dia 6

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(habla Clara)

Esta noche he dormido muy mal, ya que no paraba de despertarme para ver si Aleix se había despertado. A primera hora de la mañana habían llegado mis padres. Hacia las 10am viene un doctor para ver cómo está Aleix. Cuando se va aprovecho para hablar con él.

-Doctor, se pondrá bien? -le pregunto esperando una respuesta positiva.

-Ayer tenía la impresión de que no iba a durar mucho, pero ahora, hay algo que ha cambiado y parece que se todo irá bien.

-Enserio?

-A mi no me gusta dar respuestas malas, pero cuando lo tengo que hacer lo hago. En este caso, no ha pasado.

-Muchas gracias -le doy un abrazo tan fuerte que hasta se le caen las cosas que tenía en la mano.

Al largo del día había visto entrar y salir a los familiares de Aleix: a sus tíos y a sus tías, a sus primos y primas, a sus abuelos... Todos me preguntaban si era yo la chica de la que tanto le hablaban. Decía que sí. La primera vez que lo digeron me puse un poco roja porque no sabía que les hablaba de mí a su familia.

No paraba de moverme por la habitación: me sentaba en el sillón, después me estiraba en el sofá (pensaba que era más cómodo), miraba un poco la televisión por si hacían alguna cosa interesante (no era el caso), leía para ver si me acababa el libro que me estaba leyendo, salía al pasillo y veía como pasaba la gente para visitar a sus familiares y amigos... Pero aún así no paraba de pensar en que se despertara Aleix.

Por fin estaba allí con él después de tantos días, y aún así era como si no estuviera, ya que no podía hablar con él. A veces me iba a la iglesia que hay en el hospital y le pedía a Dios que hiciera algo para que Aleix se pusiera bien, que ahora que estaba con él tenía que aprovecharlo.

El doctor entró unas cuantas veces al largo del día para ver si mejoraba. Había una doctora muy maja que nos trajo la cena. Nos dió ánimos para que no estuviéramos tristes y que pensáramos en que se podía poner bien. Cuando estaba cansada, cogí una cosa que me regaló Aleix y dormí agarrada a ello. Lo cogía tan fuerte que ni tan solo Hulk me lo podía quitar. Me senté en la silla y enseguida me quedé dormida. En ese momento tenía el presentimiento de que iba a pasar algo bueno.








P.D.: Sé que este capítulo es más corto, pero no sabía que más poner.

El reencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora