Cuando salimos porque las raciones de comida se estaban acabando, habían pasado varios dilemas, no seria fácil la situación para salir, aun no sabíamos con exactitud la situación de las calles, por supuesto no fue fácil, cada paso que dábamos con esas cosas, zombies, muertos viviendo, asechando todos los lugares habidos y por haber, siguiéndonos, la sangre recorriendo todo su cuerpo, brazos y tajos de carne alrededor de nosotros, por todo el piso, todo era tan asqueroso y perturbador que Leslie era la mas sensible y si podría decirse dramática, mas que nosotros, lloraba a cada rato, a cada paso que dábamos y bueno, no voy a decir que nosotros eramos muy fuertes, y es que en su sano juicio ¿quien si? claro, no íbamos llorando por todos los lugares pero si teníamos cara de perturbación y es que nadie podría ni siquiera no inmutarse ante tal situación, decenas de personas matándose, comiéndose entre ellas, ¿caníbales a plena luz del día? salimos de la casa y al voltear no había ni un alma, tan rápido paso el momento que cuando menos nos dimos cuenta a los chicos se les acerco una de esas cosas y cuando pude darme cuenta en una milésima de segundo y escuchar sonidos raros desde el otro lado de la vereda, me di la vuelta como exorcista y me pude fijar que uno de esos engendros venia también del otro lado, de una forma muy rápido hacia nosotras, básicamente nos dividimos en 3 grupos, yo en mi mano tenia un palo de madera y por inercia(y por enana) lo primero que hice fue golpearle la cabeza lo mas fuerte que pude y cayo al piso en un segundo, Leslie no soltaba a Lis y ella tenia un martillo, no se si han visto películas de zombies pero normalmente se le da a la cabeza un gran golpe y en el piso el engendro seguía vivo.
-¡Mátalo, dale en la cabeza! tu tienes el martillo, ¡vamos! rapidooo, antes de que se levanteee nojodaa.- Leslie tenia del brazo a Lis aun y yo me endemonie, no había tiempo para marisqueras (tonterías) y sin pensarlo 2 veces agarre el martillo y lo remate en el piso, golpeando su cabeza mientras en mi mente sonaba la canción de ''pégale con el martillo, tan, tan, tan'' en eso volteamos al sonido del mar de llanto de Leslie.
Chicos: ¿Estan bie...? Verga Ale. Al momento de tanto ruido gracias a ella, los engendros se escuchaban venir, nosotros corrimos hacia la derecha y nos metimos a la vereda y al entrar nos calmamos un poco al ver que los demás convertidos de esas casas estaban metidos aun en sus casas sin modo de salir y por lo menos en ese instante todos respiramos un poco, aunque al final de la vereda si se encontraba una solo que salio de la nada pero como ya estábamos un poco mas preparados, solo le dimos con el martillo y seguimos, al casi salir hacia el auto Antonio hizo seña con el dedo en su boca de 'silencio', seguimos sigilosamente y entramos al auto.
Al llegar a casa de Sam, su casa contaba con 2 ventanas con rejas, una puerta de reja también, el abrió rápidamente al vernos ya que nosotros medio abrimos la ventana cuando ya estábamos cerca,salimos rápido y entramos, todos nos saludamos, estábamos algo bañados de sangre, Sam agarro un balde con agua y jabón y comenzó a bañarnos en plena sala acomodada porque pues nadie sabia como se contagiaba eso y como tal no estábamos tan seguros de si era solo por mordidas, nos sorprendió un poco pero comenzamos luego a quitarnos la ropa, claro esta que ellos se fueron aparte y nosotras si nos quedamos ahí y nos pusimos otra ropa que teníamos en el bolso, la colgamos ahí para que se secara y luego ellos volvieron.
* * *
Luego de aquel día en donde mi novio me termino, pero seguía con nosotros, por los momentos ya que los chicos le habían dando un escarmiento y para salvarse el pellejo, Matheus siempre fue así conmigo, no era siempre tan agresivo pero si de manera celopata, cosas que no entendía era como yo lograba soportarlo tanto tiempo, siempre le tuvo celos a Sam y eso me hacia sentir mal porque para el todos querían cogerme o cosas así.
Ese día cuando nos fuimos a buscar el auto, tuvimos que correr mucho, no fue fácil como lo describí, pero es que cuando llegamos al auto todo fue en sensación de alivio, el punto era que en las veredas para salir no sabíamos con que nos encontraríamos, recuerdo que habían cuerpos descuartizados y mordidos de forma perturbadora, tuvimos que matar muchas personas en el transcurso de cada paso que dábamos, literalmente cuando llegamos a casa de Sam la sangre y el olor a muerte que amanaba de el ambiente y de nuestros cuerpos era bastante penetrante y excesivo para cualquiera.
Incluso el auto estaba completamente lleno de sangre y antes de llegar a el, tuvimos que matar a alguien, no sabíamos como hacerlo porque los medios de información no nos decían nada, incluso al parecer tuvieron mucho tiempo ocultándonos todo, o al parecer eso era lo que nos informo el hermano de Antonio, su hermano ayudo a Antonio a que aprendiera a hacer lo del auto, muy útil, por cierto.
Luego de que desperté aquella noche, Matheus había hablado conmigo y se había disculpado del hecho que había tenido, estuvimos mucho tiempo en la soledad de la casa de Sam, los sonidos de la calle emanaban como un 'buenos días' para nosotros, sonidos extraños, aun gritos y pedidos de auxilio a los que no podíamos recurrir ya que o eramos nosotros o ellos.
Logramos salir de casa de Sam en esos días y volvimos a mi casa, a las ventanas de el auto le habíamos echado algo de pinturas que tenia Sam en su casa, así lograríamos persuadir un poco los ojos negros de los zombies.
En esos días, nuestra ropa era muy poca y casi toda estaba sucia, a pesar de que nos bañáramos a duras penas, estando de nuevo de mi casa, debíamos de nuevo buscar un plan de suministros y búsqueda de información para tratar de saber que hacer con toda esta situación.
Se había soltado un poco de gente maniática, con armas y algo peligrosa, a la vez mas que los propios 'come gentes' y de eso debíamos estar muy pendientes, eran sobrevivientes peligrosos pendiente de violar y matar personas con tal de conseguir su objetivo.