Prólogo

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La academia de arte DA VINCI siempre se caracterizó por aceptar a los estudiantes más bizarros ya que su reglamento no era muy estricto, sin embargo tenía muy buenos maestros. Esta fue una de las principales razones por las que Sherah decidió entrar ahí, porque no sería la única "rara" y podría pasar desapercibida, lo que mas detestaba en el mundo era el exceso de atención.

Hacía una semana ya que habían comenzado las clases y la profesora que le había tocado le agradaba, no solo en su forma de dar las clases sino en su forma de tratar a los alumnos, por ejemplo si algún alumno tenía miedo a las arañas trataba lo menos posible que se relacionara con ellas o evitaba hablar del tema; por lo que cuando Sherah le dio a entender que detestaba que se interesaran demasiado en su vida personal ella la trató de acuerdo a eso.

Todo iba muy bien porque Sherah no tendría que relacionarse con ningún otro profesor o profesora que no fuera ella ya que la academia proporcionaba un maestro por grupo que les enseñara acerca de la especialidad de arte que habían elegido. Esto era un sueño hecho realidad para ella, solo artes visuales por los 4 años de academia y con su profesora favorita.

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