Capítulo 52 Aldair/ Visita

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ALDAIR
Como explicar el dolor que sentía en el pecho al saber que mi hermanita estaba en coma, que no despertaba cuando ya habían pasado dos semanas enteras, y ella sin dar señales.

En esta semana no he puesto un pie en el instituto, y mucho menos en otra parte que no fuera aquí en el hospital y mi casa, porque mis padres me obligaban a ir a cambiarme, y a descansar, solo me dejaban quedarme de noche dos días, no quería ni probar bocado, pero mi abuela me metía la comida literalmente a la boca, así que lo hacia, y además me chantajeaban con que si comía me dejarían quedarme de noche. Es que a mi me gustaba quedarme con ella en la noche porque así nadie podía verme partirme en dos y llorar sin parar, además de que podía hablarle, y rogarle que despertara ya, tomaba su mano y me quedaba ahí, junto a ella, como cuando niños, que me quedaba con ella hasta que se dormía, porque no podía dormir por sus pesadillas.

A veces tenia que soportar que Haydee se quedara conmigo aquí, porque desde el día del accidente no le he dirigido la palabra, aparte del día que le empuje, si, había perdido él control por completo, y me había lanzado sobre él para desquitar todo él coraje que tenia acumulado en mi pecho, mis padres se habían enfadado, pero no me convencieron de pedirle perdón, así que ambos nos quedábamos en cada lado de ella y permanecíamos en silencio, aunque la verdad no creo que quisiéramos hablar de todas formas, yo ni siquiera había contestado las llamadas de todos mis amigos que querían saber él estado de mi hermana, ni siquiera contestaba las de Itzel, pero ella me entendía así que cuando estaba en mi casa, o me quedaba aquí en la sala de espera, venia, se sentaba junto a mi y me tomaba de la mano, no decía nada, solo se quedaba ahí, y eso, eso valía mucho para mi.

Alee y Brisa venían todos los días en la tarde, y procuraban venir en la noche, pero no podían quedarse, Zeen venia siempre, y también faltaba a clases, cada ves que sus padres no lo obligaban a ir, Danilo venia nada mas saliendo de clases, al igual que los demás, Haydee era él que se la pasaba casi todo el tiempo aquí, pero sus padres no le dejaban demasiado.

Ya no soportaba mas ver a mi hermana ahí, quería que despertara y poder abrazarla hasta que me pegara en el hombro y me reclamara, quería oírla burlarse de mi, quería que peleáramos de nuevo, quiero a mi hermanita de regreso, no se como iba a soportar todo este dolor.

🔸🔸🔸

N. P. A.

Días después todos se pusieron de acuerdo para ir un mismo día a visitar a Jawhar, cada quien tomo su turno para entrar a verla, él primero fue Olwen, entro muy despacio y cuando la miro en la camilla con los ojos cerrados como si durmiera se le saltaron las lágrimas y tuvo que respirar varias veces para no echarse a llorar como un niño, dio los pasos que le faltaban y llegó a donde ella estaba, arrastro la silla hasta estar casi pegado a la camilla, Olwen sollozo y le tomo una mano, aún medio helada.

-Hola, Jawy. —sonrió a medias. —Haydee te extraña demasiado, en realidad todos te extrañamos, no queremos que sigas así, despierta Jawhar, por favor, necesitamos tu alegría  con nosotros, te necesitamos a ti. —se saco las lágrimas con la manga de su playera y la observó, su rostro pálido con algunos rasguños  y moretones, duro unos minutos más ahí, observándola en silencio, después de eso fue él turno de Reyes, entro y paso directo a la silla, le tomo la mano y suspiro.

—Pequeña Mivake. —mostró una pequeña sonrisa. —Creo que es hora de que despiertes, no crees ? Digo, tal ves es genial no tener que ir a clases, ni hacer tareas, y librarte de ver malas caras, pero apuesto que te encanta escuchar tu música en él bus todas las mañanas, conversar con Zeen, y esperar a que suban todos los demás, escuchar sus malas bromas, y sus gritos y risas, se que te encanta saber que miraras a Haydee, que miraras a todos tus amigos, a mí, yo se que te gusta vernos entrenar, no me engañas. —río y de sus ojos callo una lágrima, miro a Jawhar y suspiro. —Vamos pequeña Mivake, anda abre los ojos y vuelve con nosotros. —le tomo la mano durante un tiempo mas y después se levantó, la observó unos minutos mas y después salio de ahí.

¡El Chico!¡Mi Chico! •Editando•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora