Rafael:

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A veces es difícil encontrar la manera de comenzar a relatar una historia debido a que no se nos hace totalmente claro el momento en el que todo cambio, en el que pasamos de lo que es la normalidad de una vida cotidiana a una completa locura, sin embargo esta historia es diferente, debido a que es difícil no distinguir su inicio, teniendo en cuenta que de un momento a otro el cruel y castigador silencio de mi habitación se convirtió en una sinfonía de ruidos de todo tipo principalmente gritos y ruidos de peleas, algo sucedía afuera, y como pocas veces desde que la depresión me mantenía encerrado decidí salir ya que no pude aguantar la curiosidad, desde mi balcón donde normalmente me gustaba fumar en la madrugada pude observar una calle que se desligaba mucho de la escena normal de un lugar tan tranquilo como siempre lo fue Fundación Mendoza desde que me mudé aquí, esa tranquilidad había sido cambiada por una escena de pandemónium, donde se veía a la gente actuando de manera rara solo podría compararlos con animales rabiosos atacando a otras personas, había gente estática en el piso con sangre a su alrededor y yo luego de pasar uno segundos absorto viendo el panorama salí corriendo a ver a mi hermana Emily, ella y yo como buenos forasteros de pueblo nos residenciábamos en una casa que alquilaba habitaciones, era buena la compañía aunque luego de mi caída a la depresión habíamos estado alejados aun siendo vecinos de cuarto, pero era momento de dejar eso a un lado necesitaba saber si ella estaba bien.

Al tocar su puerta y ver que nadie habría me desespere bastante pensando que quizás ella estaba en la calle, sin embargo y por suerte siempre supe como abrir su puerta aún sin la llave así que entre sin problemas, mi miedo de no encontrarla en su habitación se disipó rápidamente al verla sentada en su mueble escuchando música con los audífonos ignorante de lo que acontecía en el mundo como siempre solía hacerlo, le dije que me acompañara que había algo que tenía que ver, nerviosa me empezó a hablar de vídeos que estaban circulando por las redes sociales de personas actuando de manera violenta decían que podía tratarse de una infección parecida a la rabia, asustada me dijo que que debíamos hacer si ello llegaba a suceder aquí y tuve que ser yo quien le diera la mala noticia de que lamentablemente ya estaba sucediendo.

Asustada Emily empezó a llamar a casa y yo hice lo mismo como por inercia todos en casa estaban bien y bastante desinformados de lo que sucedía aquí lo cual era bueno ya que no quería preocuparles, los dejé con ciertas advertencias de que algo sucedía pero no era mucha la información que podía brindar debido a que yo mismo no sabía mucho de nada en ese momento, mientras hablaba con mi madre Diana y le insistía en que estaba bien y que buscaría maneras de irme junto con Emily al pueblo para estar juntos de un momento a otro la comunicación empezó a fallar, y mientras pensaba ha de ser las líneas de Digitel que se cayeron voltee hacia donde estaba Emily y vi que también había dejado de hablar por teléfono y asustada me dice creo que la señal cayó por completo así que hay que esperar a que vuelva.

Mentiría si dijera que no estaba más que asustado éramos dos chicos solos lejos de sus casas a kilómetros de su familia y solo nos teníamos el uno al otro, así que tenía que ser fuerte por los dos Emily de inmediato me insistió en que debíamos buscar una manera de irnos de Barcelona y pensándolo bien quizás intentar movernos con tan poca información parecía una estupidez sin embargo y admitiendo un defecto personal nunca fui conocido por pensar demasiado las cosas, era momento de actuar y si había una oportunidad de salir de la ciudad teníamos que tomarla, ya que quedarnos aquí solos con vecinos que no sabíamos cómo podían reaccionar en esta situación tampoco era una idea muy tentadora, Emily y yo al ir tanto de viaje a nuestro pueblo nos hicimos amigos de un transportista que vivía arriba de la cooperativa y el tenia familia en el pueblo así que resolvimos arriesgarnos e intentar llegar a su casa para convencerlo de irnos, no sería una tarea fácil ya que el apartamento del tipo quedaba en Barcelona a una distancia bastante considerable de nuestra residencia, Emily y yo decidimos que lo mejor sería ir ligeros de equipaje con poca ropa algunos suministros y un poco de agua y comida para el camino, recordé que a la altura de la Santiago vivía un amigo que también era del pueblo y que podíamos pasar por su casa y así usarlo como punto de salto movernos rápido de aquí a su casa y de su casa al apartamento tendríamos así un punto en el medio para ocultarnos si algo salía mal, dejando gran parte del plan a la suerte como era mi costumbre salí con mi hermana agarrada del brazo, las calles habían recuperado su silencio característico sin embargo el olor a muerte volaba junto al viento y mientras caminábamos con sigilo y velocidad o al menos lo más que un artrítico y una chica dramática podrían hacerlo, veíamos los cadáveres en el suelo desangrados con grandes pedazos de carne arrancados y mientras intentábamos no detallar mucho no fuera que viéramos a algún conocido tirado muerto en el piso nuestro camino a casa de mi amigo se fue consumiendo al igual que el cigarrillo que llevaba en mi mano, desarrollé una extraña maña de fumador que era medir distancias en cigarro de mi residencia a casa de mi amigo había exactamente un cigarrillo sin embargo eran tantos los nervios y por fumar muy rápido el cigarro se consumió apenas a la mitad del camino.

