Amaneció rápido, a Matheus se le ocurrió la idea de salir a buscar sobrevivientes de lo que habia ocurrido el día anterior, por supuesto con algunas que otras armas de cocina, por si acaso, no sabíamos que nos esperaba.
Nos levantamos y todo estaba completamente callado, mire mi teléfono y las lineas estaban colapsadas, mi abuela acostumbraba a levantarse temprano así que el desayuno ya estaba listo para cuando habíamos ido a la cocina, por suerte en esos días mi padre había hecho el mercado y teníamos suficiente comida para muchos días pero no podíamos solo estar en casa sin saber que sucedía afuera.
Por el momento nos habíamos vestido pero Miguel y Matheus no querían que los acompañáramos, ya que ellos decían que era muy peligroso, tomaron algunos cuchillos de cocina y unos palos de escobas ya que no sabíamos que armas podían usar ya que solo habian con cosas del hogar.
Patricia y yo fuimos a abrir la puerta, miramos a los lados y extrañamente no había nadie.
-Despejado, supongo...- Dijimos mientras les cerrábamos la puerta y ellos corrieron a algunas casas cercanas de la nuestra.
Volvimos a la cocina y aun la transmisión del canal de televisión seguía como cuando se había caído.
-Esperemos que vuelvan a salvo, esto no me esta gustando.- Dijo Lis mientras intentaba llamar a su madre, Marieva y su hermana pequeña para saber si estaban bien.
-Si, roguemos que estén bien.- En ese momento Lis me mira alumbrada.
-¡Contestaron!- Sonrió porque habían hablado por el teléfono.
-Pon el alta voz.- Ella puso el altavoz y el tono de voz de Marieva no era normal, estaba asustada y sobresaltada.
¿Alo? ¿hija, estas bien? ¿sabes que esta sucediendo? anoche tuve que correr por las escaleras con Alice y encerrarme porque las personas se estaban volviendo locas, ¿donde estas?
-Madre, estoy bien, me alegro que hayas contestado, estamos en casa de Ale, no sabemos que sucede pero mantente en casa por ahora, pronto trataremos de ir a buscarte, no te preocupes.- En ese momento se corto la llamada de repente y nuevamente se habían colapsado las lineas.
-Creo que todos intentan llamar a la policía y esas cosas, ¿no? me supongo.- Lis y Patricia me miraban con preocupación pero yo estaba tratando de mantener la calma.
-Los chicos están tardando como que mucho, ¿no?- Dijo Patricia mirando por el pasillo hacia la puerta de la salida.
-Si, pero estarán bien, tranquilas.- Regresaron luego de una hora, abrieron la puerta rápido y estaban con Vicent y Anastasia, mi ex mejor amiga del liceo, Ana estaba algo herida, entraron a la cocina e inmediatamente intentábamos curarla con agua oxigenada y cosas que tenia mi abuela, Vicent tenia algunas heridas pero nada grave.
-¿Que sucedió?- Le pregunte a Anastasia.
-Estábamos en mi casa y mi hermano mayor, ya sabes, llego a casa en la noche y nos ataco, tuvimos que matarlo o el nos hubiese matado, estaba loco, mis padres no estaban, la casa quedo como un completo desastre, muchísima sangre por todos lados.- Ana hablaba desesperada, los chicos se habían quedado en el pasillo hablando sobre lo sucedido.
-Tranquila, ya paso, se que es difícil pero debían hacerlo o hubiesen muerto...- A pesar de las diferencias que habían entre nosotras por cosas ocasionadas en el pasado, nos hablábamos como siempre había sido.
Y bueno, ¿quien en ese momento no? si no podíamos estar mas pendiente que de sobrevivir entre todos y saber que carajos sucedía, el fin del mundo, ¿tal vez? era lo mas seguro, nosotros en la búsqueda de conseguir bastante sobrevivientes para poder pedir ayuda a la seguridad, aunque estando en Venezuela esto realmente seria bastante difícil.
-Quiero comprender todo esto.- Volvió vicent hacia nosotras, mirando a Ana preocupado. -¿Estas mejor?
-Si, amor, gracias por todo.- Ellos se dieron un beso.
-Todos desearíamos comprender esto.- Le sonreí yo a pesar de que realmente estaba asustada.
-¿Y tu como estas, Ale?, ¿que sabes de lo que esta ocurriendo? Matheus me dijo que estaban en el centro comercial y todos enloquecieron.- Vicent me miraba preocupado pero realmente creo que ellos la habían pasado peor que nosotros.
-Bueno, habíamos llegado al kiosco y cuando pudimos ver la silla de la chica estaba llena de sangre, Matheus volteo la silla y fue cuando nos dimos cuenta de que tenia mordido el cuello pero una mordida increíblemente profunda, exagerada y fea, y bueno... mucha sangre por todos lados, salimos corriendo ya que todo se había puesto feo y nos topamos con que solo habían choques y tuvimos que venirnos corriendo, fue una locura.- Vicent me quedaba mirando casi que con la boca abierta de lo sorprendido.
-Toda una historia, ¿no?- Lo dijo en broma pero fruncí el ceño.
-No es gracioso en lo absoluto pero aja.- Creo que en el fondo si deseaba que todo fuese una maldita broma y fuese un sueño todo loco de los que normalmente me sucedían pero no, esta era la vida real y era lo que estaba sucediendo y debíamos asumirlo.
-Lo siento, solo estoy preocupado por mi madre, ya sabes...- Todos lo miramos con cara de tristeza, lo entendíamos pero mientras las lineas seguían colapsadas no podíamos hacer nada.
''¡HAY ALGUIEN EN CASA! ABRAN LA PUERTA POR FAVOR, ALEEEE!, ¿ALGUIEN?'' gritaban desde afuera.
Mire por el pasillo y era Adrian prácticamente cargando a Leslie, Matheus, Vicent y Miguel al mirarlos corrieron a abrirles la puerta, lo ayudaron a pasar a Leslie y cerraron nuevamente la puerta.
-¿Que mierda?- Fue mi expresión al verlos.
-¿Que esta sucediendo allá afuera?- Adrian estaba lleno de sangre y temblaba del susto.
-¿Estas bien? ¿que le paso a Les? ¿como es que llegaron aquí?- El asintió y Patricia le trajo un vaso con agua.
-Ella solo esta desmayada de lo que vimos afuera y llegamos aquí por lo cercano, las calles están llenas de esas cosas.- Tomo un poco agua y prosiguió.- ¿Zombies? ¿acaso estamos en algo alternativo? que era lo menos que debía suceder de fin de mundo.- El callo de repente y comenzó a reírse como nervioso.
-Ahm, ¿es eso? mierda...- Todos nos mirábamos y en nuestras mentes se podían deducir el ¿que verga?
Leslie despertó y desesperada comenzó a gritar.
-¡Cuidado Adrian!- Luego nos miro y me abrazo de alegría.
-Ya estas bien, tranquila pero dime, ¿que sucedió?- Ella comenzó a llorar.
-No lo se, yo estaba en casa de Adrian cuando tocaron la puerta, por suerte el tenia un bate de madera porque sino nos hubiesen matado.- Sin darnos cuenta se había hecho de tarde, tocaba que nuevamente cerráramos todo.