que estés así. Llamé para preguntarte ¿que vas hacer esta tarde?

— ¡Gracias, Susan! Mmm pues por ahora no tengo nada planeado ¿por qué?

— Pues porque al igual que tú no tengo nada planeado para hoy entonces pensé en invitarte a salir en la tarde para compartir un rato y divertirnos ¿te parece bien?

— No me parece bien, lo siento, ¡me parece excelente! —desde aquí siento la alegría de Aaron—

— ¡Genial! Pues ¿qué tal si vienes a casa por mi a las 3:00 pm?

— ¿A tú casa? —pregunta con voz de desánimo y noto miedo en él—

— Por supuesto, ¿tienes algún problema con eso?

— No, para nada es que nunca he ido a casa de una chica  para ese tipo de cosas.  —siento que tiene un nudo en la garganta—

— ¡Shh! Calmate Aaron, siempre hay una primera vez para todo y esta es la tuya, no te preocupes todo saldrá bien te lo prometo.

— Está bien Susan, creeré en tus palabras, pasaré por ti a esa hora. ¡Gracias por la motivación!

— ¡No hay de qué! Perfecto estaré lista para que no tengas que esperarme cuando llegues, ¿vale?

— ¡Wao! Eres tan buena persona, me vas a salvar del ataque de nervios que me dará al ver a tus padres.

—Suelto una gran carcajada—

— Eres muy gracioso, bye hablamos luego.

— Está bien, bye cuídate...

¡Siiii! ¡Oh siii! ¡Eres la mejor Susan! ¡Lo conseguiste!

Ahora solo es cuestión de esperar que pasen las horas y por cierto tengo que elegir que voy a vestir para esta tarde...