Capitulo 56 Hundido/ Alguien más

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HAYDEE

/Un mes después.

—YA! —grite ya fastidiado, todos cerraron la boca y me miraron como cachorros recién nacidos asustados cuando escuchaban un ruido, bufé, tome aire para dejarlo salir después, necesitaba tranquilizarme también

—Haydee. —Ikeer me hablo interrogándome con la mirada

—¿Que? —pregunte irritado, alzo las manos, frunci el ceño. —15 vueltas al campo. —ordene y todos bufaron, pero ninguno hizo algún comentario, solo se echaron a correr, pero como siempre Olwen sabia que algo sucedía así que no se movió de donde estaba, al igual que Patricio

—Que te ocurre, wë? —me peguntó

—Nada.

—Necesitas hablar? —negué dos veces

—No.

—Llorar? —se me acerco

—No...

—Golpear algo? —negué de nuevo

—Gritar? —esta ves el que me preguntó fue Olwen

—No.

—Besarme? —Patricio pregunto tocándome el l hombro
—No. Espera, ¿que? —alce las cejas confundido, Patricio elevo los hombros y Olwen soltó una pequeña carcajada

—Idiota. —dijo riendo aun, puse los ojos en blanco

—Nada que ver, Jaime. —le solté un golpe en el hombro y rodó los ojos al oír su primer nombre, el cual odia, solo suspire y me eche a corre detrás de los demás, que ya llevaban cinco vueltas, no tardaría en alcanzarlos, imagine que Olwen y Patricio también estaba detrás de mi.

Me gustaba correr, esto siempre me ayuda en cualquier situación que me trajera con la cabeza en otro lugar menos donde debía estar, quería estar con Jawhar, ella era la única que podia sacarme de este pozo en el que estoy hundido.

🕐🕑

—Llegue, madre. —beso su mejilla al tiempo que tomaba una manzana del frutero

—Como te fue, cariño? —pregunto sin despegar la vista de su arte de corte de verduras

—Genial, todo normal, aunque como siempre, algo cansado.

—Ve a darte una ducha, cariño, después bajas y comes algo. —mi madre no me volteo a ver ni un segundo, pero de seguro sabia que estaba peor que un vagabundo, sonreí

—Va. —tome la mochila del suelo y me di la vuelta dándole otra mordida a mi manzana, pero cuando cruce el marco de la puerta recorde a Roger, eran mas de las cinco. —Ya regreso, Roger? —pregunte así como si solo fuera curiodidad

—No, pero no debe tardar, cariño, necesitas algo? — negue, pero supe que no me vería así que solo murmuré un "nah"y subí las escaleras de dos en dos a mi habitación, tire la mochila en el suelo a lado de mi cama, me saque los tachones/zapatos y quite la playera haciéndola una bola que lance al cesto de ropa sucia, encendí mi reproductor de musica y coloque en un volumen alto, lo suficiente para ahogar las voces de mi cabeza, pero no demasiado como para molestar a alguien, al escuchar la letra bufé

—Me encanta herirme. —murmuré gruñendo, nada mas deprimente que oír a Reik en medio una ruptura, me metí al cuarto de baño y me saque toda la ropa que faltaba, deje que él agua del grifo me relajara al menos los músculos, no miento, tenia ganas de llorar, pero apreté los ojos y gruñi hasta que me dolió la garganta, la siguiente canción que comenzó a sonar me animo a cantar, me deje llevar y cante a todo pulmón mientras hacia unos cuantos pasos mal coordinados, pero sin perder la elegancia, tres dos uno, y repetía, me pase una mano por el cabello mojado, me di cuenta que necesitaba un corte, no estaba mal esa idea, lo anote en mi agenda en mi cabeza, tenía muchas cosas que hacer, como unas cuatro tareas y ensayar una canción, preparar las jugadas, y no solo hablaba de fútbol, no dejaría de luchar por mi chica, jamas.

¡El Chico!¡Mi Chico! •Editando•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora