Mi desesperacion

CAPÍTULO V

Hospital y Soledad

Al despertar de aquel desmayo ya era noche estuve desmayado por doce horas, no fue algo muy cómodo pero me dolía todo el cuerpo y el dolor en el brazo de había desvanecido. El doctor al verme despierto llama a una enfermera para tomar signos vitales y hacer nuevos análisis, estaba confundido y todo daba vueltas, solo pude distinguir unas figuras de mi lado izquierdo pues con el derecho no podia observar.

Llegando la enfermera de apresuró a hacer cambio de vendas y el parche en el ojo, al momento de quitar el parche solo podia ver algo rojo no distinguía formas  yo asustado grite, el medico en turno llego corriendo preocupado que sucedía a lo que LA enfermera respondía que no me dejaba hacer la curación El medico me tomo la mano y un camillero me tomo la cabeza con cuidado pues según tenia un lección que era delicada; al momento que el medico quita mi mano y entre llantos pude ver con el otro ojo que no eran lagrimas las que lloraba era ese liquido rojo saliendo de mi ojo.

Hecha la curación me dan un sedante para dormir y despertar al día siguiente. Pasaron las horas y era otro día el efecto del sedante paso y despierto y logro escuchar que ya me darán de alta pues ya todo estaba solucionado solo era monitorear con El oculista y El ortopedista los avances en dichos problemas marcados en la hoja de alta,  eso le explicaba el medico a mi mamá y que debería tener mas cuidado al correr

Saliendo del hospital mi mama lloraba pues un brazo roto y un parche no eran buenas noticias en estos últimos dias. Pregunte a mi mamá cuando regresaría a el kinder y respondió que seria unos dias mas tardes pues aun era mitad de semana y no todo estaba claro para terminar la semana, asi que seria una semana muy dificil para poderla ver otra vez.

Otro día, sin ella. Otra semana, sin verla. Regresa la soledad.