Llegamos a la panadería y ya me sentía bastante optimista sabiendo que la casa de mi amigo quedaba bastante cerca sin embargo, es normal que justo cuando te empiezas a sentir tranquilo el destino se encargue de que pises tierra, nunca mejor usada esa frase ya que mientras caminaba Emily torpemente tropezó y cayó al suelo, y soltando un grito involuntario clásico de una niña que no está acostumbrada ni a partirse una uña, de un momento a otro desde el centro comercial de la panadería por un pasillo que llevaba a unas escaleras salió un hombre corriendo y haciendo ruidos extraños con dirección a nosotros, de inmediato supe por su apariencia que no estaba bien y que tenía que actuar rápido.

No sé si fue instinto de cazador o simple casualidad pero al ver a mi hermana vulnerable en el piso fue obvio que su dirección era ella lo que me dio la libertad justa para interceptarlo con un certero golpe en la cara que lo tumbó y justo cuando iba a levantar a mi hermana esa cosa se levantó rápidamente pues no esperaba que el golpe lo desmayara pero teniendo en cuenta la velocidad con la que venía y como cayo pensé que se quedaría en el suelo un poco más ( que tonto, tonto y desinformado e idiota fui) y en ese momento cuando se lanzó a nosotros tome a mi hermana y la abrace dándole mi espalda a esa cosa para tratar de protegerla a ella lo más que pudiera pero de pronto esa cosa volvió a caer al suelo producto de un fuerte golpe con un tubo en la cabeza propiciado por un chico que la verdad no sé de donde diablos salió pero enserio que gusto que apareció ahí, resulta que vio todo desde la caseta de seguridad del lugar donde vivía que eran unos apartamentos cerrados, al ver el aprieto no se contuvo y salió a ayudar aunque le sorprendió mucho mi manera de actuar pero no de buena manera exactamente, ya que lo primero que hizo fue gritarme.

Chico desconocido: Que acaso estaaaas locooo, maldito estupido como coño vas a golpear a mano limpia a esa cosa tan peligrosa y darle la espalda tan campante sé que esto no lleva mucho pero hay que ser muy tonto para no ver cómo están las cosas.- Yo me quedé callado como dije eso de pensar antes de actuar nunca se me dio además no tenía nada de información, pero el sí parecía saber más de lo que pasaba, a pesar de que su golpe fue contundente fue hacia donde estaba ese tipo o cosa o lo que fuera ahora a re-matarlo a palazos en la cabeza debo admitir que incluso para mí que solía disfrutar la violencia fue perturbador, hablamos con el chico no nos quiso dar su nombre ni saber el nuestro ya que igual íbamos a seguir caminos diferentes, entendí y respeté su decisión, sin embargo Emily si se presentó igual, él nos dijo que esto ya estaba sucediendo varios días atrás pero lo mantenían en secreto y hacían que todo pareciera accidentes raros y cosas por el estilo, nos dijo que la gente se contagió una especie de enfermedad rara que hacía a las personas mutar y actuar de manera errática y violenta, además de que literalmente todo rastro de vulnerabilidad quedaba inhibido, ya que podías patearlos, apalearlos, atropellarlos, incluso darle tiros en el pecho y de igual manera seguirán moviéndose, la única manera de matarlos era destrozando su cerebro y o su columna, en mi mente pensé bueno es una debilidad obvia, eso a quien no mataría, pero en fin, ahora si teníamos más información, le agradecí al chico y Emily lo abrazó, y nos dispusimos a seguir nuestro camino cuando el extraño me lanzó el tubo con que mato a esa cosa y luego de atraparlo le dijo a Emily.

Chico desconocido: mi nombre es Tomy y soy el chico que trabajaba en la panadería que siempre te daba un pan extra cuando comprabas.- Luego de agradecerle de lejos de nuevo Emily y yo seguimos caminando, la casa de nuestro amigo José quedaba a la vuelta de la esquina, era el momento de ver si el estaría ahí y a primera impresión y por el silencio cualquiera hubiera dicho que no pero ya sea por suerte o destino al tocar fuerte la ventana que daba a su cuarto nos hicieron seña desde la puerta principal podíamos pasar y justo a tiempo, porque un poco lejos pero no lo suficiente para que no fuera preocupante se escuchaban ruidos de movimiento, y eso no era nada bueno.

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⏰ Última actualización: Jan 27, 2020 ⏰

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