-¡Esta muerto!- Grito Lisey mientras miraba como corría la sangre de la chica que nos vendía los cigarros en la parte del centro comercial, donde se ubicaba el pequeño kiosco, la mire aturdida por lo sucedido pero intente mantener la calma en ese instante.
-Vaya observación, jajaja.- Me reí de forma sarcástica mientras mi novio Matheus me tomaba de la mano y me halaba hacia el.
-Nos tenemos que ir ya.-Dijo desesperado, era obvio que eso debíamos hacer pero en ese momento sonó un estallido y las personas comenzaron a gritar y a correr sin sentido.
Mientras nosotros corríamos a la salida del centro comercial, pudimos observar como algunas personas ya estaban muertas, otras las atacaban de forma macabra y las mordían sin cesar.
Lis y yo asustadas, agarrados los 3 de las manos, corrimos hasta la salida pero nos habíamos topado con que ya no había transporte para poder irnos y empezabamos a ver los colapsos y choques que ocurrían al momento, la ciudad se empezaba a convertir en un pequeño caos de muertos y de algo extraño, las personas parecían caníbales, ¿que les ocurría a todos?.
Corrimos desesperados, por suerte mi casa quedaba cerca pero de igual forma debíamos correr como unas 5 cuadras desde el centro comercial, sin mirar a los lados llegamos a mi casa sudando y con la adrenalina a mil, no pudimos parar en ningún momento, tome mi llave y abrí la puerta y cerré arriba y abajo como siempre se acostumbraba hacerlo en mi casa.
-Espero que todos estén bien.- Matheus un poco mas aliviado me abrazo fuerte ya que yo estaba temblando del susto.
-¿Que mierda esta sucediendo allá afuera? ¡Que carajos fue todo eso!- Lis dijo temblando, realmente ninguno de nosotros entendía nada.
-Realmente no lo sabemos, subamos a ver si todos están bien.-dije mientras subía las escaleras de mi casa.
Por suerte mi madre, Carolina, siempre estaba en casa, llegue agitada a la habitación pero no conseguí a nadie.
-¡Ale!, ¿eres tu?- Se oyó desde la parte de abajo de mi casa.
-¡Si! soy yo. -Los 3 bajamos y nos dimos cuenta que estaban mirando las noticias.
''No sabemos con exactitud que esta sucediendo en estos momentos pero podemos decir que algo horrible esta ocurriendo afuera del estudio, personas se están atacando entre si y otras comiéndose a algunas de forma macabra, iremos con nuestra compañera Maria Lopez que esta en el lugar de los hechos...
Si, Katiusca, estamos aquí y estamos viendo lo que se puede decir se ha convertido la ciudad, un pequeño caos de violencia e incluso choques continuos...''
En ese momento pudimos observar como la reportera fue atacada de forma horripilante por otra persona que comenzó a morderla y al instante se corto la transmicion.
La reportera del estudio quedo petrificada, sin palabra alguna pero al minuto comenzó a hablar nuevamente.
''Bueno, no podemos informarles con exactitud que esta sucediendo afuera en este momento, pero les pedimos que no salgan a las calles y se mantengan resguardados en su casa como medida de seguridad hasta que podamos decirles que esta sucediendo con exactitud.''
En ese momento el canal se puso en modo ''código rojo, emergencia'' yo me quede paralizada y mire a todos, ellos también tenían cara de preocupación y miedo, en mi casa normalmente vivían muchas personas pero en ese momento solo se encontraban: mis abuelos paternos, mi madre, mi prima y su novio que salieron del cuarto al mirar las noticias, realmente pensé que solo eramos nosotros pero por suerte gran parte de mi familia estaba bien.
-Gracias a Dios.- Mire a Patricia, mi prima y a su novio Miguel que en su expresión reflejaban preocupación.
-¿Estabas afuera?- Me dijo Patricia mientras se acercaba a la cocina.
-Si, pero por suerte todos estamos bien, aunque tuvimos que correr bastante.- Mi abuela me abrazo de repente.
-Debemos cerrar las puertas por ahora y resguardarnos bien.- Decía mi abuela mientras miraba a Matheus que era unos de los hombres que podía hacer el trabajo de protegernos.
Con ayuda de Miguel, fuimos a la parte de afuera de mi casa, apagamos las luces por seguridad y saltamos del susto cuando un hombre se golpeo con las rejas de la ventana, bañado en sangre y de alguna extraña razón ''muerto en vida'' los chicos no hicieron algún movimiento y volvimos a entrar a la sala, apagamos la luz de la sala, así todos pensarían que no había nadie en casa, en la parte de abajo de mi casa contábamos con 4 habitaciones y 3 baños (el del cuarto de mi abuela, uno de una habitación de mis tíos que estaba sin usar y el de visitas), la sala, el comedor y la cocina, apagamos todas las luces de las habitaciones que daban hacia afuera y solo prendimos la de la cocina y la del cuarto de la abuela.
-Seria ideal que saquemos los colchones y nos acostemos aquí en la cocina y cerca del comedor.- Matehus y Miguel buscaron los colchones a las habitaciones, mientras que nosotras acomodábamos las mesas para que pudiesen entrar en la cocina que era suficiente grande.
-Los abuelos dormirán en su habitación y como sacaron 3 colchones, Miguel con Patricia, Matheus conmigo y mi madre con Lisey.- Dije mientras ellos asentían con la cabeza, ¿que podíamos perder? solo debíamos dormir tranquilamente, por lo menos por esta noche.
Cerramos todas las ventanas de la parte de arriba y la puerta que daba a la otra escalera, era algo difícil de entrar a la casa pero lo hacíamos por medida de seguridad.
Bajamos nuevamente y ya mi madre y mi abuela estaban haciendo la cena, aunque estuviésemos preocupados no podíamos dejar de comer, mantuvimos el televisor encendido por si llegaban a informar algo, nos cambiamos de ropa y por suerte el aire se mantenía suficientemente frió, para una noche aterradora, yo no creía que pudiese dormir pero tampoco podía mantenerme desvelada ya que debíamos estar preparados para cualquier cosa.
Comimos tan tranquilamente que parecía que nada estaba sucediendo afuera, luego de comer limpiamos todo y apagamos las luces, nos pusimos a hablar sobre lo sucedido; Lis aun estaba algo aturdida por lo que había visto.
-Estaba muerta, nunca había visto algo así en mi vida.- Lis sonaba asustada.
-Si, es notorio que algo extraño esta sucediendo.- Le dijo Matheus mientras me acariciaba el cabello.
Por ahora todo estaba en silencio, sin darme cuenta ya todos estaban dormidos, mire mi teléfono; el que me había dejado mi padre, mire la hora 2:30 am, todo estaba en completo silencio hasta ese momento que comenzaban a oírse gritos y se oía como la gente corría e intente dormirme hasta que por fin pude lograrlo.