Soñar...

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Y, ¿Si solo soñamos?
¿Si lo que vivimos a diario es solo un sueño?
¿Seriamos capaces de despertar algún día y comenzar a vivir lo que en algún momento soñamos?


     ¿Que haces aquí? ¡Maria te estoy hablando! ¿Que haces tu aquí? -decía Marck histéricamente trataba de no alzar la voz para no llamar la atención de los vecinos-.

     Maria no dijo nada, solo camino hacia la ventana, Marck no se había fijado pero no estaban en su casa, estaban en un edificio y uno muy alto, y en la ventana no había vidrio ni seguridad alguna, cuando por fin entendió lo que Maria trataba de hacer, quiso detenerla y la tomó por un brazo, justo cuando la voltea Maria se esfumó en una nube de humo de la cual salieron muchas polillas negras. Marck despertó de golpe, estaba todo sudado, aun era de noche vio el reloj y eran las 01:00 am, apenas, y justo en su ventana se veía un pequeño bulto negro, no le presto atención y siguió durmiendo.

     Riiiiiiing riiiiiing -sonó su teléfono y despertó de golpe- Riiiiiing riiiiiing, Haló, Buenos días quien habla?

     Buenos días Marck es Jhoane, ¿Donde andas metido? ¡Ya llego el supervisor y tu aun no llegas!

     Lo siento Jhoa mi auto amaneció averiado no quiso encender y tuve que tomar el transporte publico -su voz sonaba cansada- trata de entretener al supervisor y dame 5 minutos y llego.

     Jhoane suspiró y colgó la llamada, aveces no sabia que pensar de Marck, podía ser tan atento y responsable, todo un ejemplo de buen empresario emprendedor, pero, también podía ser desaliñado, descuidado y un rebelde, estaba aprendiendo de su jefe y amigo, conociendo partes de el que mas nadie conocía o solo no veían. Aprendió con el tiempo que Marck era un muy buen actor, siempre ganaba y lograba que todos hicieran lo que el quisiera. Siempre se pregunto como lo hacía.

     ¡Señorita Jhoane! -volvió a la realidad- ¿Que le dijo el señor Marck? Recuerde que yo tengo cosas mas importantes que hacer.

     Señor Martinez, el señor Marck ya viene llegando -pensó un poco antes de continuar- se le ha presentado un contratiempo con el transporte y por eso no ha llegado.

     Espero resuelva pronto señorita Navarro -dijo amenazadoramente- porque si no va a lamentar mucho una sanción...

     Buenos Días señor Martinez disculpe la tardanza -descubrió media sonrisa- usted debe saber como es eso de andar en transporte público, toda una pesadilla.

     El señor regordete con melena escasa y canosa lo ve de forma amenazadora y un poco irritado. Jhoane les pidió entrar a la oficina para que se relajaran y no armarán un espectáculo allí delante de todos. Entraron los tres a la oficina y como rutina de todos los primer lunes de cada mes se hacia inventarió de ganancias generales, salarios, mantenimiento y todo lo referente, como rutina de siempre durante toda la estadía del señor regordete en la oficina, las puntas y reclamos iban de lado a lado en la oficina, el ambiente era muy tenso.

     Bueno señor Marck ya terminamos y gracias a Dios aun sigue trabajando en esta empresa -dijo el regordete de forma burlona y provocadora- esperemos al mes próximo... Para saber si sera lo mismo -se carcajeó antes de salir y cerrar la puerta de la oficina generando un estruendo-.

     Jhoa no quiero que nadie entre a mi oficina, sal y si preguntan por mi no estoy, tuve una emergencia y salí muy rápido -Marck odiaba mentir pero siempre que el señor regordete iba a la oficina lo ponía de un humor de perro y no le quedaba mas que mentir para no herir a nadie-.

     Jhoane solo asintió y se dio medía vuelta justo cuando iba a salir de la oficina volteó a ver a Marck y pensó: "como me puedes gustar tanto y ser tan indiferente, tan descuidado, pero a la vez atento y cariñoso, si solo fueras así siempre, hasta podría ser que te amará". Cerro la puerta y se fue a su pequeña oficina.

     Jhoane siempre supo que Marck gustaba de ella, era muy obvió aunque el lo escondía y pensaba que nadie lo sabía, pero Jhoane no sentía lo mismo y muy en el fondo sabía que Marck solo estaba confundido, sabía que Marck solo estaba desesperado en conseguir alguien con quien desahogarse, si solo pudiera hacer algo, ella sería capaz de hacerlo, pero nunca darle alas en algo que no funcionaria jamás.

     Marck recostó su cabeza en el escritorio de su oficina, y muy pronto calló en un sueño profundo, soñaba cosas extrañas, cosas que nunca imaginaba, en su sueño estaba Jhoane, pero había alguien mas, parecía un chico, nunca antes lo había visto ni en sus sueños, ni en la vida real, era un chico completamente extraño. El chico se estaba acercando a el, tenía la piel blanca, pálida, ojos azules como el mar, tenía pecas en su pálido rostro, el cabello castaño con destellos dorados, lo llevaba alborotado por la brisa que venia del sur o del norte no lo sabía, quien lo sabía, solo pudo concentrarse en ese chico casi fantasmal, estaba vestido de blanco, seria eso pensó, ¿sería un fantasma? El chico seguía caminando hacía Marck, este no se podía mover, no sabia si correr, huir, acercarse también al chico fantasmal, igual decidiera lo que decidiera no se podía mover, algo lo tenía plantado en el sitio y no se podía mover. Justo cuando el chico se situó frente a el a escasos centímetros de su rostro, se abrió la puerta de la oficina de un sólo golpe generando un estruendoso sonido mortal, y justo en la puerta estaba parado aquél chico fantasmal.

Se Busca un corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora