VII

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Las clases continuaron en la academia de arte y Sherah prefería estar lo más alejada posible del profesor Samael.

El invierno estaba cada vez mas cerca y la brisa otoñal se hacía más y más helada.

Caminando en el patio de la escuela se encontró de nuevo con Beakan.

-Zorai- la saludó amablemente. Beakan era un chico muy sonriente y carismático, si Sherah no fuese tan cerrada tal vez podría considerarlo su amigo.

-Beakan- dijo seria.

-¿Has visto a Leah?

Leah era la prima de Beakan, la cual iba en el mismo grupo que los dos. Compartían apellido así que cuando Sherah pensaba en ella en su mente venía el nombre de Beakan, "Leah" le parecía lindo aunque nunca se atrevió a decirle así.

-No

-Okay, gracias- respondió el chico con una sonrisa amable como siempre y se fue.

Sherah aun pensaba en todo lo que había pasado, parecía poco pero era todo muy raro. Aun se preguntaba qué otras cosas podrían no ser reales, si debería realmente de confiar en Zoúl y por qué él tenía una pelea con el profesor. Aunque la última la descartó al poco tiempo ya que pensó que podría ser cualquier asunto personal.

Al entrar al salón realizó la que ahora se había convertido en su rutina diaria: esquivar la mirada del profesor y buscar la de Zoúl. Y al terminar el rito preguntarse por qué lo hacía.

-Bien- comenzó el profesor - hoy hablaremos acerca de los principales movimientos vanguardistas, ¿algún aporte al tema?

Beakan levantó la mano y expuso su punto.

Sherah entonces recordó haber visto a Leah de camino al aula.

-Beakan- le habló al chico más sonriente y amable que conocía.

-¿Qué pasa Zorai?

Esta le pasó una nota que decía:

"Vi a tu prima de camino aquí, puede que no tarde mucho en llegar."

A lo que recibió otra nota del chico:

"¿Por qué me lo dices? ¿Es importante?"

Sherah comenzó a sentir cómo su estómago se revolvía.

-¿Se encuentra bien Señorita Zorai?

No quería ver a Samael, así que siguió la rutina para darse cuenta de que no podría ver aquellos bellos ojos ya que se encontraban bajo un ceño fruncido fijos en el profesor.


ENCUENTRA LA SALIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora