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Ya era de noche cuando se dirigió a las duchas. Vio a Jungkook entrando detrás de él; ingresó a la ducha más alejada, se avergonzaba de la mirada que le daban a su cuerpo.

Se desvistió, abrió la llave de la ducha, caía agua sobre su cabello y su cuerpo; se enjabono pacientemente disfrutando su tiempo de relajación como él lo llamaba. Sintió un toque en la parte baja de su espalda, el pelinegro estaba delineando su espalda. Bajando hasta tocar sus nalgas apretujándolos a su antojo, ya se había acostumbrado a su toque, aunque ahora lo tocaba más que antes, pensó que era normal.

Hasta que sintió un dedo enjabonado que se deslizó entre sus glúteos.

Taehyung se congeló. —Tú dijiste que no me forzarías —susurró

—No lo estoy haciendo y no lo haré— dijo Jungkook, empujando su dedo dentro de él nuevamente.

—Tengo que tocarte, para asegurarnos que los demás me vean haciéndolo; si no lo hago, ellos van a pensar que tú me haz envuelto alrededor de tu dedo meñique

El castaño resopló, él ni siquiera podía imaginar eso, pero se obligó a relajarse. Jungkook tal vez estaba en lo cierto

El dedo meñique empujó más profundo. No hacía realmente daño, pero se sentía extraño, muy extraño.

Salió el dedo, luego ingreso otra vez y se movió dentro. El rostro de Taehyung se volvió caliente. Tenía el dedo de un hombre en su culo. No podia creer que tenía el dedo de un hombre en su culo.

El dedo rozó algo dentro de él, y los ojos del castaño se ampliaron, su boca se abrió mientras un rayo de placer disparo a través de él.

—Dile hola a tu próstata— habló Jungkook contra su oreja, detrás de él; moviendo su dedo por el mismo lugar.

—P-para— susurró Taehyung, odiando lo insegura que su voz sonaba. En contra de su voluntad su polla empezó a endurecerse.

—Esto es lo único que voy a hacer— movió su dedo por última vez. —Tú puedes masturbarte

—Que te jodan— musitó débilmente mientras Jeon movía su dedo dentro y fuera lentamente. Se cuestionó como muchas personas los estarían viendo. Se avergonzó.

—Te gusta esto— susurró en su odio

—No lo hace

—Lo hace— le froto la próstata de nuevo, viendo cómo sujetaba con su mano la llave de la ducha fuertemente, notándose sus nudillos blancos por la presión que ejercía.

Taehyung no pudo contener un gemido. —Soy heterosexual

—Por supuesto que lo eres— Jungkook empezó a mover su dedo rápidamente. —Solo te gusta tener mi dedo en tu culo

Taehyung se mordió el labio para evitarse a si mismo gemir de nuevo. —No

—¿No? Bien— Jungkook le lamió el lóbulo y saco su dedo fuera. —Vas a estar rogándome por esto pronto

Taehyung cerro lo ojos. Se sentía extraño, vacío.

—Te odio— volteó a encararlo, tragó al mirar la erección que tenía Jungkook y subió la mirada rápidamente sonrojado.

—Por supuesto que si, bonito. 

•••


Al día siguiente su novia fue a visitarlo.

Taehyung la miró a través del cristal que los separaba y trató de encontrar algo que decir, más nada salió de sus labios.
Irene se veía adorable como de costumbre su cara de corazón muy bonita y femenina. Ella también parecía fuera de lugar.

—¿Cómo estás?

Taehyung sonrió con ironía. —¿Cómo crees?

—Tú... te ves bien — dijo después de un momento

Casi se hecho a reír, si solo ella supiera.
Si solo ella supiera lo mucho que le hubiese gustado no verse bien. Si hubiera sido feo, nadie le habría regalado una segunda mirada, si hubiera sido feo, Jungkook....

Taehyung empujó el pensamiento lejos. No, no iba a pensar en ello. No ahora, no con su novia aquí.

—Gracias —murmuró con torpeza.—¿Cómo va el modelaje?

—Bien —respondió Irene

Un incómodo silencio se extendió entre ellos. Taehyung la miro fijamente evaluandola.

La echaba de menos, echaba de menos su vieja vida antes de todo esto. Él la amo y sin embargo se sentía tan desconectado con ella, ahora pertenecía a otro mundo.

—Tú no tienes que visitarme, ya sabes —dijo sin mirarla. —Tú no tienes que esperar por mi, es mucho tiempo.

Silencio.

—Tú quieres que te espere?

Suspirando, Taehyung se pasó una mano por la cara. —No tengo derecho de pedirte eso, estoy pagando por mi estupidez.

Sus ojos brillaban con lágrimas contenidas. Despacio, ella asintió

—Su tiempo se ha terminado —dijo el guardia caminando hacia él.

Dejo que el guardia lo guiara, con el corazón pesado. Se dijo a sí mismo que era lo mejor. Irene no lo habría querido de todos modos si se enteraba lo que habia estado sucediendo.

Era lo mejor.

Heterosexual | Kookv | EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora